Una noche amena [Privado]

por **Ayrton Doyle** Mar Jul 26, 2011 2:34 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Una vez en aquella zona, no tardaron demasiado en llegar a la residencia del ministro, bastante ostentosa, tal como a él le gustaba, cosa que se notaba por la sonrisa de suficiencia con que observaba la fachada de la casa luego de haber pasado por el amplio jardín. El carruaje se detuvo frente a la entrada.- Con permiso...- Bajó él primero, la servidumbre les esperaba en la entrada, un par de morochos bien parecidos, una jovencita de aspecto delicado y un joven de apariencia similar.- Dispongan la cena para nuestro invitado y ocupense de que se sienta cómodo...- Musitó. El joven se acercó para tomar la capa de manos del ministro cuando este se acercó y luego se retiró con una reverencia. Entonces Ayrton se volvió hacia el carruaje, a su invitado, con una expresión de leve suficiencia. - Bienvenido a mi casa, Nicholas. Espero que tu velada aqui sea agradable - Murmuró, dandole paso al interior de la casa, de caracter excentrico aunque sobrio y elegante también, una extraña combinación.

por **Ayrton Doyle** Jue Mar 22, 2012 9:47 pm

Se tensó de inmediato nuevamente cuando el indice de la mano de Nicholas comenzó a hurgar entre sus piernas. A pesar de que el inquisidor le estuviera dando placer con su boca, era aquella acción la que no le permitía relajarse y entregarse por completo al placer. Pese a ello, con sorpresa, no pudo evitar jadear cuando Nic encontró ese punto. Le produjo una descarga electrica en todo el cuerpo, la cual sentía amplificada por los toques que su deliciosa lengua le brindaba. - nghm...- Se mordió el labio para no dejar oir exclamacion alguna y no darle el gusto a Nicholas, aún en esa posición lo desafiaba, pero no podía evitar que sus acciones le hicieran temblar sobre la cama y le produjeran violentos espasmos casi incontrolables. Por siempre buscar hacer las cosas "a la fuerza", muy pocas veces recibía tan solicito las atenciones que ahora le daba el italiano.

por Nicholas Magnier Vie Mar 23, 2012 6:23 am

Sintió el espasmo ajeno al encontrar ese punto que volvió a acariciar y presionar como si fuera algún botón. Se sentía sonreír en el oral que le daba al mayor, aun si no lo demostrara el placer que sentía era bastante obvio para Nicholas.

No le haría rogar por más, pero lo que si queria era desesperarle con el liston por no poder correrse. Quería ver al ministro desesperado por algo, siempre parecía tan tranquilo o que al menos tomaba a la fuerza lo que no le daban por "las buenas". Ardiente en deseo por ver a Ayrton retorcerse aun más presiono sus labios y su lengua en el miembro ajeno cuando bajaba solo para relajar su boca y succionar cuando subía. Repitió esos movimientos constantemente, su propio miembro le pedía atención, le pedía entrar en Ayrton, pero Nicholas no era tan idiota como para hacerlo. Le agradaba su jefe, y no queria que todo eso terminara por penetrarle. Se notaba que al otro eso le ponia tenso, todo era mejor por las buenas. La mano que estaba en el pecho de Ayrton termino por pasar a su propio miembro para otorgarle la atención que quería.

por **Ayrton Doyle** Dom Mar 09, 2014 12:03 pm

El ministro no pudo evitar estremecerse más ante las acciones ajenas, porque el otro tenía experiencia en saber donde y cómo tocar para que lo disfrutara. Al parecer la idea de liarse con aquel italiano no había sido mala, había sacado algo muy bueno de aquello.- mghghmm...- Se mordió con fuerza el labio sin importarle herirse, en un intento orgulloso de no dejar escuchar ninguna exclamación de placer, pese a que lo estuviera disfrutando bastante. Sin embargo, pronto aquel placer se volvió una desesperación incómoda, pues todo el placer que le estaba otorgando el italiano se estaba agolpando en su vientre bajo sin posibilidades de liberarse. Su cadera comenzó a removerse, pese a que disfrutara las succiones en su miembro, ya duro y con el glande rojizo por tanta estimulación, lo que le había valido incluso que comenzara a mover paulatinamente su cadera contra la boca del italiano.

-Nicholas... nhmg! hasta cuando... pretendes... seguir con esto? - Le interrogó entre jadeos, llevando sus manos, aunque atadas, a tomar los cabellos ajenos haciéndole mirarle. A ese paso iba a terminar por follar su boca si no se controlaba. Su miembro incluso ya dolía un poco por no poder liberarse a causa de ese maldito listón.

por Nicholas Magnier Miér Abr 23, 2014 1:02 pm

Hasta que no pueda más, señor ministro, pienso continuar hasta entonces. - Sonrió de aquella manera que solo Nicholas sabía, de esa manera en que parecía poder ver a través de las demás personas. - O hasta que de la orden - susurró, bajando a lamer toda su extensión una vez más - Hasta que ruegue por que lo deje correrse - Sonrió, volteando a verle unos momentos más antes de volverle a meter a su boca y succionar con fuerza tal que sus mejillas se ahuecaron, la mano con la que antes se masturbara pasó a la base del miembro del mayor, jugueteando con ese listón, esperando la desesperación ajena que le hiciera dejarle ir.

Había algo extrañamente placentero el tener así al hombre más poderoso de Paris.

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