Frustración ||Privado||

por **Alexander L. Armengaud** Mar Feb 07, 2012 9:28 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Alexander había estado toda la tarde embriagándose en una taberna, la verdad es que estaba muy frustrado de todavía no poder mandar a freír espárragos a Ayrton como se merecía, el sucumbir ante un gitano era algo imperdonable, y los rumores de la plebe nunca debían ser ignorados, él creía totalmente aquel rumor ¿Cómo era posible que esos deseos vagos de venganza contra un brujo como ese hayan funcionado para ser superiror a él? ¡Era inaceptable! Bebió hasta que se sintió un poco mejor para solventar esa frustración pero antes de irse un idiota comenzó a molestar, le reconoció como inquisidor seguramente y la verdad es que no se tentaría el corazón ante un estúpido ebrio que no era nadie para decir nada. Lo enfrentó y finalmente las cosas terminaron en golpes, le golpeó hasta que se cansó aunque el otro tipo no era tan malo peleando así que nop salió tan ileso como esperaba, le dio igual y al ganar (porque naturalmente debía ser así) se fue regreso a casa en el carruaje que estuvo horas esperándole en aquel lugar, él le pagaba así que esperaría todo el día si era necesario eso no era problema. Llegó a la mansión trastabillando un poco al entrar, seguro que Dion molestaba un poco pero nada grave, necesitaba que se le atendiera y si no quería cualquiera de la servidumbre se moriría por hacerlo y ganar puntos de simpatía. Aún sentía hervir su sangre a pesar de haber descargado algo de su frustración en ese lugar y es que hasta que no lograba lo que quería por capricho no estaba conforme.

por **Dion Armengaud Leblanc** Sáb Feb 25, 2012 6:52 pm

-¡Ahh...!- Gimió abiertamente de placer mientras se movía desde su postura lo más rápido que podía, tratando de que Alexander llegara más profundo en él a pesar de su estrechez y del rastro del dolor que aún no se iba, eso lo hacía más excitante a pesar de que después su cuerpo se lo cobraría.
Todo su ser tembló al sentir el tacto ajeno sobre su entrepierna, sus labios estaban de un carmín notorio, hinchados y brillantes, más que tentadores, pequeñas gotitas de sudor surcaron su frente. Una de sus manos se aferró a la nuca de Alexander para que no se separara ni un poco de él y siguieran con ese frenesí que lo deleitaba tanto, su otra mano arañó el borde del sillón, marcando en él sus escasas uñas, entre gemidos no paraba de pedir más de su adictivo castaño.

por **Alexander L. Armengaud** Jue Mar 01, 2012 9:02 pm

Alexander disfrutó de aquel gemido pasando a besarle de nueva cuenta devorandole en aquel beso mientras se alentaba un poco sin perder profundidad, le masturbaba con rapidez para poder sentir como se contraían aquellas paredes aún más contra él y con la mano libre acariciaba ese perfecto torso, aquel chasquido que se producía entre sus movimientos era obscenamente excitante, por lo que le incitaba a seguir embistiéndole. Al separarse con brusquedad del beso para tomar aire le miró lleno de concupiscencia, le adoraba y le ponían mucho sus gemidos por lo que anhelaba seguir escuchándolos una y otra vez -Nghn!! Dion...- Gruñó el nombre ajeno en tono erótico.

por **Dion Armengaud Leblanc** Dom Mar 04, 2012 10:30 am

-¡Alexander...ahh!- Los gemidos se escapaban de los labios de Dion de manera incontrolable, cada vez que el castaño daba con ese punto en su interior que lo hacía doblegarse ante el placer. Su nombre en los labios de Alexander eran su completa perdición, sus perfectas manos acariciaron a tientas el cuello del otro, bajando un poco por su pecho, clavó su verde mirada en la otra color avellana, no creía aguantar mucho más tiempo, su cuerpo le exigía una catársis, pero su mente quería mantenerlo fundido con ese hombre que le robaba la razón, quería darle hasta la última partícula de su ser, sólo por sentir sus besos y sus labios pronunciando su nombre.

por **Alexander L. Armengaud** Sáb Mar 10, 2012 11:10 pm

Necesitaba más profundidad y en esa maldita posición por muy sencilla que fuera no podía adentrar más o cual le hacía desesperar, por lo que sencillamente tomó ambas piernas y las abrió sin importarle haciendo una posición en "v" sosteniéndolas en el aire para poder adentrarse un poco más y gruñir ante el placer que le causo poder estar más dentro aún. Incluso descubrió que le era más sencillo inclinarse abesarle de aquella manera lo cual le hizo robarle un beso de los labios y bajar por su cuello a breves besos para después hacer una marquita en el cuello en alguna parte baja en la que no se viera.

por **Dion Armengaud Leblanc** Sáb Mar 24, 2012 10:09 pm

-Ahh... más rápido Alex...mgmh...- Gimió perdido en sus propias sensaciones mientras su espalda se arqueaba de una manera casi imposible, las estocadas de volvieron cada vez más fuertes y profundas, sentía que se desgarraba por dentro y eso extrañamente le encantaba... aunque después lo pagaría, sin duda.
-Tócame, por favor... voy a correrme...- Advirtió el ojiverde sintiendo el pre-semen que comenzaba a salir de su sexo, necesitaba más de esas manos y de esa boca, que lo torturaban de manera deliciosa por las cuales siempre acababa completamente rendido a su voluntad... siempre.

por **Alexander L. Armengaud** Dom Mar 25, 2012 3:37 pm

Le abrazó levantandole ligeramente del sillón para que se aferrara a él. Podía sentir como la erección ajena rozaba contra su propio vientre en aquella posición en cada profunda envestida que ahora daba con más fuerza, sentía las piernas ajenas enredándose en su cintura y eso lo volvía loco, el líquido pre seminal que había ya salido de él iba lubricando poco a poco dentro de aquella cavidad haciendo que se deslizaba deliciosamente en esas apretadas paredes, dejaba escuchar gruñidos y ligeros jadeos, lamió el cuello ajeno en medio de su desesperación, aquella desenfrenada pasión estaba acabando con sus sentidos, mordió el maxilar ajeno llegando hasta sus labios y devorándole lascivamente. Escuchar esa deliciosa voz era todo lo que necesitaba, sus manos extendidas le acariciaban manteniéndole bien aferrado contra él mientras aceleraba sus estocadas manteniéndose vigorosamente buscando su mirada con una expresión concentrada en ese placer, mantenía la boca entreabierta en jadeos intensos y al sentir sus paredes contraerse ante el poderoso orgasmo, abrió grande la boca en un grito mudo y gruñó después mientras en un par de estocadas más se corría dentro con tal intensidad que su cabeza dio vueltas, cerró los ojos y le aferró a él disfrutando de esa sensación... al fin la paz que necesitaba, nada en su cabeza más que el placer de poseerle así. -Dion- Susurró ese nombre con adoración entre su respiración agitada, ahora todo parecía tan claro de nuevo.

-FIN DE LA ESCENA-

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