Somos amigos...¿No?

por **Bruno Bergeron** Sáb Jun 29, 2013 9:32 pm

Caminaron tranquilamente por las calles del centro de París, haciendo malos chistes sobre Alexander y el drama que le esperaba a su severa vida, Amour tenía una especie de humor negro que hacía reír a Bruno incluso en las ocasiones menos acertadas, incluso porque hacer reír a alguien como él no era del todo sencillo.
Terminó lo que quedaba de su puro y decidieron entrar al Babylon, era un hecho que la comida que vendían ahí era una suerte de entremeses baratos, pero nadie iba ahí por la comida.
Cruzaron la puerta con los aires de grandeza de todo buen inquisidor, todo parecía bastante tranquilo, quizá porque era temprano (y porque desconocían el espectáculo gitano que solía haber en el lugar).
Se sentaron en una mesa, que una chica se ofreció muy amable (y quizá temerosa) en darles, Bruno notó al hombre detrás de la barra y le lanzó una mirada de perro al asecho, no solían agradarle demasiado los baños de pueblo.

-¿Quieres algo de whisky o un buen vino? ¿Cuál es tu humor después de ver sufrir al jefe?- Le dijo con una mediana sonrisa mientras llamaba a la mesera.

por **Amour Brice** Sáb Jun 29, 2013 10:17 pm

Amour comenzó a ver aquellas calles con algo de desconfianza, eran extrañas, comenzaba a haber bastantes gitanos al rededor, a su paso se ocultaban como ratas pero él podía verlos perfectamente, uno a uno, tenía un sensor asesino bastante peculiar pero lo disimulaba a la perfección como todo buen burgués de clase alta.

Al sentarse a la mesa contó su dinero como por quinta vez consecutiva durante el trayecto y después asintió a la pregunta -Mira esto- Le dijo guiñándole un ojo -Oye niña ve con el tipo de la barra y dile que me mande su mejor sugerencia...- Le dijo a la chica, lanzando una mirada predadora a ese hombre, era perfecto... el perfecto perfil para cruzar un par de "palabras".

-No sé, respecto a Alexander, sigo pensando que su situación es muy divertida, pero obviamente ese hecho de ser tan...- Dio unos giros con su muñeca mientras negaba ligeramente al decir -Enfático, en situaciones que no son tan graves, le causa más problemas de los que de por sí ya tiene, y la verdad es que se los busca solo. Le dije perfectamente que tuviera cuidado con la nueva admisión de inquisidores al tribunal, en lo personal, los trato como basura hasta que me demuestren lo contrario...- Confesó cínicamente y en un tono que sólo Bruno podía escuchar, sin dejar de mirar de vez en cuando a la barra como no queriendo la cosa y para saber si aquello había llamado la atención como tal, con sólo verlo sabía perfectamente que las mujeres no eran lo suyo, la mesera tenía una belleza considerable y la veía igual que una mera escoba del sitio.

por **Adrien C. Trouillefou** Sáb Jun 29, 2013 11:11 pm

Adrien estaba muy contento ese día, su acto iba a la mitad pero cuando vio entrar a ese par como que bajó el ritmo, cuidadoso de que fueran a notarlo, había bastante gente y conseguir mesa el día de su presentación era un problema porque siempre eran actos inesperados, de idiota daba un día en específico para presentarse, sería un enorme "Arréstenme por favor" En la puerta de entrada.

No podría terminar el acto como quería porque llamaría la atención, improvisó todo lo que pudo para darle final ya a lo que estaba haciendo y largarse de una buena vez, ese cabrón de Amour no era tan "adorable" como los otros inquisidores, no confiaba en él y Clopín mucho menos.

-¡Ohh-oh! ¡Alguien peligroso anda cerca!- Dijo con el pequeño Clopín de movimientos perfectos como buen titiritero que era, Clopín se llevó las manos a la boca. -Creo que es hora de que confieses tus pecados Adrien... tal vez los tengas muy guardaditos pero seguro que gente tan guapa como la que tenemos hoy te hará confesar uno o dos- Insinuó el pequeño Clopín señalando "discretamente" a los recién llegados.

Adrien arqueó una ceja fingiendo molestia por el comentario malintencionado -¡Ah, qué injuria tan grande! ¿Cómo que secretos? ¿De qué hablas?- Le preguntó mientras se levantaba cuidadosamente, ponía el sombrero de bufón volteado en el piso y se iba con discreción sobreactuada con su banquito y "escondiéndose" a Clopín que parecía no querer esconderse entre sus ropas revolviéndose dentro, despertando las risas del público. Después de haber fingido irse regresó en una pirueta e hizo una reverencia. -¡Son un gran público! ¡Gracias por venir y hasta la vista, damas y caballeros!-

por **Jean P.Montagne** Sáb Jun 29, 2013 11:22 pm

-Jean, el hombre de la mesa de allá quiere que le envíes tu mejor sugerencia- dijo la chica, mientras ponía las copas de metal desgastado que iba recogiendo de las mesas sobre la barra. -Creo que son inquisidores...-Comentó en un susurro para que sólo él la escuchara, como advirtiéndole algo que él ya sabía, como si no le llegaran todos los chismes.
-Ya sabes qué hacer, que cuiden a Adrien -le comentó primero seriamente, tenían una rutina bastante ensayada para esos momento de alarma, el acto se daba por terminado y se buscaba que Adrien y los gitanos que lo acompañaran (si es que lo acompañara alguno) salieran por la puerta trasera del Babylon. Eso sólo se lograba con un espectáculo de meseras danzantes bastante...vulgar.

Después amplió una sonrisa ladina y miró de reojo al par de hombres, al de cabello más corto en particular y entró a la bodega donde estaba la cava. Buscó con una seriedad impasible entre los barriles y botellas, hasta que encontró la adecuada.
Tenía escrito con tinta negra "Falernum", en la desgastada etiqueta y ese vino, era de lo mejor que podía haber en todo el Babylon, incluso en todo París, no por nada venía desde Roma y los mejores viñedos.
Salió de la bodega con ese porte tan apremiante y le hizo una seña a la mesera para que se moviera del otro lado de la barra. -Dame dos buenas copas...-Le dijo arqueando una ceja, si era vino, era un reto para él.
Caminó entre los comensales, dirigiendo pequeños saludos con la cabeza y miraditas indiscretas hasta que llegó a su mesa.
-Caballeros...-Dijo con una ligera reverencia que era más sarcástica que otra cosa y puso las copas sobre la mesa, para después, quitarle el corcho a la botella, música para sus oídos.

por **Bruno Bergeron** Sáb Jun 29, 2013 11:23 pm

-Quizá exageró, no lo niego, pero se trataba de Dion... y ya sabes cómo es Alexander cuando se trata de él, su error primordial fue abrir las puertas de la inquisición a cualquiera que se diga inquisidor -Comentó Bruno mientras hablaba con Amour, una vez que se había ido la mesera, era bastante obvio que sus conversaciones tenían un nivel de confidencialidad máximo, o de lo contrario, alguien tendría que morir.

-Son pocos los de confianza...-Dejó el comentario al aire, pero dirigiéndole una mirada significativa a Amour, si él no entendía el punto, Bruno no comentaría nada más. Miró al dueño acercarse y lo miró de arriba a abajo, francamente creía que todos los dueños de bares eran obesos y ebrios malolientes, al menos no en ese, pero no por ello comenzaba a agradarle, escuchó risas y aplausos en el lugar, pero no les prestó atención, así eran todos los establecimientos y burdeles de mala muerte en París.

por **Amour Brice** Dom Jun 30, 2013 12:00 am

Amour no celebró el acto, sabía perfectamente a dónde llevaba la indirecta del bufón, sin embargo lo saludó desde donde estaba para dejar claro que lo había reconocido perfectamente, a él no lo envolvía en sus jueguitos, podría acostarse con todos en el tribunal para tenerlos a gusto pero para él seguiría siendo una puta barata que merecía lastima más no consideraciones extras, ya había logrado muchas con Ayrton ¿Quería más? ¡Por favor! El que follara rico no lo hacía mejor que los otros pedazos de basura de su misma calaña, esos gitanos problemáticos y asquerosos. Ignoró todo lo demás de su teatrito, querer atraparlo era un trabajo que le correspondía a Alexander, no a él. -Sé que se trata de Dion, pero considero que esa clase de apego sólo atrae problemas...- Comentó mirándolo serio insinuando que obviamente el jamás consideraría algo así para él, ante la indirecta arqueó una ceja y sonrió con esa perfecta dentadura blanca que por un momento confundía el verdadero color de su alma oscura. -Lo sé perfectamente- Comentó sin pensar, obviamente, que se refiriera a algo más de "Amigos por siempre" Y esa clase de mariqueras, él también lo estimaba pero para expresarlo necesitaría más de una botella.

Al fin lo que quería, el castaño justo en donde lo quería, detectó su sarcasmo y le encantó, se levantó de igual manera como simple "cortesía" y miró curioso la etiqueta del vino, levantó las cejas -Excelente sugerencia caballero, vino de gusto exquisito- Le halagó para después sonreír de lado, sus técnicas nunca fallaban, ya había tejido la red, sólo restaba que el otro accediera, se encontraba ocioso a decir verdad.

-¿Ya viste la selección del caballero?- Le comentó a Bruno como para que no se sintiera discriminado. No confesaría sus enfermedades mentales por completo a Bruno, pero suponía que las sabía... Dion estaba muy bueno, era lógico que el jefe se tirara a su primo una y otra vez, con un hombre como él hasta Amour viviría encadenado a la cama, no pudo pasar por alto sus formas cuando se le acercó de más esa tarde, por esa clase de pensamientos lo recomendable era guardar distancia y no buscar problemas con Alexander por una mirada de esas que lanzaba cuando el trasero perfecto de Dion aparecía por ahí. El sólo pensamiento le tenía inquieto, ya ni pensar a su perfecto jefe tirándoselo... era un loco depravado, un enfermo en los peores términos y le valía un comino, esos pensamientos le ponían y por eso es que lo mejor era cambiar el tema tranquilamente sin ahondar más en ello, mejor pensar en lo bien que estaba el vino o mejor aún, el que les había traído el vino. -Un placer, soy Amour Brice y ¿Usted es...?-

por **Bruno Bergeron** Dom Jun 30, 2013 12:44 am

Amour hablaba de apegos como si se le hicieran las cosa más ajena en el mundo y Bruno sabía que no mentía, por lo que desistió de demás palabras amables, por lo general no era de esos aunque de vez en cuando sacaba algo de esa vena sensible que tanto odiaba, quizá le había conmocionado un poco todo el asunto con Dion, bueno por algo iba a comenzar a beber, ¿no?.
Cuando pensaba en Notre Dame, desde su lugar de origen, imaginaba todo menos un pequeño hervidero de fornicación, chismes y muertes a base de tortura, no le desagradaba, en absoluto, pero nunca pronosticó que a la vez todo fuera tan reducido, que de pronto todo París comenzara a girar al rededor de la vida de unos cuantos.

Arqueó una ceja en cuanto Amour le hizo fijarse más de la cuenta en la presencia del cantinero, su expresión era de cierto desdén "es vino...¿y?" hubiera musitado, pero prefirió ser cortés, ante todo.

-Merci, Monsieur, estamos plenamente complacidos -Dijo con una ligera sonrisa.

por **Jean P.Montagne** Dom Jun 30, 2013 12:46 am

-Jean Montaigne, monsieur, aunque mi apellido poco importa, en realidad, Jean está bien- comentó muy de buenas, y la mirada de la chica de la barra era semejante a "no lo hagas, no de nuevo Jean, no juegues con fuego" pero a él le encantaba renacer de las cenizas.
-Es un gusto tenerlo por aquí, monsieur Brice, ¿su...primera vez en el Babylon?- Hizo énfasis en lo de "primera vez", para después ladear el rostro apenas un poco, como invitanto al hombre de cabello negro a beber un poco de esa excelente cosecha.

-Yo soy el complacido con su visita, monsieur Bergeron, espero que realmente sea de su agrado...- Y las palabras que le dirigía a bruno parecían simples chistes, comentarios gráciles que bien podrían haber salido de la boca de Adrien en alguno de sus espectáculos.
También le gustaba caerle mal a la gente, y había cierta diversión en ello, sobre todo si se trataba de un inquisidor, nuevos perros al poder de Alexander.

por **Adrien C. Trouillefou** Dom Jun 30, 2013 1:15 am

Pff... había escapado de forma increíble, todavía no podía creer lo bien planeada que estaba la técnica de escape, con un truco de humo y espejos sencillamente ya no estaba en el escenario y eso era magnífico. Se desplazó entre las mesas con sus habilidades habituales y rodando atrás de la barra le habló a la chica -¡Psst! ¡psst!- Cuando al fin le miró le hizo señas de que Jean se acercara, necesitaba hacer negocios con él y si seguía parloteando por las mesas jamás podría antes de irse del todo. Además a decir verdad no le gustaba nada que hablara con esos dos, Adrien más que nadie sabía los movimientos dentro del tribunal, puesto que lo tenía muy bien vigiladito.

por **Amour Brice** Dom Jun 30, 2013 1:38 am

"Plenamente complacidos" Era un código sarcástico que denotaba lo mal que se encontraba con la compañía del castaño allí, estaba loco pero pudo detectarlo en la severidad de las consonantes en la pronunciación, Bruno era un hombre evidente aunque a la gente no se lo pareciera, para Amour rara vez tenía enigmas, era muy bueno observando a la gente porque era un paranoico y bueno, los paranoicos tienen ese don de captar todo para torcerlo en su mente, aunque el único salvo de esa clase de torceduras era Bruno, podía detectarle de todo sin sospechar. -Un placer Jean, creo que voy a tener que venir de vez en cuando, esta selección de vino es muy rara de encontrar en París incluso para mí. De ahora en adelante puede que nos veamos más seguido- Le dijo sin perder nunca el contacto visual, le gustaba, pero lamentablemente la extraña tensión que comenzó a generar Bruno le recordó al idiota de su sobrino... siempre comenzaba a portarse extraño cuando alguien más se acercaba a él y Amour milagrosamente pretendía ser amable, tal vez el único exento en esas cosas era Diègue. En este caso con Bruno esas vibras raras eran sino repentinas, cada vez iban siendo más evidentes. -Me parece que le habla la señorita, Jean no se preocupe, vaya a cumplir con sus ocupaciones, ya le expresaré mi opinión al probar el vino más tarde- Le dijo tranquilamente al notar a la chica haciendo señas al otro. Tuvo que interrumpir el contacto visual con el que podía decir de todo sin palabra alguna, lamentablemente había algo extraño en Bruno que ya le tenía bastante intrigado. Esperó a que Jean se fuera para sentarse y mirarlo extrañado -Bruno, sabes que no me ando con rodeos, desde hace unas semanas para acá... creo que hay algo extraño en tus vibras hacia mí y la verdad es que no soporto que la gente me deje con información a medias. ¿Qué pasa? Sabes que de por sí soy paranoico- No bromeaba al respecto, en verdad sufría paranoia -No puedes hacerle eso a un paranoico...- Le dijo con cierta diversión. La verdad es que tenía mucha curiosidad y su cinismo le impedía darle vueltas a las cosas.

por **Jean P.Montagne** Dom Jun 30, 2013 6:09 pm

-Sería un honor tenerlo por aquí, al parecer el deber me llama- Desvió la mirada hacia la barra y supuso que sólo se podía tratar de alguien, Melanie sabía que no le gustaba que lo interrumpieran a menos que fuera de suma importancia.
Le lanzó una última mirada sugerente, seguida de una de esas sonrisas encantadoras con las que demostraba que alguien nuevo era de su particular interés.
-Comn su permiso, caballeros...-Eso último se lo dijo a Bruno más en concreto, pues el otro parecía estar contando los segundos para que él se fuera, y por esta vez le daría el gusto. Caminó entre las mesas hasta llegar de nuevo a la barra y mirar a Adrien ahí, le acarició levemente la naríz con el dedo índice y le indicó que lo siguiera, de vuelta a la bodega, no podían detenerse a platicar como mujeres parisinas delante de Amour y su intolerante compañía.

-De vez en cuando Clopín sabe cómo salvar tu trasero...- Le comentó mientras cerraba la puerta, complacido de que todo aquel show hubiera terminado lo mejor posible.
-¿Qué pasa?- Inquirió curioso.

por **Bruno Bergeron** Dom Jun 30, 2013 6:11 pm

Bruno se sorprendió ante tal pregunta pero no lo mostró, Amour era demasiado perceptivo y él en ocasiones se asemejaba a un libro abierto. Tomó la botella y se sirvió un poco del dichoso vino del que tanto hablaban. -No estoy conspirado en tu contra Amour, si es eso lo que te preocupa- Respondió de manera simple a la pregunta, iba añadir un "puedes confiar en mi" pero supo que no tenía mucho sentido, pues era Amour quien decidía en quién confiar y en quién no. además, no sabía con certeza cómo explicar su pueril comportamiento.

-No puedes culparme por no saber socializar, sabes que nunca se me ha dado muy bien...-Le dio un sorbo a su copa, evadiendo el tema por completo, sólo para no tener que admitir que sentía ciertos celos de ese vulgar cantinero debido a que tenía inclinaciones físicas hacua su compañero inquisidor, eso era descortés y un tanto burdo ¿no?. Ahogó una sonrisa una vez que otra de las meseras pasó contonéandose para llamar su atención, benditas ironías del señor.

por **Amour Brice** Dom Jun 30, 2013 7:24 pm

Amour suspiró -¿Quiere decir que arruinaste mis intenciones con el tipo del bar sólo porque te parecía demasiado inadecuado?- Le preguntó comenzando a indignarse, iba a hacer un coraje muy grande si el otro no contestaba rápido -Yo no me meto en tus cosas Brunito y te agradecería que mantuvieras tu nariz lejos de mis asuntos porque no eres mi madre, no necesito una, y creo que es bastante claro una vez que te "deshaces" tú mismo de ella...- Le siseó con una mirada amenazante, y es que si tenía ese par de amigos siendo ya específicos, Alexander y Diègue era porque precisamente no se metían en sus cosas y se hacían de la vista gorda. Después de esa drástica aclaración suspiró y tomó su copa para llenarla a tope y comenzar a bebérsela, esos corajes lo hacían recordar a su par de cruces, sus sobrinitos.

por **Diègue Rousseau** Dom Jun 30, 2013 11:15 pm

Venían persiguiendo a Diègue, los gitanos se habían enfurecido con él porque siempre arruinaba sus planes nada más por molestar, Adrien o más bien Clopín, siempre ordenaba que se le atrapaba y era divertido porque quizá era el único hombre perseguido a conciencia por los gitanos. Se metió corriendo al lugar, justo del que había salido corriendo Adrien hace un momento, le frustró la escapada por un momento y había hecho el berrinche de su vida, si al final sí había podido escapar, no entendía porqué el drama. Al recorrer con la mirada el lugar notó a Amour entre las personas y pasó a pasos amplios quitándose el sombrero y poniéndoselo a Bruno de paso en la cabeza, tomó de las solapas de la ropa al otro y lo arrinconó contra la pared -Ya sabes la rutina, si salvas mi trasero salvo el tuyo ¿Recuerdas?-

por **Amour Brice** Dom Jun 30, 2013 11:16 pm

Amour lo miró entrar corriendo como un loco y supo lo que pasaba, incluso se comenzaba a levantar cuando el otro lo ayudó con eso, escuchó lo que le dijo y se rió -¿Y ahora en qué lío te metiste?- Le preguntó divertido asintiendo -Sabes que sí, ya qué...- Dijo vigilando que entraran y al verlos se abrazó a él dándole la espalda a esos sucios gitanos, lo normal era fingir una pelea pero esta vez esperaba de verdad que fuera más sencillo perderlos, observando la clase de clientes supo que lo que iba a hacer no iba a verse mal, además, era Diègue su amigo de la infancia y la verdad se había puesto bastante atractivo. Lo besó con intensidad devorando su boca hasta que supo que se habían largado y lo lanzó hacia atrás -¡Salvado perro sucio!- Le exclamó divertido -Creo que ya entendiste lo mucho que te extrañé ¿no?- Le dijo de repente poniéndose muy de buenas, la expresión de Diègue le divertía más todavía.

por **Diègue Rousseau** Dom Jun 30, 2013 11:26 pm

No tuvo más que corresponder abrazando la cintura de Amour con fuerza, hasta que el otro se detuvo y lo lanzó, primero se aseguró de que los gitanos se hayan marchado y entonces volteó a mirarlo -Vaya, eso no lo esperaba para escapar de ellos...- Atinó a contestar llevándose una mano a la nuca dándose cuenta de la falta de su sombrero -Oh, lo siento- Le dijo quitándoselo al otro de la cabeza, pero tenía una expresión muy cómica que le hizo sonreír. -De verdad lo siento ah ¿Los interrumpí? Sucede que no quería matar gitanos en la calle, ya saben, no se ve muy bien que digamos...- Intentó reponer su entrada drástica -Soy Diègue Rousseau, amigo de la infancia de este cínico de acá-

por **Bruno Bergeron** Lun Jul 01, 2013 9:32 pm

-Cálmate Amour, tampoco es para que me hables en ese tono...-Le habló de manera condescendiente al de cabello negro mientras suspiraba pesado intentanto aclarar sus ideas.
-Mira, la cosa es que...-Estaba por intentar expresarse, cuando apareció un hombre corriendo, lucía como un forajido, al parecer a Amour se le daba bien el trato con maleantes. El sombrero aterrizó en su cabeza de una manera un tanto cómica, impidiéndole un poco de visibilidad, y para cuando se besaron, Bruno se escandalizó un poco, no por el acto en sí, sino por los presentes...después de todo eran inquisidores y tenían que mantener una pantalla de rectitud, una que siempre era mentira.
La gente pareció no inmutarse, entre peleas de borrachos, copas que chocaban y risas sin sentido, estaba lo suficientemente extrañado para percatarse de si los gitanos habían entrado corriendo al bar o no.
Y una vez que le quitó el sombrero, a Bruno le dieron ganas de matar gitanos aún en medio de las calles de París, si tan sólo tuviera una de sus espadas, correría a casa en ese preciso momento de no ser porque no había mucha escapatoria después de una presentación como esa.

-Encantado, Bruno Bergeron...pero qué entrada tan triunfal-comentó bruno con una sonrisa sarcástica, mientras le hacía un ademán para que se sentara con ellos. -No interrumpe absolutamente nada, ¿Gusta acompañarnos?- Lo invitó a que tomara asiento, y esperaba pasar del tema de conversación que intentaba mantener con Amour, quien parecía extrañamente contento.

por **Amour Brice** Mar Jul 02, 2013 12:33 am

Amour miró seriamente a Bruno por un momento, analizando su comportamiento enfermamente. De esas cualidades geniales que sólo un paranoico podía tener, lo divertido en el castaño es que normalmente cuando comenzaba a sospechar de algo nunca era infundamentado y normalmente siempre llegaba a algo de un modo o de otro.

Decidió probar a Bruno, normalmente le hubiera dicho a Diègue que se largara de una buena vez ahora que era libre de persecuciones, pero ahora por el simple hecho de notar raro a Bruno le pediría que se quedara por lo menos unos minutos más de lo que toleraba tener varias personas para atender de una sola vez, era muy agotador porque no podía observarlos con el detenimiento debido.

-Sí Diègue, no estabas interrumpiendo nada, descuida. Quédate- Le pidió mucho más sonriente que de costumbre tomando su mano y atrayéndolo para que se sentara en la silla de a lado.

por **Diègue Rousseau** Mar Jul 02, 2013 1:06 am

Diégue estaba esperando el "Bueno eso es todo, gracias y largo" Pero en vez de eso lo que obtuvo fue una feliz bienvenida que no pudo rechazar por mera curiosidad de lo que sea que Amour se trajera entre manos. No es que fuera un gran observador pero la verdad era rarísimo que Amour no lo mandara al carajo como era costumbre. Los miró con algo de extrañeza en los ojos castaños pero finalmente asintió -Está bien pero sólo una copa, en realidad tengo un asunto pendiente por lo que no podré acompañarlos como quisiera- Les dijo intentando argumentar de una buena vez el motivo falso de su verdadero instinto de huir de un momento a otro. -Amour, te noto muy animado ¿Debo suponer que el caballero, Bruno, te pone de buenas? ¡Hermano! Eso no pasaba desde la chica en Barcelona- Le comentó divertido, pero no pudo evitar mirar a su al rededor mientras hablaba, ese lugar nunca lo había visitado y era nuevo y extraño por lo que estaba muy entretenido en eso como para querer huir justo en el momento. Debía admitir que Amour le daba miedo cuando se ponía de misterioso pero la verdad es que por eso prefería no hacer preguntas a cosas que no quería saber.

por **Bruno Bergeron** Lun Jul 15, 2013 2:14 pm

—Es una pena, nos han traído una gran botella de vino, pero supongo que los asuntos pueden esperar un poco, después de todo, esa persecución debió agitarle —Comentó el inquisidor con una falsa mueca de tristeza, y ese nos han traído claramente sonaba a "Amour se quiere tirar al cantinero".

Los candelabros del Babylon alumbraban tenuemente, el lugar siempre parecía más oscuro de lo que lucían las calles de París durante el día, pero ya por la noche era como una luciérnaga ruidosa en medio de las casi tétricas calles de París.

Sonrió un poco ante el comentario de Diégue, mientras le daba otro sorbo distraído a su copa. —No me de el crédito Monsieur, lo que a Amour realmente le pone de buenas es tener el día libre...yo, por el contrario, soy un hombre aburrido. Pero Amour, amigo mío, cuéntame de aquella chica —Le dijo a son de burla, pues a diferencia del otro, él desconocía la historia. Extrañamente se preguntó sobre la amistad de ese par, parecía extraña y hasta cierto punto inconcedible, Bruno no tenía mucho qué contar, ya no le pertenecía a España y claramente no parecía pertenecerle a Notre Dame.

por **Amour Brice** Lun Jul 29, 2013 11:41 pm

Amour arqueó una ceja ante aquellos comentarios y miró alternadamente a ambos -Supongo que... lo peor del asunto es que no puedo negar lo de la chica, sucede que tenía talentos únicos- Comentó mirando de forma significativa a Diegue, para después reírse cínicamente -¿La historia?... Creo que lo único que vale la pena de la historia, mi querido amigo Bruno, es que follé gratis y sin descanso una semana entera y eso es todo, me gustaba ese acento, aveces decía cosas que no entendía, era genial no comprender lo que habla una mujer que por lo general son estupideces- Comentó tranquilamente mientras miraba feo a una de las meseras para que se largara. -Oye Diegue, ya en serio ¿Porqué te perseguían esos gitanos? ¿Crees que vengan de regreso? Pareciera que hay un alboroto allí afuera- Dijo quedándose mirando a la entrada -Si gustas te puedo cubrir mientras corres lejos- Se ofreció rápidamente.

por **Diègue Rousseau** Jue Feb 13, 2014 2:22 pm

Diègue sonrió divertido con el otro cuando empezó con sus comentarios sinvergüenzas, pero después desvió la mirada a ver la entrada, no había tal desastre que decía Amour pero sí había ruido a lo lejos, volteó a ver a Bruno y le sonrió maldoso aún había tiempo de das su ultimatum -Lo que pasa es que no quiere que te cuente lo que pasó, él se enamoró de ella, pero la chica, bueno tú sabes que las cortesanas son de un corazón difícil de conquistar por lo que lo botó y volvió a ser el mismo amargado de siempre- Le contó divertido al otro para después reírse de la expresión de puchero de Amour -Pareciera alguien malvado y sin corazón pero muy dentro aquí- Señaló el centro del pecho del castaño -Hay algo con lo que funciona, no por nada nos conocemos desde niños y es mi mejor amigo- Le comentó a Bruno -Muchachos los dejo- Dijo finalmente al ver que un parisino corría dentro del lugar asustado, de seguro eran esos cabrones gitanos de nuevo -Debo partir, un placer monsieur- Le dijo a Bruno sacando dinero de su bolsillo y pagando los tragos de todos antes de correr por la puerta de atrás del lugar.

por **Bruno Bergeron** Lun Sep 15, 2014 12:58 am

Bruno fingió una cara de animalito en problemas cuando Diègue comenzó a contar la historia de la tan famosa prostituta de Barcelona, era difícil creer que Amour se hubiera enamorado alguna vez porque trataba mejor la ropa que usaba que a las mujeres que se follaba y eso ya era mucho decir, al menos Bruno era un poco más "decente" con las mujeres, o al menos fingía algo de interés; aunque si él lo decía, debía de haber algo de verdad en todo ese asunto.

-El placer es mío...-Alcanzó a decir de manera apresurada antes de que el otro se fuera corriendo, se escuchaba alboroto afuera pero no tenía ganas de salir a investigar, sólo quería beber y despertar en un lugar desconocido a la mañana siguiente, ese era su único plan. -¿Tu amigo siempre entra y sale así de todos lados? -le preguntó a Amour ladeando una sonrisa mientras apuraba su copa, no quería entrar en detalles con todo aquello de "Amour tiene sentimientos".

por **Amour Brice** Lun Sep 15, 2014 1:42 am

Comenzó a desarrollar un tic en la ceja mientras el otro hacía ese show de "el tipo tiene corazón". Desvió la mirada manteniéndose inmutable con su amplia seriedad y galantería ante todo, pintó una sonrisita fingida cuando el castaño dijo que se iba y levantó las cejas en una expresión que más que agradar decía "Jódete" -Largo, "Dieguito"- Le comentó guiñándole un ojo -Antes de que salga a anotarles tu dirección en el trasero a esos gitanos asquerosos- Le dijo divertido mientras el otro sólo dejaba el dinero, revolvía su cabello en venganza de sus palabras y acto seguido salía corriendo.

Hizo una mueca de disgusto por eso pero regresó la mirada a Bruno estudiando su expresión mientras tomaba su copa de vino y la bebía sin dejar de mirarlo de forma tenebrosa, tragó y rodó los ojos -Es un estúpido, es costumbre que se meta en problemas. En resumen, sí- Le respondió como restándole importancia -Ah... bueno, no creas todas las boberías que dice, generalmente tiene una manera muy... "tierna" de ver la vida- Intentó argumentar incluso haciendo una seña con la mano para encomillar la palabra esa, le pintó una sonrisita descarada y dio un trago más -¿Sólo soy yo el que se quiere embriagar y no saber de sí o tengo colaborador?- Preguntó haciéndole una seña a la mesera para que ahora sí viniera y les trajera otra ronda, pero la mesera venía resentida con el inquisidor -Mejor quitas esa mirada y te vas apurando, mujer- Sí, llamarla por lo que era resultaba más ofensivo que buscar cualquier otro adjetivo descortés. No podía dejar de mirarlo, en realidad estaba avergonzado de lo que le habían dicho sobre él porque Amour siempre gustaba de pintarse a sí mismo como un despiadado infeliz y no es que esa descripción estuviera fuera de la realidad sino que dentro de ese caparazón tan y como lo había recalcado el otro idiota... había alguien que el mismo Amour se había encargado de enterrar, alguien débil y quizá hasta bueno, la verdad nunca había querido averiguarlo del todo. Sólo se blindó a sí mismo y punto, no necesitaba explicaciones para lo que se había convertido porque su naturaleza de alguna manera era así, disfrutaba muchísimo lo que hacía, joder gente era su especialidad. Habían estado interrumpiendo a ambos todo el tiempo transcurrido allí pero fuera de que eso le disgustara había estado siendo un alivio para evitar perderse en esos ojos castaños, el hecho de que haya soportado sus amenazas con tal estoicismo sólo lo hacía más perfecto, que ahora sólo estuviera allí como si nada afrontando eso del cantinero y luego Diègue, era divertido.

-FIN DE LA ESCENA-

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