De vino y buenas formas [Amour, Gabriel]

por **Tiffany Brice** Mar Feb 11, 2014 10:30 pm

Tiffany, la preciosa y consentida sobrina de Amour quería celebrar esa noche, sin un motivo específico, tan sólo tenía muchas ganas de beber vino y pasar un buen rato entre conocidos; eso significaba bailar, coquetear, reír...algunas de sus cosas favoritas, pero no quería una engorrosa fiesta de gala con hombres viejos y aburridos intercambiando chismes reales, sólo quería invitar a unas cuantas personas cercanas y que fuera una reunión menos formal, para que fuera más entretenida.

Se vistió con un ceñido vestido blanco, llevaba un escote que resaltaba su busto encantoso y tenía corset pero no estaba tan apretado, pues no lo necesitaba con esa cintura tan fina. Se peinó recogiendo todos sus rizos pero dejando algunos libres para enmarcar su rostro y otros dos que acariciaran su nuca. Unos tacones blancos y altos realzaron su figura de forma espléndida.

Había mandado a realizar los preparativos y las invitaciones necesarias con sus sirvientas desde un par de días antes. Por supuesto que su hermano y su tío tenían que estar ahí, disfrutaba la cara que ponía su hermano en las reuniones, parecía un ratonsito deslumbrado, pero nunca le daban opción, debía asistir quisiera o no.

Al descender los peldaños y encontrar a su tío en la sala principal, le regaló una de esas malévolas sonrisas -Buenas noches tío...- Hizo una muy leve reverencia poniendo un pie detrás de otro e inclinándose con gracia, levantando su falda con ambas manos como acostumbraban las damas finas; luego le ofreció su pequeña mano enguantada para que la saludara, aunque los dos intercambiaban risas, pues esas formalidades eran sólo un jugueteo de su sobrina, puesto que ellos no se llevaban tan seriamente. -¿Te gusta mi vestido?- Le preguntó adelantándose un paso de distancia para darle la espalda y que pudiera apreciar los detalles con piedras preciosas que formaban espirales en el corset; que dejaba ver su piel entre los hoyuelos como un toque sensual. Sobre su hombro miró a su tío con un atisbo travieso en su sonrisa y en sus ojos verdes.

por **Amour Brice** Mar Feb 11, 2014 11:30 pm

Amour no tenía ganas de nada, sinceramente le hubiera gustado tirarse en casa a girar en su cama un rato pero su sobrina ya le había dado ideas de lo "bueno" que podía ser embriagarse un rato por lo que no podía despreciarlo, la miró arqueando una ceja, era interesante, se le veía tan preciosa... le recordaba mucho a su adorado hermano esa muchacha, con él se llevaba tan bien como con esa chica astuta y maquiavélica.

Besó su mano pintando una sonrisa divertida en sus facciones -Te ves adorable como siempre mi pequeño caramelo- Le habló con dulzura que a pesar de ser dirigida a ella con cariño también llevaba cierto sarcasmo en el diminutivo, ambos sabían que era todo menos dulce aquella chica.

-En fin, ya mandé traer el vino y ya decidí en dónde la pasará sentado tu hermanito- Le dijo pintando una sonrisa maligna pero encantadora en sus perfectas facciones. Había colocado una silla junto a uno de los sillones específicamente para que estuviera a su lado y no a lado de los demás, lo quería sólo para él.

-¿Tardarán tus amigos en llegar? Yo por mi parte he invitado a Diègue- Le platicó como si nada.

por **Gabriel Brice** Miér Feb 12, 2014 12:29 am

Aquella noche, Gabriel tendría que verse obligado a dejar unas horas sus libros para ser arrastrado al horror de la convivencia social, nada más y nada menos que con su hermana, su tío y toda la compañía de gente, amiga de ellos dos... Sí, sin duda una noche prometedoramente nefasta. Pero no es como si tuviera opción de retirarse o esconderse, o simplemente rehusarse a bajar... Porque sabía que de no hacerlo, su situación sería peor de lo que le auguraba en aquella fiesta. No podía hacer más, así que se limitó a ponerse uno de sus finos trajes, de esos que se le entallaban y resaltaban su figura alta y delgada, se puso algunos perfumes, y bajó por las escaleras a pasos titubeantes, observando que Amour y Tiffany ya aguardaban, y parecía que llevaban algún rato ahí. Se estremeció ligeramente al sentir la frívola mirada del Brice principal sobre su persona, escudriñándole como solía hacerlo, como si pudiese penetrar en los rincones más insanos de su alma y torturarle desde ahí. Eso, aunado a la ya característica mirada de su hermana, hacían que sus ánimos fuesen menos y sintiera, por el contrario, más ganas de salir huyendo, y también menos fuerza para hacerlo. Caminó para quedar a un lado de su tío, a una distancia suficiente para no tocarlo, ni tampoco para caer en lo grosero, sin decir palabra alguna, y con la mirada al suelo. Sería una noche larga...

por **Amour Brice** Miér Feb 12, 2014 1:21 am

Estaba encantado con su sobrina, pero por Dios... ver bajar a Gabriel con ese traje le hizo tener ganas de agacharle allí mismo y... Se mordió el labio inferior dándole la espalda, incluso el hecho de que se parara a cierta distancia de él le daban más ansias de poseerlo, cerró los ojos reordenando sus pensamientos y suspiró -Esperaré con Gabriel a que vengan allá arriba, haz que las siervas nos llamen cuando todo esté listo ¿vale?- Le ordenó a Tiffany -Por cierto cariño, haz que todos se pongan cómodos y que la maldita servidumbre haga bien su trabajo- Le dijo sin más precipitándose a tomar de la mano al ojiverde y subirlo prácticamente "de corbata" junto con él arrinconándolo en uno de los más próximos pasillos para colar sus manos sin pudor alguno por las caderas del mencionado hasta hacerse de ambos glúteos y tomarlos con brusquedad presionándolos con cierto placer insano hundiendo sus dedos y mordiendo el lóbulo ajeno -Te ves delicioso con este traje... no quiero que mires a nadie más, lo tienes prohibido...- Le musitó al oído desplazándose a contactos húmedos por su mejilla hasta plantarle un beso en los labios, un contacto con el que pidió permiso para adentrarse en esa pudorosa cavidad colando su lengua para besarlo con intensidad.

por **Gabriel Brice** Miér Feb 12, 2014 12:07 pm

Los ojos de Gabriel se abrieron grandes al escuchar las instrucciones que su tío le daba a Tiffany, y el miedo se hizo notorio cuando le tomó de esa manera y lo jaló de vuelta a arriba. Torpemente le siguió el paso, hasta que sintió su espalda retumbar contra una pared. Sus manos buscaron desesperadamente aferrarse a esta, en un intento por tal vez no enloquecer por el pánico que ya se lo estaba comiendo, al mismo tiempo en el que su tío irrumpía por su piel. Dejó escapar un jadeo por el choque que subió desde sus nalgas y repercutió de manera extraña y enferma en su entrepierna. Se alzó de hombros al momento en el que le habló al oído, y cerró los ojos, que ya estaban vidriosos. - N-no lo haré...- Habló con voz temblorosa, y mantuvo los ojos cerrados. Los besos por su mejilla le quemaba, y recibió los labios de su tío sin queja alguna, cediendo a sus demandas enseguida y degustando aquella lengua que se frotaba con la suya y le hacía estremecerse por su sabor. Ese sabor le hacía enloquecer de algún modo, y se sentía tan mal por eso... Pero era propiedad de Amour, aunque no quisiera. Probablemente era eso lo que le hacía corresponder. Su propio subconsciente ya había cedido a la sumisión. Relajó un poco sus brazos, y aunque continuaron pegados a la pared sin saber qué hacer y rehusándose a aferrarse a Amour, ya no intentaba perforarla con sus dedos. En lugar de eso, correspondía al beso y las caricias con suaves gemidos que se entremezclaban con sus ganas de llorar y se complementaban con el par de lágrimas que ya caían por su cara.

por **Tiffany Brice** Miér Feb 12, 2014 9:44 pm

Una leve risa compartió el sarcasmo de Amour al llamarla "caramelo" -Sé que tú te encargarás de que no de problemas...aunque ni siquiera creo que quiera beber...no, ¿Qué estoy diciendo? ni siquiera se mueve del sofá...- Agregó con una sonrisa más perversa. -Así que no hay de que preocuparse con él...¡Diégue! Buenas noticias, sabes que es bienvenido...- Tiffany se llevaba de maravilla con él, ahora estaba más entusiasmada de que empezara la noche. -Seguro ya no tardan, así que iré a esperar a la antesala...- Le comentó la rubia, llevando sus pasos altivos hacia donde dijo.

En ese momento los pasos de Gabriel en las escaleras lo detuvieron a medio camino -Hermanito...me da gusto que ya estés listo y ansioso para la reunión...- Agregó la rubia paladeándose su disfrute en la certeza del sufrimiento ajeno. Sus ojos verdes recorrieron con satisfacción del atuendo que había elegido, así no tendría problemas en que estuviera rondando entre sus conocidos más cercanos. Luego escuchó a su tío y no tuvo problemas en asentir complaciente -Como tú digas...- Aceptó en un tono servicial que definitivamente sólo con Amour dejaba ver. Le dirigió una última mirada a Gabriel y se dio la vuelta en un gesto grácil hacia la antesala para ir a hacerse cargo, ya habían llegado unas cuantas personas y fue a saludarlas.

por **Amour Brice** Dom Feb 23, 2014 12:43 am

Al sentir la humedad en el rostro ajeno se separó -No no, no empecemos con eso, no quiero que noten que llorabas- Le dijo secando sus lágrimas con la manga de su saco y mirándolo con firmeza -Intenta controlarte ¿Quieres?- Le pidió bajo volviendo a tomar sus labios mordiéndolos para que viniera hacia él y en un último contacto fiero y húmedo se separó de él -Me gusta la colonia que elegiste, queda contigo- Dijo finalmente pintando una sonrisa cínica en su rostro, aquello era de las pocas cosas que lo dejaba elegir solo, finalmente caminó escaleras abajo -No te demores, te quiero justo en el sofá que te indiqué- Agregó tranquilamente mientras miraba con desdén a una de las sirvientas -¿Ya está listo todo?- Preguntó en tono firme.

-S-sí señor ¿Desea algo más?-

-Una gran copa de vino- Pidió tranquilamente -Gracias- Dijo serio adentrándose a la sala y tomando asiento tranquilamente observando a los músicos que acababan de llegar y ya estaban instalándose en el sitio que les correspondía, eso iba a ser fabuloso, de muy buen gusto el conjunto de músicos que había elegido Tiffany, como de costumbre le dedicó una mirada complacida -Bravo- Pronunció en acento italiano y le sonrió mientras recibía su copa de vino -Me vas a disculpar pequeña, pero voy a comenzar inaugurando la fiesta- Le dijo dando un trago sin más a la gran copa y suspirando, demonios... a veces quisiera vivir follándose a su sobrino... pero lamentablemente sus deberes se lo impedían. Rodó los ojos al escuchar la puerta, había llegado alguien al fin.

por **Gabriel Brice** Dom Feb 23, 2014 5:33 pm

Se sonrojó un poco cuando su tío le secó las lágrimas, y algo se removió en su pecho. Se dejó llevar, jadeando un poco por esa mordida y correspondiendo al beso sin más, hasta que se separó de él. - Gracias...- Agradeció por lo bajo, desviando la mirada al suelo. Se separó de la pared una vez Amour hubo bajado por las escaleras y desaparecido de su campo de visión. Suspiró, tratando de controlar la opresión en su pecho y calmarse. Luego de unos momentos lo logró, y secó por sí mismo esas lágrimas que restaban, sonrojándose de nueva cuenta al pensar en que su tío lo había hecho momentos atrás. Ese hombre era un tonto... Cómo... ¿Cómo podía...? ¿Cómo se atrevía a tomarle de esa manera?

¿Cómo osaba a removerle el pecho así?

Frunció el ceño, sintiendo un ataque de consciencia porque había disfrutado de ese pequeño encuentro, a pesar del pánico que sintió. Algo en los toques de Amour le hicieron sentir extraño... Estaba enfermo. Sí, eso era. Ya calmado, respiró hondo, y bajó por las escaleras delicadamente, con esa propiedad suya y tratando de verse templado. Se acercó a una de las sirvientas que estaba por ahí. - ¿Podrías traerme un vaso de agua?- Pidió cortésmente. Lo necesitaba, sentía seca la garganta. Se lo tomó enseguida, sintiendo un alivio instantáneo, y depositó su vaso en la charola de plata en la que se lo habían servido. Miró cómo su hermana atendía a la gente que había llegado, sintiéndose tenso tras notar que la cantidad de gente iba creciendo, aunque fueran pocos, y eso no le gustaba. Cerró los ojos, tratando de calmarse, y caminó para sentarse en donde se le había indicado... Al lado de su tío. Era de suponerse. Resignado, tomó asiento, y pidió a otro sirviente que le trajera vino igual, solo una copa para destensarse un poco.

por **Amour Brice** Mar Mar 04, 2014 1:42 pm

Amour ya llevaba como 3 copas de vino al hilo y comenzaba a tener un poco de calor, ya estaba haciendo efecto afortunadamente, se aburría como una pasa allí, sólo observando cómo iban llegando esas personas de la nobleza que hablaban de tonterías, esperaba que se embriagaran pronto para que la diversión de verdad comenzara, había invitado a Bruno pero dudaba que se presentara, después de todo el hombre se ofendía de cualquier cosa últimamente, ya no entendía exactamente lo que pasaba por su cabeza. El castaño se animó cuando vio entrar a las amigas más ligeras de Tiffany por la puerta principal y llegaron directas a abrazar efusivas a la rubia y luego casi corriendo a donde el guapo tío Amour esperaba ya con una sonrisa felina en sus facciones jugueteando con la copa en su mano -Señoritas, es un milagro verlas tan temprano en mi sala- Les dijo divertido obviamente insinuando que ya se las había tirado a todas y se habían quedado a dormir con él por lo menos una vez, ellas se rieron encantadas sentándose a su alrededor besádolo para saludarlo y luego comenzando a mimarlo, una le sirvió más vino, la otra le acomodaba la ropa y una más comenzó a comer uvas ofreciéndole trocitos que ya había mordido ella, al parecer a la rubia no le molestaba por lo que Amour podía ser el hombre más simpático del mundo ahora.

-Oh Lance, te extrañábamos tanto, le pedimos a Tiffany que hiciera algo como esto desde hace meses, al fin decidió que debía hacerlo-

-La verdad en cuanto supimos que estarías vinimos corriendo, cariño-

Las tres chicas eran complacientes y adorables, en el sentido de que no eran muy caras en cuanto a caprichos y hacían bien "su trabajo", el mencionado sonrió descarado y besó la mejilla de una de ellas mientras acariciaba una mejilla de la chica que le daba vino -Yo también las extrañé, no saben el frío que tenía- Les dijo comenzándose a reír como bobos y molestándose como si fueran niños pequeños.

por **Gabriel Brice** Mar Mar 04, 2014 4:38 pm

Gabriel miraba a su alrededor, observando minuciosamente a cada una de las personas que llegaban a la mansión con un aire de preocupación, era demasiada gente. Oh, cómo le hubiese gustado que Camus asistiera, pero no era correcto, ni tampoco conveniente. Era el único amigo que tenía, y le gustaría disfrutar también la velada. ¡Vamos! Es decir, él también lo merecía, no era justo que siempre su tío y su hermana gozaran de ello y a él lo torturaran. Sea como fuere, la noche estaba empezando aún, por lo que dio un trago a su copa de vino y suspiró para despejarse un poco. El gusto no le duró mucho, porque enseguida vio a las molestas amigas de Tiffany que se iban sobre Amour, y se quedó tenso en su lugar, mirando de reojo el asqueroso espectáculo que aquellas mujerzuelas montaban a unos metros de él. Era ciertamente enfermizo... pero lo que más le enfermaba, era ver que su tío era un descarado que jugueteaba con esas mujeres de esquina. Arrugó las rodilleras de su pantalón por mera inercia, sentía que le hervía la sangre al ver eso, y que de repente un hueco en el pecho comenzaba a surgir. Por un momento se sintió como esas tipas, un objeto de mera diversión, pero para uso personal de Amour... Y con ese sentimiento en el pecho, se levantó conteniendo un par de lágrimas que amenazaban con escurrirse por su rostro. No, no lloraría, era patético llorar por algo así... Pero se sentía demasiado sucio. ¿Habría tocado a esas mujeres como lo hacía con él? ¿A todas les hacía lo mismo? Era de suponer que sí, pero mientras ellas lo disfrutaban, el lo sufría...

Y sin embargo, siempre quería más de ello...

Se consoló con una cínica sonrisa, pensando que aquellas arpías nunca podrían descubrir el lado sentimental de Amour, solo eran corazas huecas para uso de cualquier caballero que les ofreciera dinero. Se tomó lo que restaba de su copa en un par de grandes tragos, sería lo único que consumiera de alcohol en esa noche, solo para mantenerse calmado. Ya podía sentir los efectos fluyendo por su cuerpo. Asentó la copa vacía en una de las charolas de los sirvientes, y caminó hacia su hermana a grandes zancadas. - Tiff, ¿cómo puedes tener amigas como esas?- Le dijo al oído, señalando con una sutil mirada a todas aquellas que estaban con su tío. - Creí que tendrías una mejor selección, hermana. Nunca lo pensé de ti.

por **Tiffany Brice** Vie Mar 28, 2014 10:52 pm

Tiifany relucía su sonrisa simpática y saludaba los presentes siendo rodeada por ellos, conversando animadamente, con ese aire seductor, pero en parte airosa y magnífica. La gente solía sentirse atraída por su forma de ser tan extrovertida, esa facilidad para desenvolverse y su astucia malévola oculta detrás de su elegancia y de su sonrisa cortés.

Estaba conversando con tres de caballeros nobles que eran conocidos de Amour y habían ido a la fiesta sólo para conocer a Tiffany, llevándole costosos regalos y tratando de cortejarla; ella se portaba amable y hasta sugerente con todos ellos, pero hasta el momento ninguno había logrado ganarse un sitio perdurable en su vida, hacía que revolotearan a su alrededor y la siguieran de forma incansable, casi tenía un don para eso, siempre obtenía todo lo que quería y luego simplemente se aburría y se deshacía de ellos para pasar al siguiente.

De pronto Gabriel se le acercó y atrajo su atención diciéndole eso. La chica se disculpó con los caballeros y se apartó de ellos para poder hablar con él. Miró a sus "amigas" con cierta indiferencia sin sorprenderse por su comportamiento, Amour era prácticamente un símbolo sexual entre las damas de alta alcurnia, no había una sola que no daría su brazo derecho para pasar la noche con él y Tiffany no era celosa con su tío siempre y cuando se tratara de mujerzuelas como ellas, fáciles y huecas de la cabeza, no le representaban peligro alguno y si ella les proporcionaba lo que querían, es decir, a Amour, las podía tener comiendo de la palma de su mano sin problemas.

-Las enloquece, ¿Yo qué puedo hacer ante eso?- Le dijo con una sonrisa maliciosa, con cierto sarcasmo -No culpes su buen gusto Gabriel...- Le murmuró, cerca de su rostro, mirando a sus ojos con esa mirada verde que parecían poder ver a través de su hermano -tú y yo sabemos porqué lo desean...y si ellas y él están a gusto...tanto yo también...¿Qué tú no?- Era tan frívola y claridosa como Amour -Ven...¿Cuál de ellas te gusta?- Le susurró eso con una mirada traviesa y ladina,. Enganchó su brazo con el suyo para que no pudiera escapar -¡Chicas! ¡Hola!- Les dijo en son muy alegre, haciendo que corrieran hacia ella, llevando a Amour consigo.
-¡Tiff! ¡Amiga!- La abrazaron en turnos y saludaron a Gabriel con besos en las mejillas aunque Tiffany no los había presentado todavía.
-Qué gusto nos da verte, y ver a Lance...¡Los extrañábamos tanto! Ahora sí se tardaron en hacer fiesta, ¿Eh?...- Mientras decían eso todas recorrían a Gabriel en tono sugerente.
-¡Vaya! Tiff...¿Este es tu hermano del que nos hablaste?...- Comentó una, siendo muy directa en el tono de su voz.
-No es como lo describiste...- Agregó otra en tono bajo, que también estaba anonadada con el chico.

-Sí, chicas este es mi hermano Gabriel...saluda Gaby...- Le insistió muy feliz la muchacha a su hermano, intercambiando miradas cómplices con Amour, los dos estaban divirtiéndose con la cara que tenía Gabriel.

por **Amour Brice** Sáb Mar 29, 2014 12:32 am

Amour estaba encantado con tantas atenciones, adoraba que le mimaran así y más si se trataba de chicas hermosas como esas, las cuales le hacían feliz porque no pensaban mucho, sólo le miraban entre las piernas, miraban su bolsillo y eso estaba bien, no le convenía que pensaran más allá porque finalmente no tenía tiempo ni ganas de algo formal, era feliz en su soltería haciendo locuras como las que acostumbraba, además como bien lo solía expresar Tiffany las mujeres enloquecían al tenerle, era algo que no podía evitar, le encantaba. Ya estaba siendo mimado por una de las chicas, demasiado en realidad, cuando todas corrieron felices arrantrándole consigo para ver a Gabriel sólo rodó los ojos "Tontas, ese chico sólo tiene ojos para mí por mucho que le cueste admitirlo" Dijo subiendo su propio ego aunque muy en su interior en realidad sabía que no era tanto por un supuesto amor sino porque lo había amenazado, pero bueno... si lo intentara con mujeres sinceramente no se sentiría mal, en realidad esas que él traía locas eran unas rameras cualquiera de las que uno podía disfrutar sin complicaciones o como diría su mejor amigo y confidente Alexander "Sin nivel de dificultad". Les sonreía divertido a esas chicas porque se les veía fascinadas con Gabriel pero la verdad comenzó a darle mucha gracia el hecho de que al otro no le gustara la idea de acercarse a ellas, volteó a ver a Tiffany y fue peor, no pudo evitar pintar una sonrisa en su angelical rostro blanco como el marfil y sujetar a una de esas chicas de rizos rubios y pechos grandes con un escote delicioso que era la que más le antojaba en ese momento -Venga ya, mi sobrino es un caballero, señoritas, no creo que quiera quitarle la felicidad a su tío llevando a alguna de mis gatitas con él- Les dijo para alagarlas a lo que rieron todas como tontas al unísono y una de ellas se acercó a darle vino en la boca.

-Ohh vamos Lance- Dijo la rubia besando su mejilla mientras acariciaba sus cabellos haciendo casi ronronear al mencionado que sólo cerró los ojos como gato manso -¿Seguro que Gabriel no querrá beber un trago con nosotras? No seas celoso...- Le musitó.

El otro volteó a mirarla y al mencionar esa palabra la alejó de sí haciéndolo enojar, ¿Celoso de ellas? ¡No podía haber algo más ridículo que eso! ¡Celoso de Gabriel! Y eso lo enfurecía, tomó a la mujer que le daba vino y la jaló hacia él -Bueno son libres de hacer lo que quieran señoritas, están en su casa, voy a sentarme necesito un trago- Dijo deslindándose de ello sin muchos rodeos, la chica que había estado exigiendo su atención adoró que la eligiera y se sentó con él para servir más vino en su copa y ofrecérselo muy "inocentona" aunque en realidad su tirada era amanecer en la cama del Brice mayor, ahora que lo tenía no desaprovecharía la oportunidad, mientras "miraban" al otro pobre medio interactuando con esas mujeres y notaba a Amour tan concentrado mirando aquello sacó un pequeño frasco de entre sus pechos y vació un polvito en la copa de Amour, lo revolvió muy bien con la cuchara con la que le añadía azúcar al vino de Amour que era como le gustaba a él por excéntrico que eso fuera, pero no contó con una de las miradas del sobrino del Brice por lo que antes de que pudiera deshacerse de sus amigas ella se apresuró a ofrecerle el vino a Lance -Toma cariño, le he agregado azúcar, se ve que lo necesitas...- Le dijo tranquilamente aunque en realidad lo que había agregado a su copa era algo que una bruja gitana le había dado para "hacer caer cualquier hombre a sus pies" era el polvo de unas cuantas plantas consideradas como drogas, la porción suficiente para que el alcohol surtiera efecto tan rápido como fuera posible y hasta cierto punto alucinara el otro un poco con uno que otro hongo alucinógeno en la mezcla. Amour lo bebió de un golpe desviando la mirada, tenía un sabor peculiar pero le daba igual, se sirvió más y lo bebió de la misma forma brusca que la copa anterior. Se refugió en los pechos de aquella chica suspirando, primero la idea principal era recargarse en su hombro pero la chica le había dado esa libertad por lo que no se negó -Carajo, estoy tan cansado...- Musitó a la chica, un día anterior había tenido que confesar una fila impresionante de pecadores y mandarlos a sus respectivos "castigos" sin mencionar que el llenado de papeleo era parte de eso, había sido terrible.

por **Gabriel Brice** Vie Oct 23, 2015 9:20 pm

Gabriel apretó los labios, Tiff lo había dejado en jaque. Tenía razón, no de la forma en la que lo planteaba pero la tenía. A él no tendría por qué incomodarle, ni si quiera importarle, que las mujerzuelas de alta alcurnia rondaran a su tío, si al final de cuentas eran aves de paso que volarían a la mañana siguiente, y si no era así seguro Amour se encargaría de despacharlas de alguna de esas macabras maneras que el inquisidor tenía y que Jean conocía muy bien por tantos archivos leídos a espaldas del mayor de los Brice. No dijo nada más, pero sí que se paralizó y comenzó a tartamudear torpemente cuando su hermana pretendió jalarlo y llevárselo prácticamente a la fuerza en donde aquellas mujeres estaban. Odiaba el contacto social, y sobretodo odiaba estar tan cerca del campo táctil de las personas. La única que podía tocarlo sin que sintiera repulsión de ello era su hermana, y solo porque se trataba de ella.

Lastimosamente se vio obligado a actuar como un ente normal y sacarse los modales que tenía bien aprendidos, y era cuando tomaba un porte serio y monótono, que extrañamente a las mujeres les gustaba (y estaba comprobándolo una vez más). - Gabriel Brice, a sus órdenes, señoritas.- No queriendo tocar a ninguna de ellas, hizo una educada reverencia manteniéndose al margen.

- Qué caballero.- Dijo una de ellas mientras reía de forma aguda y sin sentido.

- Un placer, Gaby.- Otra más, a la cual por cierto Gabriel tuvo que contenerse de echar una mirada severa por ese diminutivo de su nombre.

Hacía lo posible por no hacer contacto visual con ellas, pero era demasiado complicado cuando todas le tenían rodeado y hablaban cosas sin sentido. Jean solo era condescendiente y respondía lo mínimo para no faltarles al respeto. Cada vez parecían encimársele más y era una pesadilla, y por lo mismo casi agradece a su tío cuando hizo un intento por quedárselas, aunque sabía que no lo hacía por él sino por sí mismo. Sin embargo fue como un golpe en el estómago que las chicas decidieran que querían pasar un momento más con él. Miró a Tiffany sintiéndose desahuciado. ¿Qué iba a hacer? ¿Qué tal si Amour creía que de verdad le correspondía a alguna de ellas y entonces lo castigaba? No veía la manera de zafarse de ellas.

A cada rato alguna de ellas estiraba la mano queriendo tocarle ya fuera el hombro, el brazo, la pierna, una mano o lo que fuera, y disimuladamente se apartaba para que no lo hicieran. En una de esas desvió la mirada para ver qué sucedía con su tío. Y una alerta se activó en su cabeza cuando vio que una de esas mujerzuelas mezclaba un polvo en la bebida de Amour. Conocía esa clase de cosas luego de tantos libros que había leído y sus constantes visitas al mercado negro. Su porte serio y tranquilo se hizo rígido en un instante, y se desvió buscando a Tiffany. - Creo que una de tus "amigas" se quiere pasar de lista...- Le susurró al oído, y con la mirada le señaló la escena en la que Amour estaba recostado apaciblemente en los pechos de la mujer. - Acaba de drogar a nuestro tío, Tiff. ¿Debo estar a gusto por ello?- Era extraño en Gabriel, pero su voz denotó un matiz ligeramente sarcástico. Se separó de ella y se dirigió al resto de las mujeres que lo acosaban. - Una disculpa, señoritas, pero necesito hablar un momento con mi tío.- Una reverencia, y caminó directo al sofá en el que la mujer aquella y Amour se encontraban. - No se preocupe, madame, yo me encargo de él. Me parece que Tiffany la está buscando.- Y aunque sonaba amable, su mirada era severa. La mujer no tuvo más que separarse del Brice mayor, ya se sabía descubierta, y caminó hacia el resto de las chicas.

Gabriel, por su parte, empujó un poco a Amour para mantenerlo sentado en el sofá. - Tío... creo que ha bebido mucho esta noche...- Le dijo con un poco de temor, porque se temía un regaño por haberlo apartado de la mujerzuela aquella.

Spoiler:

por **Amour Brice** Dom Oct 25, 2015 1:13 am

Apenas había pasado un minuto y ya se sentía mareado ¿Pero cómo? No había bebido tanto en realidad como para sentirse así, abrió los ojos y la habitación pareció moverse, ohh no, oh no, respingó un poco y aquella mujer le presionó contra ella haciendo que hiciera una mueca de cierta molestia ¿Qué carajos le pasaba a esas mujeres? En serio eran insoportables y no quería vomitarle encima si en serio se mareaba demasiado pero comenzaba a sentirse bastante torpe para apartarse con propiedad, como una bendición llegó Gabriel y le lanzó una mirada condescendiente -Madame...- Musitó sentándose con cuidado en el sillón -Gabriel, necesito que me lleves a mi... habitación...- Dijo simplemente mientras una especie de hormigueo le iba inundando el cuerpo, suspiró y cerró los ojos comenzaba a sentirse muy mareado -¿De qué se supone que es el vino? Ni siquiera he bebido tanto- Se quejó con cierto hastío bajando una ceja. Desvió la mirada, en serio se sentía muy raro, suspiró y se levantó algo atontado. Sosteniéndose del sillón suspirando lentamente para no caer en pánico, le lanzó una mirada a Gabriel para que se levantara a ayudarlo y mientras esto sucedía se despidió amablemente de algunos invitados conocidos. -Diviértanse caballeros, lamentablemente yo me siento un poco indispuesto, creo que enfermaré así que si me disculpan- Comentó con toda la amabilidad de la que era capaz, después de eso subió las escaleras con cuidado y de repente una sensación en su entrepierna lo alarmó ¿Qué diantres? Se erizó completo y abrió los ojos muy grandes, estaba comenzando a tener ciertas reacciones allí abajo que no eran para nada algo bueno al no irse del todo de la vista de los invitados por lo que subió más rápido y se sintió aliviado de sentirse en el pasillo, otro pequeño mareo le hizo sostenerse del barandal y de repente comenzaba a sentirse hirviendo... y no precisamente era un calor "normal" sino uno de esos que hacía desear otro cuerpo rozando con el suyo... Se sostuvo con una mano del barandal y con la otra se tocó la frente, sí era una de esas fiebres de deseo carnal. Caminó lento a su cuarto con la torpe ayuda de Gabriel y se sentó en la cama. -Pon el seguro...- Ordenó en un tono grave, iba a enloquecer sino porcedía de inmediato, su mirada fue definitiva.

por **Gabriel Brice** Dom Oct 25, 2015 1:37 am

No estaba seguro si decirle lo que había visto era apropiado. Pensó en las maneras que tenía su tío de vengarse y solo por eso se compadeció de la chica y guardó silencio. Pese a eso, aún tenía que encargarse del Brice, por lo que se apresuró a levantarse en cuanto el otro lo hizo, y le ayudó a caminar tomándolo por el brazo. Amour se tambaleaba, y eso le preocupaba aunque en su rostro no lo demostraba, el orgullo Brice se lo impedía. Igualmente se despidió de la misma gemte que su tío y juntos subieron a las escaleras. Fue muy ingenuo, en verdad lo fue, al creer que las cosas irían bien y todo se acabaría al dejar a Lance en su habitación, pero no contaba con que se quedaría encerrado con él ahí. Se estremeció por el miedo y la mirada del otro. Un par de segundos pasaron antes de que reaccionara y pusiera seguro a la puerta, con la mano temblorosa por los nervios. Tragó en silencio, y se atrevió a caminar hacia él. - ¿S-se... se siente... bien? ¿Quiere que mande a t-traer agua o...?- Por dios, que le dijera que sí. Todavía guardaba una pequeña esperanza de que se tratara solo del malestar...

por **Amour Brice** Vie Feb 12, 2016 12:40 pm

Hizo memoria rápidamente de lo sucedido abajo, no necesitó analizarlo mucho para llegar a una acertada conclusión de quien lo había drogado, esas "amigas" de su sobrina eran en definitiva putas baratas de la nobleza -Deja de jugar y ven aquí...- Le musitó haciendo una seña para que se acercara, cuando le tuvo lo suficientemente cerca señaló hacia el suelo para que se arrodillara justo frente a él -Ahh... en verdad no cambias Gabriel...- Musitó con una amplia sonrisa y esos ojos calculadores y le tomó el mentón con brusquedad para que le mirara mientras entreabría la boca en una expresión burlona buscando en sus ojos verdes -¿Crees que no sé lo que viste? ¿Crees que no sé quién lo hizo?...- Le cuestionó como si pudiera leer con claridad dentro de él como en un libro abierto -De nada sirve que no me digas nada.. Bueno ahora que lo pienso sí, sirve porque quiere decir que de confianza para mí... tú no eres- Dijo con peligrosidad en sus pupilas, suspenso en cada palabra. -Afortunadamente de esta clase de infortunios tengo soluciones prácticas que te incluyen ¿Y lo sabes, verdad?- Le cuestionó casi divertido, su pulso estaba acelerándose, el decoro y la compostura ya no eran algo que pudiera mantener en un rato más, otra oleada de excitación y jadeó cerrando los ojos y subiendo ligeramente el mentón en una expresión tan celestial como el ángel oscuro que era. Sin soltar su mentón con la otra mano desabrochó su pantalón con prisa y sacó su miembro erecto que ya estaba más que listo para recibir atenciones, acercó el rostro ajeno un poco más para que captara del todo lo que quería y abrió más las piernas de modo que el otro pudiera acomodarse mejor y hacer un buen "trabajo" -Buen chico...-

por **Gabriel Brice** Mar Feb 16, 2016 9:12 pm

Detuvo los pasos por unos instantes, los suficientes como para asimilar la orden y caminar, esta vez con más miedo, mismo que le hizo apresurar un poco su paso, y quedó frente a él de forma tímida. Sus cejas se arrugaron hacia arriba en un sutil reflejo de la angustia que empezaba a formarse dentro de él tras ver el dedo que señalaba al suelo, y resignado, se arrodilló con sumisión, casi pegando la barbilla al pecho. No duró mucho así porque después se vio forzado por su tío a levantar el rostro. Y escuchó las palabras con atención, pero se crispo cuando le aseguró aquello. Las palabras retumbaron en su cabeza. "De confianza para mí... tú no eres". En parte cierto, no lo era porque siempre, en la oscuridad, buscaba una manera de perjudicarlo a largo plazo con el hurto de información que hacía... Aunque sus esperanzas de hacer algo con ella habían muerto tiempo atrás desde que Camus desapareció. Él solo no era capaz, muchos factores se lo impedían, entre ellos su cobardía y sumisión a Amour. Tal vez por esa misma sumisión sintió que sus palabras le afectaron. ¿No era de confianza? Si no se preocupara por él lo hubiera dejado drogado en los pechos de aquella mujerzuela. Pero ahí iba de imbécil, no pudiendo ni queriendo tener el comportamiento frívolo Brice, a compadecerse de su tío por ese cariño secreto y venenoso para sí que le tenía.

Apretó los labios hasta que formaron una línea fina en su rostro, y cerró los ojos deseando estar en cualquier otro lugar menos ahí mientras escuchaba el sonido de la tela y el cierre del pantalón ajeno bajándose. Atinó a mirar de nuevo cuando su cabeza fue empujada, y vio el miembro de Amour ya erecto en frente suyo. Era lo que se ganaba por ser tan estúpido, y tan débil...

Quiso desviar el rostro conteniendo una mueca de asco, pero lo pensó dos veces. Amour estaba drogado, lo que significaba que podía actuar más violento que de costumbre. Por lo que se vio obligado a proceder. Subió una de sus manos para acariciar su carne, sintiendo que él mismo se estremecía no sabiendo si era por el repudio o por otra cosa. Casi como un ritual, cuidadoso, jaló el prepucio hacia abajo para liberar el glande que ya brillaba húmedo por la excitación. Frotó un poco el pene de su tío antes de acercar completamente su boca y lamer la punta, cerrando los ojos y tratando de no pensar mucho en lo que hacía. Momentos después, engulló la cabeza, comenzando con el subir y bajar cadencioso sobre el miembro ajeno. Al principio solo con la punta, y después profundizando un poco más, cada vez apretando más los ojos.

por **Amour Brice** Sáb Oct 15, 2016 12:08 am

Sí, al fin hacía caso el infeliz, le observó con ese don controlador que tenía y sonrió lento y malicioso llevándose el nudillo del índice a la boca mordiéndolo cuando comenzó a ocuparse de él dejando salir lentamente un tembloroso jadeo, estaba muy excitado y temía gemir muy fuerte por lo que se mordió para acallarse un tanto pero sin dejar de observarlo, empujó ligeramente sus caderas hacia él, sí, que lo acogiera en esa cálida boca, levantó ligeramente el mentón llevando la mano libre a sus cabellos acariciándolos un poco, "mimándolo" para que continuara así y de repente aferró sus cabellos con algo de fuerza indicando con eso que procediera, Gabriel sabía lo que le gustaba más así que más le valía ponerlo en práctica.

-¡Ahh!- No pudo evitar un gemido mientras abría grande la boca y llevaba a aferrar ambas manos al sillón individual estremeciéndose entero -¡Sí! ¡Mngh! ¡Asíh...!- Deliró y su pecho subió y bajó violentamente cerrando los ojos y perdiéndose en una deliciosa expresión de delirio. -Ga...Gabriel...- Deliró ese nombre en ese tono grave y estilizado, con el que causaba escalofríos de todo tipo, sí seguía así se correría pronto y en ese momento le era tan necesario que sería capaz de rogar, esa droga en verdad le puso mal, bastante "hipersensible", y además honestamente esa boca ya estaba bien entrenada y hacía maravillas que ninguna otra lograba en él. -Un poco más rápido- Indicó en tono firme y siguió jadeando erótico, entre esos sonidos se intercalaba uno que otro gemido incontrolable.

por **Gabriel Brice** Sáb Oct 22, 2016 1:51 am

La situación por sí sola era hastiante, desagradable. Se sentía asqueado de aquello, pero temía el no obedecer a lo que Amour le decía. Mantenía los ojos fuertemente cerrados, y apenas los abría para mirar lo que hacía de vez en vez. Los gemidos de su tío retumbaban en sus oídos, le taladraban como si fueran dagas que lo estuvieran condenando a la miseria, y a le vez le punzaban de otra manera que no se esperaba, en el bajo vientre tenía sutiles reacciones de "cierto tipo", y se sentía sucio por aquello. Apretó más los ojos cuando el Brice mayor le agarró por los cabellos, y sin querer mirarlo, respiró profundamente antes de subir de nivel la felación.

Abrió más su garganta, y poco a poco fue engullendo más a fondo el miembro de Amour, hasta que desapareció todo dentro de su boca, y cuando lo sacaba salía más húmedo que antes. Se detenía a momentos porque le faltaba el aire y se ahogaba un poco con el esfuerzo, los espamos en el fondo apretaban la carne ajena y podía sentir la fricción que se generaba. Los ojos estaban llorosos, en parte por lo desagradable que aquello le parecía, en otra parte porque engullir tan profundo le producía "lágrimas de cocodrilo". A momentos se sacaba el pene de la boca para chupar solo la punta con los ojos cerrados y moderando su respiración, luego repasaba el tronco con la lengua y acariciándolo con sus labios, bajaba hasta los testículos y succionaba el saco con suavidad pero a la vez con algo de gula para estimularle a la vez que su mano le masturbaba. Después volvía a metérselo y se lo llevaba lo más profundo que podía, haciendo ruiditos húmedos con la boca y en el fondo de su garganta por los espasmos que le ocasionaba la punta de aquel falo.

Podía sentir el líquido pre-seminal en su lengua y escurriéndose mezclada con su saliva por su laringe. El sabor era ligeramente amargo, pero ya lo conocía. Había algo curioso de hacer todo eso, y es que muy en el fondo, esa parte sucia y pecadora que siempre estaba retraída y era la que más odiaba de él, gustaba de hacer aquello pese a que el resto de su ser se retorcía miserablemente del asco y por la negación. Escuchar su nombre de aquella voz era terrorífico, pero a la vez se estremecía porque le gustaba escucharlo delirando, si no precisamente por él, al menos por lo que le hacía. Lo sabía, estaba loco. Rogaba por que Amour se corriera pronto y lo dejara en paz, por favor... Con esa droga seguramente sucedería en poco tiempo, y por eso acató sin chistar esa orden, acelerando el ritmo sobre su virilidad, intentando coordinar su respiración para no ahogarse mientras la engullía sin parar.

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De vino y buenas formas [Amour, Gabriel]

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