Una muerte inesperada {Continuación}

por **Adrien C. Trouillefou** Sáb Oct 24, 2015 9:15 pm

Cuando llegaron a la corte de los milagros Clopín fue el que tuvo que bajar de allí, entrar en su tienda y ponerse sus ropas habituales con las que salió de nuevo a sacar el cuerpo y meterlo consigo, cubierto hasta dentro de la tienda, le sentó justo a su lado y miró su rostro precioso... le dolía cada una de esas facciones, recordó tantos momentos juntos que en su cabeza no había cabida para que Clopín dijera nada sino sólo para que se encargara de lo que él no podía en ese momento de ese dolor tan grande, una parte de él había muerto junto con el ojiazul... Le lloró al rededor de dos horas en las que abrazado contra él y recorriéndole con sus manos sólo podía gemir su nombre entre sollozos tan sentidos que dolían escucharlos, nadie se atrevió a acercarse a donde se había metido el rey gitano, necesitaba llorar su cadáver, besarle lo suficiente para no arrepentirse cuando no lo tuviera tan cerca, pero ya lo había besado y amado tanto que quizá aquello sería imposible ¿Besar suficiente a alguien que amaba hasta perderse? La simple pregunta era inaudita.

Encontró una carta entre sus ropas que atesoró junto con otro par de pertenencias que consideró debía conservar y le dio uno de los anillos que él poseía para que se fuera con algo suyo, aunque él en sí ya era tan suyo... Suspiró exhausto y se recargó en su hombro mientras que de sus ojos caían lágrimas y más lágrimas, nunca supo que pudiera llorar tanto y durante tanto tiempo sufrir tan profundamente, hubiera preferido que el muerto fuera él a pasar por esa pena tan grande de la que ahora se preguntaba si algún día podría superar, entrelazó sus dedos con los ajenos y pasó saliva de nuevo aclarando la garganta en un tono roto -Aquí debiste estar... conmigo, reinando a mi lado... Pero decidiste reinar en el lugar equivocado amor mío... esos malditos te traicionaron... y te juro que no los perdonaré jamás ni me rendiré hasta tener la cabeza de cada uno sin importar de quién se trate... incluso si al final yo mismo debo de terminar con mi vida si es que alguna vez yo te haya hecho algún mal... esta vida no hace más que patearnos constantemente pero... yo sé que te fuiste al cielo como... una mariposa... que cerraste tus ojos preciosos y al abrirlos eras tan pequeñito sobrevolando el mar... ahora eres cielo, eres este corazón en mi pecho... eres sangre, eres besos y... palabras... Tanto te amé... a un grado imposible para cualquiera... nunca voy a amar a nadie como a ti... ¿Acaso podrás escucharme? ¡Te amo!...- Exclamó apretando su mano y su pulso tembló, pronto comprendió que ya no podía seguir haciéndose eso, tenerle allí... Pidió a la madre medium que arreglaran su entierro pero decidió que no llamaría a Katherine, no sería él quien diera una noticia así a esa chica y más porque sabía que ella nunca le tuvo real afecto en realidad sólo era su hermano de nombre y ya, su amado no tenía más familia que él ahora que lo pensaba mejor, quien ahora se desmoronaba a pedazos incapaz de sonreír, discapacitado para ser feliz quién sabe por cuánto tiempo... Entregó el cuerpo de Doyle depositando un beso en sus labios y sosteniendo su mano hasta que le retiraron de él, vio ese cuerpo marcharse y lloró de nuevo... No podía con todo eso, ¿Quién se imagina que una buena mañana al despertar está uno despinado a pasar por tanto dolor sin siquiera esperarse nada? Él sólo quería que ese fuera un día como cualquier otro en el que lo visitaba vestido de chica y se reían, se acostaban, comían y se molestaban uno al otro y entre todo eso se amaban más que nadie en todo París.

Ese día sería el más oscuro y horrible de todos en la vida de Adrien, ese día Ayrton Doyle estaba muerto y Adrien lo estaba un poco también, y ahora se preguntaba algo muy difícil ¿Debía avisar a Nicholas? Seguramente al igual que él enloquecería de pena.

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Pasadas unas horas alguien entró cuidadoso en su tienda, él se había quedado dormido abrazando la capa de Ayrton mientras lamentaba su pérdida con tanto sufrimiento en el pecho...

por **Danielle Faure** Sáb Oct 24, 2015 9:24 pm

Danielle le removió un poco y le miró con sus grandes ojos empáticos y comprensivos, estaba tan triste como él y no porque conociera a Ayrton del todo sino porque sabía todo el dolor que le causaría a su amigo, seguramente ese daño era era el peor de todos... ¿Cuántos años de relación ya tenían? Contando bien eran unos cuatro. Ella les había ayudado un par de veces de mil amores porque le parecían una pareja preciosa. -Lo siento mucho Adrien...-

-¿Viste cuando pasó?...- Preguntó bajo sentándose con cuidado en la tienda e inmediatamente sus ojos se llenaron de lágrimas de nuevo, tuvo que limpiar una de su mejilla pero no dejó de mirarla.

-Sí... Nadie se esperaba eso, fue un tipo encapuchado con una ballesta pero ni siquiera pudimos seguirlo, dos compañeros le persiguieron pero... fue como si se hubiera evaporado, aún siguen buscándolo, tenemos la descripción de sus facciones, yo misma recuerdo el rostro de ese maldito...-

-¿Él sufrió?...-

-Ni siquiera se dio cuenta, iba a entrar al Tribunal, había sido citado más temprano de lo habitual por el consejo, acababa de saludarme cuando... el tipo ese apareció y se plantó frente a él, eso fue todo ¡Fue un parpadeo! Luego de repente ya estaban los gitanos llevándose el cadáver, no tenemos idea de cómo es que pudieron movilizarse así ustedes pero... debo decirte que obviamente están buscando señalarlos como culpables por esto y sin embargo piuenso que hiciste bien, él no tiene más familia... "oficial", por lo que creo que... pudo haber un riesgo a que deshorraran el cuerpo de... Ayrton... En serio lo siento...-

-Voy a destruírlos a todos...- Aseguró mientras la ira se pintaba en sus ojos después de tal relato -¡Van a pagar! ¡Todos esos malditos van a pagar!- Exclamó levantándose y saliendo hecho una furia de la tienda.

Danielle no había visto una mirada así en su amigo desde que lo conocía, tampoco una mirada tan devastada, realmente se sintió mal... ¿Pero qué podía decir que le hiciera sentir mejor? ¡Nada! Sólo quiso darle la versión detallada de los hechos... por cierto si Adrien movilizaba a los gitanos y a su gente a buscar al asesino seguro que podrían tener más información, quizá en realidad aquello sí terminaba siendo de ayuda. -Oh Adrien...- Bajó la mirada al suelo y salió triste, lentamente de allí, derramó un par de lágrimas por su jefe, era una buena persona, el único capaz de detener a Alexander cuando perdía la cabeza ¿Ahora qué les esperaba con ese hombre en el control total del poder del Tribunal?... La sangre se le heló.

por **Adrien C. Trouillefou** Mar Oct 27, 2015 9:48 pm

Salió corriendo de allí, buscó meterse al rincón más recóndito de las mazmorras de la corte y justo allí se sostuvo la cabeza con fuerza pegándose con fuerza contra la pared mientras sus ojos se llenaban de lágrimas al igual que su pecho de rabia -¡AYÚDAME CLOPÌN! ¡AYÚDAME!- Le exigió, ya no podía más, ya no quería seguir sintiéndose mal por esa muerte, él sabía que sucedería tarde o temprano y aún así estaba tan TAN enojado con ello, tan inconforme, tan triste que ese cabeza dura se fuera así... pero...

"Quién sabe, tal vez como bien dijo él nos vamos a encontrar más allá y podremos golpearlo tal y como merece, debiste escupirle en el rostro al hijo de puta. Se larga muy a gusto al hoyo y nos deja aquí con ese malnacido de Alexander... ¿Sabes lo que nos va a hacer si lo coronamos este año? No creo que te ayude a salir de las mazmorras, cariño, ni siquiera por los mejores ojos de cachorro que tengas... ese tipo que acaba de morir allí nunca se encargó bien de ti y tú lo sabes sólo que nunca miraste bien dentro de la escena, follaba rico ¿Y qué más, Adrien? ¡¿Qué más?! ¡Deja de joderme con idioteces que no van al caso! ¡Yo me encargo de ti, yo te cuido! Ese malnacido sólo te cogía y ponía en riesgo nuestra cabeza, fue bueno que muriera, es lo que siempre quiso, a ti no... ¿Era delirantemente guapo? ¿Era divertido pelear con él? ¿Era emocionante estar a su lado? ¿Te digo porqué? ¡Nos gustaba la adrenalina de mirar a la muerte a los ojos y jugar con ella!" -Encárgate...- "Encantado ¡Yo tengo el control ahora, muchas gracias! Después de enterrar a ese malnacido bastardo como se debe vamos a tener que ajustar la técnica de sobrevivencia. Ese malnacido de Alexander debe estar que baila de gusto, al igual que yo si te soy bien franco, te dije muchas veces que ese tipo sólo te hacía más idiota de lo que normalmente eres... Oh ¿Ahora quién nos sacará de líos? Papi Ayrton ya no está y con él se fueron las noches calientes seguro que ahora mismo toma el té junto con Mireya, a la mierda, Adrien se acabó el juego... ¿Sabes qué más sería buenísimo? Que busquemos la manera de irle simpatizando a ese cabrón que aún está más que vivito y coleando...".

Entonces tomando una actitud más severa y aterradora Adrien dejó que Clopìn tomara el control, porque tenía razón, era quien cuidaba de él, quien realmente estaba, ya no quería más sufrimiento y tenía que significar todo aquello un futuro diferente para él, ya no había murallas... Ayrton era una muralla y los gitanos no las resistían por mucho tiempo. Ahora era el amo y señor de su pueblo de nuevo y vanagloriándose en él las cosas tenían que apuntar diferentes.

-FIN DE LA ESCENA-

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