¡¿Son hermanos?! [priv. Ayrton & Katherine]

por Nicholas Magnier Mar Mar 04, 2014 9:53 pm

Estaba nervioso.

No, nervioso era poco.

Aterrado... si, eso se acercaba un poco más a la realidad.

La razón era que sólo podía imaginarse como reaccionaría Ayrton ante su partida sin precedentes, sin aviso alguno diciéndole a dónde iba, o que se iba. Sabía que el ministro querría darle un buen golpe por la imprudencia y por volver igual como se había ido, en un momento inesperado y de sorpresa. Seguramente para cuando se enteraron de que había desaparecido su casa estaba prácticamente vacía, con las cosas necesarias para que alguien viviera en ese lugar, pero sin rastro alguno de Nicholas o de que alguna vez hubiese vivido ahí.

Por eso llevaba regalos. Era la mejor manera de aplacar al otro. Algunos cuadros de pintores reconocidos, capas de la mejor tela y calidad, con el azul mas profundo y el rojo más brillante que solo en Italia lograba conseguirse, incluso llevaba una tercera, negra y con el escudo Doyle en ésta. Y claro que no podía acabar ahí. Una botella del mejor vino que pudo encontrar y un anillo de plata con un zafiro de buen tamaño en el. Era el ministro, su jefe, su "compadre" y sabía que no se complacería con menos. Sabían sus secretos, y Nicholas se había ido en una situación precaria para Ayrton, si... todos esos regalos eran necesarios.

Se bajó de la carreta, caminando hasta el umbral de la mansión para tocar a la puerta y esperar a que un sirviente le abrieran - Llame al señor Doyle, dígale que Nicholas Magnier volvió y vino a verle - le sonrió a la chica que le había abierto la puerta, buscando a un par de chicos con la mirada en tanto la sirvienta iba a dar el aviso - Hey ustedes dos, hay unos cuadros en la carreta, ayuden a bajarlos y dejarlos en el vestíbulo, con cuidado - Entró sin cuidado, dejando las capas y el anillo en un sillón de la sala, moviéndose con tal confianza que los sirvientes no le decían nada. O quiza Ayrton habia dado aviso de que si llegaba un Nicholas Magnier iba a su mansion, le dejaran pasar. Bueno, ademas que entraba mas que nada para acomodar los regalos dentro y no a la intemperie humeda. Había estado lloviendo y no quería esperar fuera a que volviese a caer agua del cielo y arruinasen sus regalos.

por **Katherine E. Bonacieux** Miér Mar 05, 2014 10:30 am

En ese momento Katherine se encontraba en casa de Ayrton. Se sentía un poco extraña por estar allí. Aún no sentía que pertenecía del todo a aquel mundo del que provenía su "hermano". Había sido una manea extraña de conocerse, esa donde el gitano los juntara... o bueno, más bien debería decir reencontrarse, porque por lo visto Ayrton ya la conocía muy bien, aunque ella no recordara absolutamente nada de él. Sin embargo, mansamente Adrien había logrado convencerla (a ambos) de que sería bueno que pasaran algo de tiempo juntos ahora que se habían "reencontrado". Y finalmente acordaron que Katherine visitaría al ministro, al menos, dos veces por semana.

Ayrton había mandado a acondicionar un cuarto para ella que llenó con todas las cosas que una mujer de su altura y temple podía necesitar; vestidos, joyería, una cama cómoda con sábanas suaves y almohadas esponjosas. Todo lo había mandado a acomodar de manera femenina y colorida (en realidad le había ordenado a las sirvientas que lo hicieran), pero Katherine no se sentía del todo cómoda allí. No sentía que perteneciera a aquel lugar, pese a que notaba que Ayrton hacía un esfuerzo para que convivieran juntos.

Habían discutido ya un par de veces la posibilidad de presentarla nuevamente en sociedad; decir que había estado en un largo viaje con otra rama de su familia y que recien llegaba. Por supuesto, mentirían acerca de su edad para que no hubiera ningún inconveniente, y por lo mismo, Katherine debía aprender, o más bien recordar, ciertos "modales". Ayrton le hacía utilizar vestidos adecuados cuando iba a visitarle, le indicaba como comer siguiendo los modales y le instó a practicar el piano de nuevo, como cuando era joven, pero Katherine se aburría enormemente en aquella casa. Y aunque hubieran contratado una nueva sirvienta, joven, especialmente para atenderla, Katherine ni siquiera podía tratarla como tal, le daba muchisima pena.

- Leah, lo siento pero no puedo, no puedo hacerlo...- Le dijo a la chica desde donde se encontraba, frente al piano, donde había estado practicando antes de que tocaran la puerta - ¿Pretenden que recuerde todo en una semana? ¡Tengo meses en París y no ha venido nada a mi! - Le espetó, haciendo sonar desafinadamente las teclas del instrumento al apoyar los brazos sobre este, ocultando en ellos la cabeza, sin importarle arrugar el vestido que usaba, color verde claro, lleno de plises y volados en un estilo muy victoriano que dejaba al descubierto sus brazos y buena parte de su cuello que era adornado como un camafeo. Tan ataviada con aquel vestido, a todas luces costoso, unos aretes largos que adornaban su rostro perfilado y el moño alto que dejaba caer los bucles castaños alrededor de su rostro y sus hombros, le hacían lucir como toda una señorita de alta sociedad, aunque ella no se sintiera como tal.

- Pero Srta. Doyle, su hermano le ha pedido expresamente que practique. No tendrá que volver a hacerlo hasta la semana entrante - Trató de animarla la sirvienta - Además, luce esplendida tocando, seguro atraerá a más de un par de ojos curiosos - Intentó animarla con una pequeña sonrisa.

- Basta ya Leah - Le dijo, sonrojandose - Estoy harta de practicar - Sentenció - Vamos a la cocina, tomemos una taza de té y...- Pero de inmediato la chica se azoró y Katherine rodó los ojos. No le tenían permitido sino tratarla como una princesa. Suspiró, indignada.- Vale, esperaré el té en el salón...- Exclamó, aburrida, abriendo la puerta que conectaba la sala con la habitación donde estaba el piano, sorprendiendose de encontrar alguien allí... que no era cualquier persona sino Nicholas, quien en ese preciso momento estaba siendo informado que Ayrton no se encontraba en casa, pero que no tardaría en llegar y que podía esperarlo si le placía.- ¿Nicholas? - Exclamó la chica, sorprendida, para que luego se le dibujara una enorme sonrisa en el rostro - ¡Has vuelto! - Chillo, emocionada, antes de correr hacia él sin importarle la forma como estaba vestida y abalanzarse a rodearle el cuello con los brazos, dejando a todos los sirvientes bastante sorprendidos.

Vestido de Katherine:

por Nicholas Magnier Miér Mar 05, 2014 6:30 pm

Había escuchado el piano al entrar, un poco torpe, pero no desagradable. Supuso que era el ministro, al menos por un segundo, escuchando como dejaban de tocar y mirando un sirviente acercándose.

- Señor Magnier - le llamó y el italiano se giro a verle, escuchando que una puerta a sus espaldas se abría - El señor Doyle no se encuentra - Pero entonces... ¿Quién era quien tocaba el piano, dudaba que uno de los sirvientes.

Sus preguntas fueron respondidas con una chica que le llamó, una voz que conocía bien, la voz de una chica a la que había planeado visitar - ¡¿Katherine?! - Estaba confundido, pero eso no le impidió abrazar a la chica que ahora estaba vestida como toda una dama de la clase alta, permitiéndose rodear su cintura y darle una vuelta en el aire antes de dejarla en el piso de pie - ¿Qué haces aquí? - comentó sonriendo, mirándole de pies a cabeza - ¡qué cambio tuviste en este tiempo! - comento divertido antes de volverla a abrazar - Fui a Italia, te traje unos regalos, pero no los tengo conmigo en este momento... no sabía que te encontraría aquí.

A pesar de su felicidad un gran signo de interrogación marcaba todas las facciones de su rostro, dudaba fuese la prometida de Ayrton o algo por el estilo, el ministro ya tenía su gitano y una noticia como esa habría llegado hasta Italia, lo cual no era el caso. Además Katherine... era tan extraño verla ahí que dudaba que hubiese casarse con alguien de la nobleza si eso significaba estar en esos vestidos apretados y tener que actuar de una manera especifica. La chica le parecía de gustos mas simples que todo eso.

por **Katherine E. Bonacieux** Miér Mar 05, 2014 7:11 pm

Katherine no pudo evitar reirse, contenta, cuando Nicho le dio aquella vuelta en el aire. A pesar de que le tuviera miedo a las alturas, con Nicholas se sentía a salvo y protegida. Quizá porque, pese a todo, a él si lo veía como una especie de hermano mayor a diferencia de Ayrton. No evitó sonrojarse de placer cuando le halagó al aspecto, y le hizo una dibujar una linda sonrisa en sus facciones.- ¿Conoces a Ayrton? - Preguntó, sorprendida y al mismo tiempo no tanto. Nicholas era un inquisidor, ahora que lo recordaba y Ayrton, según lo entendido, era el lider de estos. Obviamente se conocerían.

Le indicó a uno de los sirvientes que el té y los pasteles serían para dos antes de tomar asiento en el salón, indicandole con un gesto a Nicholas que la acompañara.- Si, bueno, se supone que debería estar practicando piano pero ya vez que no soy muy buena - Señaló - Tal vez necesite más de tus clases, eres un buen maestro - Le bromeó, recordando como habían pasado ellos algunos dias agradables frente al fino instrumento - Ayrton quiere que venga dos veces por semana y practique algunas cosas. Y cada vez que vengo quiere que me vista asi - Comentó - Esta bien por un rato pero... a veces no deja respirar y es sumamente molesto - Añadio, con incomodidad. Por suerte, al estar en casa de Ayrton, no tenía que usar el corsé, lo cual era un alivio.

- ¿Y tú? ¿Qué haces aquí? ¿Cuando llegaste? - Le interrogó la chica, con expectación - ¿Y por qué no has pasado a saludarme? ¡Que malvado! Y con lo mucho que he extrañado que vengas a visitarme...- Exclamó la chica, haciendole un puchero al italiano, que se veía adorable dada su apariencia.

por Nicholas Magnier Dom Mar 09, 2014 1:39 pm

Claro que lo conozco, le traje unos regalos, espero que no me regañe mucho por desaparecer - comentó divertido mientras seguía a la chica para acomodarse en el salón y que les llevaran té y pasteles, acomodándose con gusto. Esperaba que esos dulces fueran tan buenos como los que preparaba Kat - Claro que seré tu maestro, si una señorita tan encantadora me lo pide, ¿cómo negarme? - Comentó de una manera galante tan suya, escuchando la explicación ajena de que hacía ahí.

¿Qué sucedía ahí? ¿Acaso Ayrton la había tomado para ocultar su relación con Adrien? ¿La chica sabría eso? - Bueno, creo que te ves bastante bien con el vestido, pero creo que tú te ves bien con todo - comentó mientras repasaba las dudas por su mente, como saboreándolas, tratando de descifrarlas sin tener que preguntar.

- Tranquila llevo menos de una semana aquí, fui a verte un día pero tu padre me dijo que no estabas ahí, y le pedí que mantuviera el secreto, quería sorprenderte - Le sonrió y acaricio su mejilla con dulzura - Volví por que extrañaba París y a amigos como tú o Ayrton o Adrien. - mentira, casi, no extrañaba París, extrañaba a sus amigos, pero aun así no había vuelto por eso, no completamente. - Así que no pucheros en ese lindo rostro - se acercó a darle un beso en la frente antes de alejarse y dejar de acariciar el rostro ajeno.

- ¿Y tú? ¿Qué hiciste en todo este tiempo? Me da curiosidad como fue que conociste a Ayrton y empezó a tenerte aquí dos veces por semana. Trato de encontrar una razón pero mi mente esta en blanco. Que te tenga como su prometida es improbable - se encogió de hombros mientras la miraba fijamente - Ahora si me dejaste sin ideas. ¿Cómo sucedió esto?

por **Katherine E. Bonacieux** Dom Mar 09, 2014 3:00 pm

Katherine se sintió mucho más alegre cuando Nicholas decidió acompañarla. Se sentaron en el salón y disfrutaron de su compañía mutua mientras les traían pasteles y té para la merienda. Se sonrojó de manera encantadora cuando Nicholas afirmó que le gustaba el vestido. No estaba acostumbrado a usarlos aún, pero tal vez con el tiempo podría hacerlo si estos seguían viendosele tan bien.

Escuchó con atención lo que este le decía, sin evitar que otro refunfuño juguetón se le pintara en el rostro cuando le confesó que le había pedido a su padre que guardara el secreto. Se dejó hacer mansamente cuando comenzó a acariciarle la mejilla y cerró los ojos ante aquel beso en su frente. Con eso podía conformarse, de momento, aunque ahora ardía en deseos de saber lo que Nicholas le había traido como regalo, aunque como siempre debía esperar. Suspiró, recargandose en el espaldar del sillón, bebiendo un poco de té y tratando de recordar sus modales antes de responderle al italiano.

Pese a todo, no pudo evitar reirse un poquito ante su expresión contrariada. Seguro no tenía ni idea de lo que pasaba, no le sorprendería.- Bueno, respecto a lo que he estado haciendo, pues nada fuera de lo común... Sigo trabajando en la panadería de mi padre y, bueno, de vez en cuando algunas escapadas con Adrien, pero nada serio, tu sabes...- Bromeó, y le guiñó el ojo para corroborarlo - Y respecto a Ayrton, bueno, no, por supuesto que no soy su prometida - Le aseguró con una risa.- Pero si estamos relacionados. ¿Recuerdas que te había dicho que perdí la memoria? Bueno, Ayrton recuerda algo de mi pasado...- Entonces le extendió la mano para que mirara con atención el anillo que siempre llevaba en ella, y que la chica no había detallado sino hasta el encuentro con el mayor - Ayrton... es mi hermano, Nicholas. Mi verdadero nombre es Katherine Elizabeth Doyle...- le explicó, esperando que el otro tuviera una mejor reacción que la de Ayrton al descubrirlo.

por Nicholas Magnier Dom Mar 09, 2014 3:29 pm

Espero que sigas haciendo tan deliciosos pasteles, y te divirtieras en esas escapadas, con Adrien seguro que las disfrutabas mucho - comentó con una sonrisa, encantado de volver a la chica, ver que estaba bien, sana y salva, aunque casi pareciera ser un experimento de Ayrton en esos momentos.

¿Ayrton tomando una chica extraña para hacerle ver de alta cuna? improbable.

- Si, lo recuerdo - comentó mirándole con toda su atención, esperando a que le soltara el secreto de como terminó en esa mansión dos veces por semana. Nada lo preparó para la noticia que le iban a dar.

Su hermano. Son hermanos. Dulce Katherine con el duro de Ayrton. Imposible

- Imposible.

Su rostro mostraba asombro, sorpresa, algo de incredulidad - ¿¡Son hermanos?! - eso si no se lo había esperado, y sus ojos abiertos de par en par denotaban su sorpresa - Pero el ministro me había dicho que no tenía hermanos - recordó y parpadeo un par de veces, sacudiendo su cabeza - Así que es eso, bueno, mejor a que seas su prometida, aunque me sorprende que te deje seguir trabajando en la pastelería - comentó sincero. El ministro podía llegar a ser bastante controlador para tener las cosas que quería como quería -¿ Pero al menos has recuperado memorias? Que bien que al menos ya sepas de donde vienes - comentó con una sonrisa radiante. Algo debían tener los Doyle que tenían descendencia bastante atractiva. Tomo la mano ajena, mirando el anillo sin aun poder creérselo. - Que diminuta es París, pensar que eres la hermana del ministro, mi jefe y mejor amigo - comento con buena actitud, pero sin dejar de estar sorprendido.

- Ahh, ya no seré el atractivo hermano mayor. - comentó con fingida desilusión - Espero ser el hermano protector y tu favorito de los dos - comentó con una sonrisa divertida.

por **Ayrton Doyle** Dom Mar 09, 2014 5:08 pm

Sin imaginar lo que sucedia en su casa, Ayrton llegó esa tarde con espectativas bien claras en mente; Katherine deberia estar practicando el piano, esperaba que ya hubiera recordado algo mas. Sabia que la chica podia hacerlo porque antes en su casa sabia tocar el piano, solo debia recordarlo. Luego tendrían la cena y podria ver como habia mejorado en sus modales. Pese a que no recordara nada, la chica seguia tan impertinente como la recordaba de cuando vivian juntos; y si no queria hacer alguna cosa era casi imposible hacerla cambiar de opinion. Por eso habia terminado en aquella especie de "trato".

Ayrton habia intentado que la chica se mudara a vivir con él, que dejara aquella "vida de pobre" que tenia en aquella panaderia, pero la chica no se dejaba. Ayrton intentó obligarla y la chica se puso rebelde, rompiendo los vestidos, andando despeinada por la casa o incluso, huyendo de su casa dos veces. Finalmente en medio de discusiones, lograron llegar a acuerdo de que la chica debia al menos intentarlo porque no podia pasar el resto de su vida viviendo como una plebeya. Su nombre tenia responsabilidades, y si alguien mas lo averiguaba, podia irles bastante mal, no solo porque su reputación se arruinaria sino porque alguien podia querer hacerle daño a la castaña por ser su hermana.

Perdido en esos pensamientos entró a su casa y de inmediato le fue informado que tenía visitas. Se tensó de inmediato no solo al escuchar la noticia sino al escuchar que Katherine estaba hablando con quien quiera que fuese aquella persona. Con su porte altivo y seguro de siempre estaba dispuesto a correr a quien fuera de su casa y obligarle a cerrar la boca al respecto bajo amenaza, cuando al asomarse al salón se dio cuenta de que se trataba ni más ni menos de que Nicholas. Sus ojos entonces se volvieron una rendija.- ¿Así que decidiste volver? - Inquirió, mirandole afiladamente. Esta bien, era su amigo, pero, ¿Cómo se atrevía a desaparecer tanto tiempo? Y encima hablar tan descaradamente con la chica no lo toleraba. No esperó dos segundos ni siquiera que el otro le saludara antes de irsele encima, provocando que ante ello Katherine soltara un grito.- ¿Cómo te atreves a aparecer asi nada más en la casa? Eres un descarado Nicholas...- Le soltó mientras forcejeaba con él. El sofá se había ido para atrás y ahora ambos estaban en el suelo, forcejeando.

por **Katherine E. Bonacieux** Dom Mar 09, 2014 5:19 pm

Katherine no pudo evitar reirse ante la expresión de Nicholas por su confesión.- Bueno, he de admitir que al principio tampoco lo creía pero, ¿Sabes? Ayrton puede ser muy convincente...- Le comentó - Por supuesto, Adrien también ayudó. Él fue el que planeó que nos encontraramos en primer lugar, y empiezo a pensar que él y Ayrton tiene una relación extraña...- Comentó, pero sin atreverse a hacer más suposiciones. Escuchó su comentario sobre las memorias y solo pudo menear la cabeza. - Pues... si he recordado algunas cosas, pero nada demasiado significativo. Se quien soy, lo he visto en algunos recuerdo, igual que Ayrton, pero aún... por alguna razón no me siento cómoda con esto. Siento que no es mi verdadero yo, así que debe haber algo que estoy perdiendo..- Musitó, pensativo.

Dejó que Nicholas le tomara la mano y le sonrió por ello, escuchandole lamentarse de ese modo sin poder evitar reirse. - Por favor Nicholas, sabes que siempre vas a ser mi favorito, no veo porque dices...- Sin embargo, se calló al escuchar la voz de Ayrton en el salón. ¿Cuando había llegado? Y por lo visto no parecía muy contento de ver a Nicholas... correción, no estaba para nada contento y lo denotó enseguida cuando el ojiazul se le fue encima al italiano. No pudo evitar soltar un gritito, alertando a algunos de los sirvientes que en seguida se acercaron mientras los otros forcejeaban en el suelo.- ¡Ayrton! ¡Ayrton, basta! - Le gritó Katherine, pero el otro parecía hacerse de oidos sordos, al punto que la chica decidió intervenir, aún a riesgo de ser lastimada, comenzando a tirar de la ropa de Ayrton para que terminara con aquello.- ¡No le hagas daño a Nicholas, Ayrton! ¡Basta! - Le exigió aunque no podía hacer demasiado. Su fuerza de dama no se lo permitía.

por Nicholas Magnier Dom Mar 09, 2014 8:48 pm

Estaba hablando de manera relajada con la chica, controlándose para no reír cuando comentó sus sospechas de que tenía algo con Adrien. Ahh... si la chica supiera que tan en lo correcto se encontraba. Por otro lado escuchó con atención lo que le decía de que algo faltaba - Estoy seguro de que faltan muchas cosas por recordar, pero estoy seguro que volverán a ti - Le animó con una sonrisa encantadora, intentando animarle y motivarle a recordar.

Había empezando a sonreír cuando la chica le dijo que claro que era su favorito, y estaba por contestarle que entonces no habría problema cuando escuchó al ministro. Volteó a donde provenía la voz solo para ser próntamente tacleado antes de saber que sucedía - ¡Espera, Ayrton! - trataba de defenderse y evitar que el otro le golpeara, escuchando el grito de la chica - Estas asustando a Katherine, ¡tranquilo! Te explicaré todo, solo detente! - buscó sentarse y sujetar las muñecas ajenas de manera firme, o sabía que le daría más de un golpe. - Te explicare por qué desaparecí.. tranquilo. Respira... te traje regalos - intentó razonas y apelar a la curiosidad ajena para que se relajara y esperar que actuara como creía. Quizá le diría un "más te vale que sean buenos regalos" y se separaría para esperar a que Nicholas se disculpara... No, mejor se disculpaba ahora. - Perdón por desaparecer, tuve que ir a Italia casi de inmediato y no tuve tiempo de avisar a nadie... incluso me recomendaron que no le dijera a nadie... perdona. - Si, al menos asi le calmaría por un poco más, esperaba no salir con demasiados golpes de ahí.

por **Ayrton Doyle** Lun Mar 10, 2014 3:03 pm

- Al demonio... ¿¡Tienes idea de todo lo que ha pasado en tu ausencia?!... Tú... pedazo de...- Realmente no le importaba que Katherine estuviera asustado, mucho menos le preocupaba la posibilidad de que el sofá se hubiera roto o que la alfombra se manchara si es que se había derramado el pastel o el té. Solo quería tener el cuello del italiano en sus manos y sentir como lo asfixiaba poco a poco. No lo mataría, por supuesto, pero si pensaba lastimarle. Ayrton no solía perder la paciencia de ese modo, y cuando la perdía, generalmente estaba solo... pero Nicholas lo había agarrado definitivamente en mal momento, y encima verlo hablar con Katherine tan tranquilo terminó de detonar su auto-control.

Ni siquiera la idea de que le había traído regalos le disuadía... bueno, al menos no del todo. Una parte curiosa de su mente quería saber, pero la otra estaba más enfocada en golpear a Nicholas. Sentía como el otro le agarraba firme las muñecas, intentando que no le golpearan, pero Ayrton ya tenía el cuello del italiano entre sus manos, aunque no podía asfixiarlo por la presión que este hacía sobre sus muñecas. Lo miró fijo a los ojos mientras le escuchaba soltar apenas esas disculpas, a la par que sentía a Katherine tirarle de la ropa. Podía empujar a la chica lejos y seguir con sus instintos homicidas, pero eso no le iba a durar demasiado tampoco. Le vio con ojos afilados unos instantes más antes relajar el agarre a su cuello. Esperó a que el otro soltara sus muñecas antes de apartarse un poco.- A la próxima, no te metas en mis asuntos Katherine...- Le espetó Ayrton de manera tosca, logrando que la chica se ofendiera, y cuando Nicholas ya tuvo la guardia baja, en un movimiento rápido le golpeó la cabeza de nuevo contra el suelo. No se la iba a romper, obvio que no, pero al menos le dolería.

por **Katherine E. Bonacieux** Lun Mar 10, 2014 3:19 pm

Katherine tuvo que observar frustrada como Ayrton seguía intentando hacerle daño a Nicholas mientras estos forcejeaban. Los sirvientes, escandalizados, intentaron apartarla pero la chica no se dejó, aún forcejeando con ellos. Estaba dispuesta a patear a Ayrton si era necesario para que soltara a su amigo cuando el otro pareció pensarlo mejor y finalmente lo soltó. Le miró con enojo entonces, pero el otro le habló de aquella manera tosca que la hizo indignarse, soltando un bufido molesto.- Si así tratas a tus amigos, empiezo a ver por qué no tienes ninguno...- Le soltó la chica de manera mordaz, haciendo que Ayrton la mirara con furia y, acto seguido, golpeara la cabeza de Nicholas con fuerza contra el suelo.- ¡Ayrton! - Le gritó entonces, y lo habría golpeado de no parecerle Nicholas más importante en ese momento.

Mientras el ministro de la inquisión se levantaba, indignado, y ahora enojado por culpa de su hermana, la chica se sentó en el suelo sin importarle si su vestido se dañaba o lo que fuera, acercándose a Nicholas y tomándolo cuidadosamente en sus manos delicadas, comenzando a inspeccionarlo.- ¿Estas bien Nicholas? - Inquirió - Por favor, dime que Ayrton no te ha lastimado...- Exclamó con preocupación.

por Nicholas Magnier Mar Mar 18, 2014 4:31 pm

Quería calmar a Ayrton y que KAtherine se alejara, no quería que Ayrton terminara empujándola a un lado y estimándola, sabía lo agresivo que se ponía el ministro cuando se enojaba, ya había una vez casi matado a Adrien por haberse enojado, aunque después volvió a sus sentidos y le pidió a Nich que lo liberara. No quería que empujara a Katherine por intentar defenderlo. - Ayrton.. hablemos tranquilos y te lo explicaré - intentó convencerle, aliviado por sentir que le soltaba, a pesar de que le hablara mal a la chica, estaba aliviado de que le soltara. Eso podría haber salido mejor.

Dejó la guardia baja, escuchando el comentario de Katherine de que por esas actitudes el ministro no tenía amigos... Si, suponía que era verdad, pero Nich era un cabeza dura y no le importaba, claro que cualquier pensamiento que pudiese tener fue borrado cuando el ministro le estrelló la cabeza contra el suelo - joder! - exclamo mientras se tomaba la cabeza, habia dolido y la vista se le había nublado, pero estaba bien, entendía en enojo ajeno. - Tranquila Katherine, estoy bien, tengo la cabeza dura - comentó mientras se incorporaba lentamente, sonriendo a la chica para ponerse de pie y después ayudarla a incorporarse - Entonces, ministro, quiere sus regalos? - le sonrió suave, tratando de disipar la mueca de dolor - Vamos... traje un buen vino con el cual podemos ponernos a hablar... me parece que hay mucho que debemos contarnos - intentó sonreir y se quedo viendo al mayor de los Doyle. - Claro que si lo prefieres te doy los regalos y puedo irme si no es un buen momento para ti - trato de parecer serio ante ese ofrecimiento, casual, si el otro no admitia que le había extrañado, entonces buscaría que lo hiciera.

por **Ayrton Doyle** Mar Mar 18, 2014 6:27 pm

Pese a que hubiera decidido no ahorcarlo, en ese momento, Ayrton seguía enojado. Por lo mismo ni siquiera les prestó atención a los otros dos al momento en que Katherine lucía "tan preocupada por él". Tonterías. Estaba seguro de que si fuera él quien hubiera terminado sangrando, ella no se preocuparía... tal como en los viejos tiempos. Los sirvientes aguardaban en el lindero del salón, como tratando de averiguar lo sucedido y al mismo tiempo esperando las ordenes ajenas. Ayrton los miró con enojo. Todos parecían mujeres chismosas. - ¿No se han cansado todavía de escuchar detrás de las puertas? - Le espetó con voz ácida y helada a la vez - Vayan a disponer de la comida, ¡Para tres, ya que están tan solícitos! - Les ordenó con agresividad - Y ya se las verá conmigo el próximo que esté metiendo sus narices donde no lo llaman - Señaló, ofuscado.

Se volteó entonces a Nicholas, mirándole aún con aquel destello furibundo en sus ojos, a pesar de que su expresión se hubiera "calmado", o eso pareciera.- Ya que tienes tantas ganas de hablar, hazlo durante la cena - espetó, mientras le daba la espalda - Y tus regalos... sabes perfectamente lo que puedes hacer con ellos - Quiso decirle algo mucho más grosero, pero entonces Katherine seguro armaría más jaleo por ello y él detestaba los dramas femeninos con toda la voluntad de su alma. Le dejó a Nicholas el trabajo de escoltar a su hermana con naturalidad, caminando al comedor al cual ya se le había agregado otro puesto al lado de la cabecera a la cual él se sentaría; uno era el puesto de Katherine, el otro sería el de Nicholas. Ayrton tomó asiento con naturalidad y esperó, aún con aquella mala cara, a que el otro tuviera al menos una explicación decente.

por **Katherine E. Bonacieux** Mar Mar 18, 2014 7:37 pm

Katherine, pese a la respuesta de Nicholas, no parecía muy conforme. No entendía como su amigo podía tratar a Ayrton con tanta naturalidad después de lo que el otro hiciera pues, a su parecer, no lo merecía. Ser tratado con tanta indulgencia después de haber lastimado a alguien se suponía que era tu amigo era algo que no tenía sentido para Katherine, sin embargo, se ahorró sus comentarios y cualquier otra cosa que le pudo haber dicho a Ayrton solo porque Nicho estaba allí.- El hecho de que tenggas la cabeza dura no significa que puede lastimarte de ese modo...- Respondió la chica aún un poco enojada... bueno, bastante, antes de tomar la mano de Nicholas que la ayudaba a incorporarse, para luego rodear su brazo con el propio, mirando feo a su hermano, como si quisiera darle a entender que no iba a dejar que el otro se fuera... y por lo visto, le había entendido, porque había mandado a servir la mesa para los tres. Era lo menos que podía hacer después de golpear a Nicholas.

Aliviada de que la situación pareciera haberse "aligerado", jaló a Nicholas del brazo para que la llevara al comedor, donde Ayrton ya se encontraba cómoda y despreocupadamente sentado, así que ella esperó a que Nicholas le apartara la silla como buen caballero que era antes de sentarse. Se contuvo de decirle algo a Ayrton y solo esperó en silencio a que él o Nicholas empezara a hablar.

por Nicholas Magnier Miér Abr 23, 2014 1:23 pm

En realidad.. si esta en su derecho. Esta dolido, soy su mejor amigo y me fui sin decir nada - Respondió en un susurro y le sonrió como si se disculpara de algo, era claro, se disculpaba por irse sin avisar. Estaba en un gran lio, una cosa era tener a cada uno por separado, pero al tener a ambos ahí tenía que cuidar lo que decía. No sabía cuando sabía Kat de Ayrton, y Nicholas no podía soltar que se fue por asuntos de asesinos, Katherine no sabía que Nicholas era uno. Eso podía terminar muy mal.

Guió a la chica a la mesa y como todo un caballero le alejó la silla y acercó cuando se estuviera sentando para después acomodarse en su lugar y mirar a los que eran hermanos. Katherine era como su hermana, pero no quitaba que hubiera tenido una noche con ella; también tuvo su noche con Ayrton. Si, eso podía acabar muy mal. El italiano quería enterrar su cabeza en un agujero y quedarse ahí.

Los dos merecen explicaciones - Los miró a ambos y volteó a ver a Ayrton - Después de la cena hablaremos más, pero de momento quiero decirte que ya conocía a Katherine, pero no tenía idea alguna de que fuera tu hermana. Por eso nos viste platicando animadamente y que reaccionó como reaccionó ante tu ataque - Era la mejor manera de empezar, dejar en claro al otro que no le estaba coqueteando como si recién la conociera, que era más platica de amigos - No tenía ni idea de que la encontraría aqui. Después de conocernos un poco, la sentía más como mi hermana menor, me recuerda a mi verdadera hermana, a la que no he visto en un buen tiempo.

Esperaba el menos eso calmara un poco al ministro por haberlos visto tan animados, o porque ella se preocupara por Nicholas. - Del porqué desaparecí sin dejar rastro ni decirle a nadie, es más complicado y será mejor explicarlo tras la cena - comentó mientras veía a los sirvientes terminar de servirles, cuando habló en este caso miraba a ambos. La cena le daría tiempo de idear una manera de decirlo para que Ayrton captara que había algo mas que no podía decir por ahi estar Katherine (y quiza se sintiera mejor por saber algo que su hermana no), pero que a su vez dejara a Katherine satisfecha. Asuntos familiares era la mejor excusa, Ayrton sabía que su familia italiana eran los asesinos, así que esperaba supusiera que tenía algo que ver con ello y buscara quedarse a solas en algún punto para hablar de ello. Pero algo le decía a Nicholas que antes recibiría más intentos asesinos de parte del ministro. Empezó a comer - Yo tengo curiosidad, ¿cómo se encontraron ustedes dos?

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