Conectarse
Últimos temas
Staff de Notre Dame
Mínimo de líneas
Copyright ©
La historia original en la que se encuentra inspirado el foro es propiedad del escritor Victor Hugo en su obra "Nuestra señora de París", los personajes originales son propiedad de sus respectivos usuarios. En tanto los diseños, imágenes y nuevas historias que se crearon son propiedad de Notre Dame© Si se descubre de algún plagio sera denunciado directamente con foroactivo. Creative Commons License
Notre Dame by Adrien C. Trouillefou is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 Unported License.
Como toda una dama [Ayrton]
2 participantes
Página 4 de 5.
Página 4 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Como toda una dama [Ayrton]
Recuerdo del primer mensaje :
Después de eso “Adriana” Se presentaría en la mansión de los Doyle por “un asunto importante que sólo el ministro podía conocer" por lo que haciendo que Danielle le dejara en plena puerta del lugar se atrevió a pedir que le dejaran verle –Dígale que Adriana Faure viene a buscarle por un asunto importante- Le ordenó al sirviente haciéndose “la digna” y desviando la mirada al notar la embobada del tipo al observar su cintura, se le veía algo “plana” puesto que no había querido usar nada que le estorbara en el torso pero la forma del vestido ayudaba en ese aspecto, además él había visto muchas chicas que no tenían los grandes atributos pero gustaban más a los hombres por alguna extraña razón, le hicieron pasar a la sala de huéspedes y le ofrecieron un té por lo que se sentó elegantemente a esperar –Gracias…- Musitó sonriendo ligeramente mientras tomaba la taza de té con cuidado y comenzaba a beber intentando no sorber porque era de mala educación, levantó el meñique recordando las lecciones de Danielle que había tardado realmente un día en educarle, él para actuar era sumamente bueno, pues su trabajo lo ameritaba. Comenzaba a hacer sonar uno de sus tacones al notar que tardaba, la verdad poniéndose un poco impaciente. Su vestido dejaba ver sus hombros y quizá algo de su torso con el discreto corte que intentaba verse no como escote sino más bien adorno estético. En verdad que cada vez perdía más la cabeza y seguro que si Ayrton se echaba a correr era porque estaba muy mal ahora.
Después de eso “Adriana” Se presentaría en la mansión de los Doyle por “un asunto importante que sólo el ministro podía conocer" por lo que haciendo que Danielle le dejara en plena puerta del lugar se atrevió a pedir que le dejaran verle –Dígale que Adriana Faure viene a buscarle por un asunto importante- Le ordenó al sirviente haciéndose “la digna” y desviando la mirada al notar la embobada del tipo al observar su cintura, se le veía algo “plana” puesto que no había querido usar nada que le estorbara en el torso pero la forma del vestido ayudaba en ese aspecto, además él había visto muchas chicas que no tenían los grandes atributos pero gustaban más a los hombres por alguna extraña razón, le hicieron pasar a la sala de huéspedes y le ofrecieron un té por lo que se sentó elegantemente a esperar –Gracias…- Musitó sonriendo ligeramente mientras tomaba la taza de té con cuidado y comenzaba a beber intentando no sorber porque era de mala educación, levantó el meñique recordando las lecciones de Danielle que había tardado realmente un día en educarle, él para actuar era sumamente bueno, pues su trabajo lo ameritaba. Comenzaba a hacer sonar uno de sus tacones al notar que tardaba, la verdad poniéndose un poco impaciente. Su vestido dejaba ver sus hombros y quizá algo de su torso con el discreto corte que intentaba verse no como escote sino más bien adorno estético. En verdad que cada vez perdía más la cabeza y seguro que si Ayrton se echaba a correr era porque estaba muy mal ahora.
Re: Como toda una dama [Ayrton]
- Al demonio la tal Faure...- Musitó él, rodando los ojos, fastidiado con si quiera tener que pensarlo. Detestaba pensar en que tenía que irse, que tenían que separarse. Y aunque ese atrevimiento de la noche del otro había sido bastante audaz, debía recordar que había sido él mismo quien le había pedido al otro que no le visitara, para protegerlo... Pero había terminado por irse todo al demonio. Correspondió al beso que el otro le diera al darse vuelta entre sus brazos, los cuales le rodearon ya casi por instinto. Se había acostumbrado a tenerle y comenzaba a sospechar lo dificil que sería abandonarlo. A ojos ajenos, seguirían siendo enemigos toda la vida. Pero algunos rumores había oido de que pensaban destituirlo luego de su escape, ya no le importaba, es más, habría sido hasta mejor. Al separarse, le lamio los labios, algo fatigado pero sin intenciones de demostrarlo. - Seguro que no tienes sueño? - Inquirió, por "curiosidad" pero en el fondo esperanzado.
Ayrton Doyle- Épsilon
- Sexo :
Ocio : Adrien
Mensajes : 448
Fecha de inscripción : 06/12/2010
Ficha técnica
Estado civil: En una relación
Pareja: Adrien C. Trouillefou
Círculo social: Inquisición
Re: Como toda una dama [Ayrton]
Adrien se relajó en los brazos ajenos e intentó negar con la cabeza pero al acurrucarse así con él se dio cuenta que realmente estaba cansado por lo que ocultó su rostro en el hombro ajeno -No, no tengo sueño...- Le musitó besándole el hombro mientras se quitaba los tacones forzando sus pies con fuerza y después de lograrlo los pateó para que cayeran al piso, ya le habían cansado demasiado aquel día, tal vez era culpa de ellos no poder pedir otra ronda de todo aquello. -Te quiero...- Le musitó cerrando los ojos y frotando su mejilla contra este.
Re: Como toda una dama [Ayrton]
Soltó un suspiro aliviado al darse cuenta de que, a pesar de sus palabras, el otro si se encontraba cansado. Él también quería descansar, ese día había sido particularmente agotador, pues no había sido solo uno quien había venido a "quejarse con él" ese día, como supuestamente lo había hecho aquella prima Faure. Se acomodó a voluntad y gusto en su enorme cama, apoyando la cabeza sobre una de las agradables almohadas de plumas, sintiendo como le besaba el hombro y sintiendo escalofrios por ello, sintiendole removerse luego, haciendo que le sostuviera más y él le cubriera con la sabana, hasta que Adrien finalmente quedara tranquilo. Escuchó la frase que el otro ahora solía repetir tan amenudo y lo sintió frotarse contra él. No pudo evitar burlarse. - Pareces un gato...- Musitó, para luego bostezar - Pero yo tambien te quiero...- Musitó, medio adormilado, terminando por cerrar los ojos y quedarse dormido en el camastro como un tronco inamovible.
Ayrton Doyle- Épsilon
- Sexo :
Ocio : Adrien
Mensajes : 448
Fecha de inscripción : 06/12/2010
Ficha técnica
Estado civil: En una relación
Pareja: Adrien C. Trouillefou
Círculo social: Inquisición
Re: Como toda una dama [Ayrton]
Adrien apenas si le escuchó pues comenzó a tener un sueño espantoso con el que no estaba dispuesto a pelear, por lo que al quedarse dormido inconcientemente se hizo a un rincón de la cama y se tapó la cara con las cobijas, últimamente dormía así con la paranoia de que le mataran durmiendo al reconocerle, en fin traumas mentales...
Lo más sorprendente de dormir a lado de Ayrton era el hecho de que podía dormir tranquilamente por lo menos las primeras veces...pero ahora que comenzaba a temer por lo que pudiera pasarle a Ayrton por culpa suya, se le hacía casi imposible el descansar del todo. Las pesadillas de que el accidente con Mireya volviera a suceder pero...con Ayrton en su lugar le volvía loco, su mente lo estaba matando.
Era madrugada cuando no pudo seguir obligandose a dormir, estaba temblando justo en el rincón en el que estaba, pegado a la pared aferrandose a las cobijas, cuando abrió los ojos se cubrió la boca para no emitir nada que despertara al castaño.
Se levantó con cuidado intentando no temblar tanto y controlar su respiración acelerada hasta estar con los pies tocando el suelo fue como se compactó poniéndose en cuclillas y abrazando sus piernas para intentar controlarse, después de lograr un poco de esto buscó sigiloso entre la habitación con la mirada su ropa interior que ahora era femenina y elegante y se levantó a vestirse sin ponerse aún el corset, no quería asfixiarse todavía. Sacó de su bolso una ligera prenda para dormir que no usaban las parisinas por ser muy "atrevida" pero las gitanas sí debido a que en la corte de los milagros a veces hacía un calor de los mil demonios en la noche, la verdad es que era de su hermana pero le valía un carajo. Ahora si algún criado indiscreto se asomaba sólo encontraría una chica plana sufriendo en una esquina de la cama. Volvió a como estaba en cuclillas recargando la espalda contra la pared e intentando calmarse, con una mano intercaló sus dedos entre su cabello y con la otra se abrazaba el vientre, estaba mareado por el miedo que experimentaba ante esas imágenes tan reales de su pesadilla... era claro que Clopín iba a seguir haciendo de las suyas para no dejarle en paz.
"Lo peor es que sabes que puede pasar..." Al escuchar aquello en su cabeza dejó escuchar un quejido apenas audible mientras las lagrimas corrían por sus mejillas al cerrar con fuerza los ojos, tenía mucho miedo...
Lo más sorprendente de dormir a lado de Ayrton era el hecho de que podía dormir tranquilamente por lo menos las primeras veces...pero ahora que comenzaba a temer por lo que pudiera pasarle a Ayrton por culpa suya, se le hacía casi imposible el descansar del todo. Las pesadillas de que el accidente con Mireya volviera a suceder pero...con Ayrton en su lugar le volvía loco, su mente lo estaba matando.
Era madrugada cuando no pudo seguir obligandose a dormir, estaba temblando justo en el rincón en el que estaba, pegado a la pared aferrandose a las cobijas, cuando abrió los ojos se cubrió la boca para no emitir nada que despertara al castaño.
Se levantó con cuidado intentando no temblar tanto y controlar su respiración acelerada hasta estar con los pies tocando el suelo fue como se compactó poniéndose en cuclillas y abrazando sus piernas para intentar controlarse, después de lograr un poco de esto buscó sigiloso entre la habitación con la mirada su ropa interior que ahora era femenina y elegante y se levantó a vestirse sin ponerse aún el corset, no quería asfixiarse todavía. Sacó de su bolso una ligera prenda para dormir que no usaban las parisinas por ser muy "atrevida" pero las gitanas sí debido a que en la corte de los milagros a veces hacía un calor de los mil demonios en la noche, la verdad es que era de su hermana pero le valía un carajo. Ahora si algún criado indiscreto se asomaba sólo encontraría una chica plana sufriendo en una esquina de la cama. Volvió a como estaba en cuclillas recargando la espalda contra la pared e intentando calmarse, con una mano intercaló sus dedos entre su cabello y con la otra se abrazaba el vientre, estaba mareado por el miedo que experimentaba ante esas imágenes tan reales de su pesadilla... era claro que Clopín iba a seguir haciendo de las suyas para no dejarle en paz.
"Lo peor es que sabes que puede pasar..." Al escuchar aquello en su cabeza dejó escuchar un quejido apenas audible mientras las lagrimas corrían por sus mejillas al cerrar con fuerza los ojos, tenía mucho miedo...
Re: Como toda una dama [Ayrton]
Ayrton dormía tan profundamente que no había notado ninguna de las actitudes del castaño. Tenía el sueño pesado, por lo que no notó cuando se liberó de su agarre para levantarse de la cama. Siguió bien comodo recostado sobre esta... Pero igualmente percibía y estaba seguro de que algo le faltaba... algo que no le estaba dejando dormir tranquilo, por lo que varias veces se removió en la cama hasta que finalmente algo lo hizo despertar, un sonido, un quejido a su parecer, que le hizo abrir los ojos de improviso. El notar que Adrien no estaba en la cama con él, le hizo erguirse de inmediato, buscandolo. ¿Donde estaba? No se iría sin despedir, ¿cierto?
Lo buscó con la mirada y pronto lo encontró con la espalda apoyada en la pared y una expresión no muy tranquila. ¿Una pesadilla, quizá? No acostumbraba ser romantico, no sabía como hacerlo, pero le preocupaba el verlo así. Ello le movió a levantarse e ir con él. Se puso la ropa interior y le alcanzó, no queriendo sobresaltarlo, solo le colocó suave la mano en un hombro. - ¿Por que estas llorando? - Fue lo único que se le ocurrió preguntar, con voz suave para no tensionarle más de lo que seguramente haría con su presencia. Por algo suponía que el gitano había querido estar solo.
Lo buscó con la mirada y pronto lo encontró con la espalda apoyada en la pared y una expresión no muy tranquila. ¿Una pesadilla, quizá? No acostumbraba ser romantico, no sabía como hacerlo, pero le preocupaba el verlo así. Ello le movió a levantarse e ir con él. Se puso la ropa interior y le alcanzó, no queriendo sobresaltarlo, solo le colocó suave la mano en un hombro. - ¿Por que estas llorando? - Fue lo único que se le ocurrió preguntar, con voz suave para no tensionarle más de lo que seguramente haría con su presencia. Por algo suponía que el gitano había querido estar solo.
Ayrton Doyle- Épsilon
- Sexo :
Ocio : Adrien
Mensajes : 448
Fecha de inscripción : 06/12/2010
Ficha técnica
Estado civil: En una relación
Pareja: Adrien C. Trouillefou
Círculo social: Inquisición
Re: Como toda una dama [Ayrton]
Al escuchar que Ayrton se movía de la cama se cubrió la cara con ambas manos haciendo un esfuerzo por calmarse pero todo estaba cooperando para matarlo de una crisis de pánico. Aquella vez también estaba oscuro... ¡No! ¡Primero se daba muerte antes de que algo malo pudiera pasarle a Ayton por su propia mano!
Estaba temblando mucho justo donde estaba y al sentir la mano cálida del ojiazul en su hombro y sabiendo que le había encontrado en tal estado tan vulnerable se alejó de él con miedo librándose de la mano de Ayrton quedando sentado en el piso tapándose el rostro con una mano e impidiéndole que se acercara extendiendo la otra -¡N-no!...- Alcanzó a decir mientras se limpiaba las lagrimas, no podía ser que ni siquiera iba a dejar dormir tranquilo al pobre castaño; tenía miedo de lo que pudiera pasar, si lo de su pesadilla se hiciera realidad y a la vez vergüenza de que le encontrara tan débil mentalmente. Suspiró intentando calmarse. -...Lo siento...- Dijo en un sollozo abrazándose a sus rodillas y ocultando su rostro para que no le viera -No quiero q-que me veas así...por favor...estaré bien- Le dijo esforzándose por decir algo coherente y que sonara convincente.
"Aww ¡Dile que se acerque!, De cualquier modo va a morir..." "¡NO!"
Estaba temblando mucho justo donde estaba y al sentir la mano cálida del ojiazul en su hombro y sabiendo que le había encontrado en tal estado tan vulnerable se alejó de él con miedo librándose de la mano de Ayrton quedando sentado en el piso tapándose el rostro con una mano e impidiéndole que se acercara extendiendo la otra -¡N-no!...- Alcanzó a decir mientras se limpiaba las lagrimas, no podía ser que ni siquiera iba a dejar dormir tranquilo al pobre castaño; tenía miedo de lo que pudiera pasar, si lo de su pesadilla se hiciera realidad y a la vez vergüenza de que le encontrara tan débil mentalmente. Suspiró intentando calmarse. -...Lo siento...- Dijo en un sollozo abrazándose a sus rodillas y ocultando su rostro para que no le viera -No quiero q-que me veas así...por favor...estaré bien- Le dijo esforzándose por decir algo coherente y que sonara convincente.
"Aww ¡Dile que se acerque!, De cualquier modo va a morir..." "¡NO!"
Re: Como toda una dama [Ayrton]
Frunció el ceño cuando Adrien intentó evitar que se acercara. Con eso solo lograba ponerlo, si era posible, aún más ansioso por el estado del otro y aquella repentina crisis que parecía haberle atacado. Apartó su mano con serenidad, como si se tratara de la de un niño sin fuerza, notando como le ocultaba el rostro al abrazarse las rodillas. No quería que le viera llorando pero, ¿Que tenía eso de malo? ¿En que pensaba?
- No, no estas bien Adrien...- Musitó, sin verse preocupado o disminuido por el intento de lejanía ajena. Se acercó a él, quedando finalmente arrodillado en el suelo frente al otro, apoyando ambas manos en sus hombros, sacudiendolo un poco. - Haciendo esto, solo logras preocuparme más, ¡idiota! - Le reprendió, mas no severo sino de un modo más gentil - Dime que te pasa, por favor - Pidió, siendo extrañamente cortes. - Por favor, Adrien... - Repitió, tratando de buscarle el rostro aunque se lo ocultaba y notandose aprehensivo por la manera en que el otro parecía reuhirle.
- No, no estas bien Adrien...- Musitó, sin verse preocupado o disminuido por el intento de lejanía ajena. Se acercó a él, quedando finalmente arrodillado en el suelo frente al otro, apoyando ambas manos en sus hombros, sacudiendolo un poco. - Haciendo esto, solo logras preocuparme más, ¡idiota! - Le reprendió, mas no severo sino de un modo más gentil - Dime que te pasa, por favor - Pidió, siendo extrañamente cortes. - Por favor, Adrien... - Repitió, tratando de buscarle el rostro aunque se lo ocultaba y notandose aprehensivo por la manera en que el otro parecía reuhirle.
Ayrton Doyle- Épsilon
- Sexo :
Ocio : Adrien
Mensajes : 448
Fecha de inscripción : 06/12/2010
Ficha técnica
Estado civil: En una relación
Pareja: Adrien C. Trouillefou
Círculo social: Inquisición
Re: Como toda una dama [Ayrton]
Al escucharle intentó reaccionar y suspiró tal vez calmándose un poco y viéndole con la mirada perdida en el miedo, apenas si le puso atención, estaba temblando de miedo aún y al ver su rostro sólo se asustó más y volvió a sollozar ocultándose en sus rodillas -No... no quiero que te pase nada... de-beríamos dejar esto...- Le dijo entre sollozos -Quiero que-estés bien... no quiero que te pase nada... no quiero hacerte daño...- Le decía atropellando unas palabras con otras mientras abrazaba sus rodillas con fuerza -Ten-go miedo...- Pronunció suspirando después -Ayrton...- No quería tocarlo, temía que las amenazas de Clopín se hicieran realidad, lo que no sabía es que junto al ojiazul era muy difícil que su mente se desequilibrara así nada más porque el otro lo quisiera.
Re: Como toda una dama [Ayrton]
A pesar de sus palabras, ello no parecía mejorar al pelirrojo y ello le frustró un tanto. No entendía el por qué de esa reacción tan repentina. ¿Recuerdos tal vez? No entendía muchas cosas acerca del otro, pero por reacciones como aquella, poco se atrevía a preguntar. Le miró ocultar de nuevo el rostro y le tomó más fuerte de los hombros, volviendo a agitarle. - ¡Basta! - Exclamó, serio, severo, mirandole con el cejo fruncido y expresión autoritaria, tal vez por vez primera desde que se "reconciliaran". - Ya basta, Adrien Trouillefou - Repitió - Si sigues hablando así, voy a cruzar esa puerta y no me volverás a ver...- Dejó un instante de silencio antes de agregar - Pero ambos sabemos que no es lo que quieres, así que deja de hablar de ese modo - Pidió - No me harás daño alguno, me quieres... ¿No fue eso lo que dijiste? ¿Por qué me dañarias entonces? - Razonó, sin entender a razón de aquello - Nada pasará, así que no tienes nada que temer... Salvo a la inquisición, pero por mi no tienes que hacerlo más - Musitó, intentando que el líder gitano le diera la cara, poder verlo a los ojos.
Ayrton Doyle- Épsilon
- Sexo :
Ocio : Adrien
Mensajes : 448
Fecha de inscripción : 06/12/2010
Ficha técnica
Estado civil: En una relación
Pareja: Adrien C. Trouillefou
Círculo social: Inquisición
Re: Como toda una dama [Ayrton]
Éste logró captar su atención hasta que le habló de aquella forma y su mirada inmersa en su locura regresó en sí al mirar aquellos zafiros y su agitada respiración comenzó a calmarse, aquel miedo prácticamente se había ido al profundizar en aquellos ojos y entonces bajó la mirada avergonzado dándose cuenta de lo tonto que debió haberse visto, al mirar sus pies entonces le pasó la peor de las desgracias en medio de sus desequilibrios mentales. Notó su pie herido pero eso no era lo peor, la sangre es la que lo sacó de su nuevo equilibrio y ante todo lo que ya había pasado primero con Mireya y ahora en la inquisición su fobia a ella era lo peor del mundo, seguro se hirió al bajarse de la cama pero eso ahora no le importaba.
El miedo que sintió en ese momento le hizo reaccionar de golpe y lanzarse a abrazar a Ayrton por el torso con mucha fuerza ocultando su rostro, claramente al tenerle así se sentía como temblaba como cachorrito asustado, no iba a hacer más alboroto, sencillamente se refugiaría así. -Lo siento...- Musitó muy bajo en un tono casi ahogado, intentaba mitigar todo aquello, no tener tantos defectos frente al hombre que amaba pero sencillamente ese tipo de cosas le era imposible controlar del todo por más que se esforzara.
El miedo que sintió en ese momento le hizo reaccionar de golpe y lanzarse a abrazar a Ayrton por el torso con mucha fuerza ocultando su rostro, claramente al tenerle así se sentía como temblaba como cachorrito asustado, no iba a hacer más alboroto, sencillamente se refugiaría así. -Lo siento...- Musitó muy bajo en un tono casi ahogado, intentaba mitigar todo aquello, no tener tantos defectos frente al hombre que amaba pero sencillamente ese tipo de cosas le era imposible controlar del todo por más que se esforzara.
Re: Como toda una dama [Ayrton]
Sus ojos por fin se encontraron y pudo notar en los oscuros ajenos todo el temor repentino que a este le había aquejado, aunque sin entender muy bien lo repentino de aquel sentir que de pronto había atormentado al lider gitano. Aunque, si por eso era, el también debería tener miedo por su suerte, por sus vidas, por lo que podía pasar si les descubrían... debería, mas sin embargo él se mantenía tranquilo. Había logrado sortear la muerte del otro una vez, ¿Que le decia que no lo lograría de nuevo?
Pese a ello, el curso de sus pensamientos se vio interrumpido cuando el castaño se lanzó a sus brazos, temblando de frío, de miedo, de quien sabe que mas. Sus debiles disculpas le hicieron negar leve con la cabeza y suspirar, rodeandole para calmarlo. Nunca creyó poder comportarse de nuevo de ese modo tan... humano, pero es que Adrien lograba cambiarle por completo con solo estar a su lado. - Dejalo, no pasa nada - Le aseguro. Enredó una mano en sus cabellos castaños, del color del chocolate, esos que tanto le gustaban, mientras apoyaba el mentón sobre la cabeza ajena, entreteniendose en las caricias que hacía a la ajena melena, dejandole un beso en la frente y procurando que se calmara para que pudieran volver a dormir, aunque fuera un poco.
Subió a besarle el mentón una vez se sintió más seguro con ese abrazo, ahora sabía que le preocupaba más de lo que pudiera aparentar en esas heladas orbes azules que tanto adoraba, le miró haciendo un puchero -Creo que me herí el pie al bajarme de la cama...- Le dijo como si fuera una cosa pequeña siendo que por pisar el tacón de sus zapatos se había hecho una herida considerable que él no podía notar del todo por ser en la planta del pie.
Al fin pudo dejar de tener miedo, dejar de escuchar aquella voz interior que murmuraba tantas cosas tan terribles contra Ayrton, ahora se había callado al fin, le había dejado de atormentar sólo por ahora...
Una tenue, muy tenue sonrisa se le dibujó en el rostro cuando sintió aquel beso en su mentón. Ni siquiera bajo tortura china lo habría admitido, pero la verdad era que en el fondo le gustaba cundo Adrien se comportaba de manera cariñosa. Aceptaba ciertos grados de melosidad en su vida de parte del gitano, mientras no se pusiera demasiado cariñoso, las cosas podían ir perfectamente. Dejó que se mantuviera de ese mismo modo hasta que comenzó a separarse para verle a los ojos y le consiguió con esa expresión infantil que le hizo rodar los ojos y negar suave. - Eso es lo que pasa cuando te levantas de la cama y no deberías haberlo hecho...- Le "regañó" aunque más bien de manera juguetona. - No creo que consiga gran cosa pero... veamos que puede hacerse - Se levantó, trayendolo consigo para hacerlo sentarse en el borde de la cama mientras él se erguía y lo dejaba por un momento. - No tardaré...- Musitó. Y así, tal cual como dios lo había traido al mundo, salio de la habitación sin el más mínimo pudor. ¿Quien iba a verle a esa hora de la noche?
Conocia aquella casa como la palma de su mano así que no tenía problema en caminar en ella totalmente a oscuras. Llegó al deposito donde tomó una botella de vino fuerte y un par de tela para hacerle unas vendas y regresó con ellas a la habitación. - Espero que no seas muy escándaloso porque esto es fuerte...- Le comentó, señalandole la botella de vino con la cabeza mientras dejaba la tela sobre la mesa para rasgarla en tiras y hacer vendas.
Le escuchó aún con una expresión infantil, carita de niño regañado. Y se sentó justo donde este le dijo esperando con una tenue sonrisa en su rostro por cómo había salido a buscar en su casa. Evitó mirar la sangre, no quería perder el control otra vez, no quería morirse de miedo porque seguro que no la contaba, experimentaba un terror indescriptible cuando los recuerdos de aquel día le atacaban de noche. Al verle regresar todas aquellas preocupaciones se detuvieron para escucharle y ampliarle una sonrisa de esas que acostumbraba -Bueno, comparado con muchas cosas estos son los mínimos daños señor ministro...- Le dijo desviando la mirada en una expresión coqueta, casi traviesa para con el ojiazul.
-Pero...¿Cree que pueda hacer algo al respecto?- Le preguntó mirándole bastante convincente para que le ayudara.
- Bueno, viniendo de tí creo que es lo mejor que podía esperar - Admitió, rodando los ojos de nuevo mientras comenzaba a desgarrar las telas para hacerlas tiras con las que pudiera vendarle el pie. Ante su pregunta, se lo pensó un poco antes de responder. - Por lo menos hará que deje de sangrar sino es muy profunda... Sino, en la mañana habrá que coserla - Murmuró - Pero en realidad espero que no sea así porque no soy muy bueno con este tipo de heridas, además de que no podrías salir con los tacones puestos si es que aún pretendes salir de aqui vestido como una mujer...- Comentó como si tal cosa y una vez hubo terminado con todas las tiras, procedió a intentar abrir la botella de vino aunque le estaba resultando bastante dificil. - Es una lastima tener que desperdicia este vino - Le miró, de reojo - Debería hacer que me consigas otra botella - Comentó, observandolo, con una expresión que no permitia saber si realmente lo decía en serio o bromeaba... la verdad era que en el fondo bromeaba pero no se lo diría, quería ver cómo se las ingeniaría el castaño.
-Ah! ¿Lo mejor que puedes esperar? Muy chistosito Ayrton Doyle...- Le dijo divertido mirándole a los ojos con cierta preocupación -Si fuera grave me temo que... tendría que irme ahora que nadie puede verme, no sería lindo intentar hacer acrobacias así, algo podría fallar...- Musitó preocupado por eso desviando la mirada hasta que el otro dijera ese tipo de cosas, amplió una sonrisa detectando en él ese juego que aunque intentaba ocultar era más que obvio para un cómico experimentado como era Adrien, dejó escuchar una risa -Torpe! ¿Estas escuchando? Aparte de ebrio estas sordo! Pero no puedo negar que eres un sordo borracho muy apuesto- Le dijo divertido intentando no reírse mucho de eso pero no podía evitarlo.
- ¿Sordo borracho? ¿Estas seguro de que quieres que te cure? - Inquirió, mirandole con una ceja arqueada por aquel comentario. Si de verdad estuviera borracho estaría haciendo otro tipo de cosas con él, pero al castaño le encnataba tentar a su suerte por lo visto. Suspiró y se volteó a verle una vez logró abrir la botella de vino haciendo uso de bastante de su suerte. - Aunque, bueno, ya se que soy muy apuesto... - Comentó con bastante egocentrismo, tomando las vendas tambien para acercarse a donde el gitano, arrodillandose en el suelo para tratar de ver mejor su pie con la fugaz iluminación lunar. Prefería no encender alguna lampara, eso pondría a cualquiera que estuviera observando sobreaviso. - Pero no puedes irte así en medio de la noche, se levantarían sospechas sobre la "prima Faure" que estuvo aqui - Le recordó al castaño, como si fuera obvio - Así que tendremos que ingeniarnos alguna otra manera de que salgas - Comentó - Ahora, quedate quieto... te va a arder - Advirtió, antes de dejar caer algo de vino sobre el pie ajeno y, por ende, sobre la herida también.
Adrien le amplió una sonrisita traviesa al escucharlo -Esta bien... no te abandonaré esta noche si prometes ayudarme mañana...- Le aseguró mirándole a los ojos -Es malo que lo sepas... porque ahora tendré que cuidarme de los fáciles- Le dijo sonriendo de lado arqueando una ceja como en señal de reto -Pobre del que se acerque a ti Ayrton...- Le musitó cuando este se acercó y besó su mejilla para después intentar quedarse quieto -No lo menciones...- Musitó desviando la mirada mientras se mordía el labio inferior y cerraba los ojos ligeramente al sentir dolor ante el vino derramándose en su pie -Mghm!...- Se quejó apenas audible bajando el rostro para que este no pudiera verlo. Le daba vergüenza ser tan débil frente a él, normalmente no era así pero al estar a su lado no podía evitarlo.
- ¿Pobres? ¿Soy yo o esos me sonaron a celos? - Inquirió, levemente divertido antes de dejar que la gotas deo licor tinto se deslizaran sobre la herida ajena, notando luego como se quejaba bajito y buscaba ocultarle el rostro. Suspiró. Se inclinó y, sin pensar antes siquiera lo que hacía, dejó que sus labios se posaran sobre el dorso de su pie herido, saboreandose de los labios el fuerte vino que dejara caer sobre la herida.- Tranquilo...- Susurró. Nunca antes pensó que pudiera comportarse de ese modo con alguien, pero la verdad era que con Adrien todo cambiaba, todo era más facil. Sino lo hubiera conocido, ¿Que habría sido de su vida? Le gustaba como estaba, a pesar de tener que vivir a escondidas podía ser plenamente feliz mientras estuviera con el castaño y si era así, aquel rencor en su interior se iba desvaneciendo lentamente, como el hielo que de derretía ante la luz cálida del sol... Y su sol, aunque solo fuera a admitirlo para si mismo, era Adrien. Dejó caer un poco más sobre la herida, y esta vez besó no solo el dorso sino tambien el tobillo ajeno con toda delicadeza, como si creyera que se quebraría con ese simple toque, y murmurandole entre sus suaves gestos, que resistiera el ardos y pronto todo estaría bien, él se encargaría de eso.
Pese a ello, el curso de sus pensamientos se vio interrumpido cuando el castaño se lanzó a sus brazos, temblando de frío, de miedo, de quien sabe que mas. Sus debiles disculpas le hicieron negar leve con la cabeza y suspirar, rodeandole para calmarlo. Nunca creyó poder comportarse de nuevo de ese modo tan... humano, pero es que Adrien lograba cambiarle por completo con solo estar a su lado. - Dejalo, no pasa nada - Le aseguro. Enredó una mano en sus cabellos castaños, del color del chocolate, esos que tanto le gustaban, mientras apoyaba el mentón sobre la cabeza ajena, entreteniendose en las caricias que hacía a la ajena melena, dejandole un beso en la frente y procurando que se calmara para que pudieran volver a dormir, aunque fuera un poco.
Subió a besarle el mentón una vez se sintió más seguro con ese abrazo, ahora sabía que le preocupaba más de lo que pudiera aparentar en esas heladas orbes azules que tanto adoraba, le miró haciendo un puchero -Creo que me herí el pie al bajarme de la cama...- Le dijo como si fuera una cosa pequeña siendo que por pisar el tacón de sus zapatos se había hecho una herida considerable que él no podía notar del todo por ser en la planta del pie.
Al fin pudo dejar de tener miedo, dejar de escuchar aquella voz interior que murmuraba tantas cosas tan terribles contra Ayrton, ahora se había callado al fin, le había dejado de atormentar sólo por ahora...
Una tenue, muy tenue sonrisa se le dibujó en el rostro cuando sintió aquel beso en su mentón. Ni siquiera bajo tortura china lo habría admitido, pero la verdad era que en el fondo le gustaba cundo Adrien se comportaba de manera cariñosa. Aceptaba ciertos grados de melosidad en su vida de parte del gitano, mientras no se pusiera demasiado cariñoso, las cosas podían ir perfectamente. Dejó que se mantuviera de ese mismo modo hasta que comenzó a separarse para verle a los ojos y le consiguió con esa expresión infantil que le hizo rodar los ojos y negar suave. - Eso es lo que pasa cuando te levantas de la cama y no deberías haberlo hecho...- Le "regañó" aunque más bien de manera juguetona. - No creo que consiga gran cosa pero... veamos que puede hacerse - Se levantó, trayendolo consigo para hacerlo sentarse en el borde de la cama mientras él se erguía y lo dejaba por un momento. - No tardaré...- Musitó. Y así, tal cual como dios lo había traido al mundo, salio de la habitación sin el más mínimo pudor. ¿Quien iba a verle a esa hora de la noche?
Conocia aquella casa como la palma de su mano así que no tenía problema en caminar en ella totalmente a oscuras. Llegó al deposito donde tomó una botella de vino fuerte y un par de tela para hacerle unas vendas y regresó con ellas a la habitación. - Espero que no seas muy escándaloso porque esto es fuerte...- Le comentó, señalandole la botella de vino con la cabeza mientras dejaba la tela sobre la mesa para rasgarla en tiras y hacer vendas.
Le escuchó aún con una expresión infantil, carita de niño regañado. Y se sentó justo donde este le dijo esperando con una tenue sonrisa en su rostro por cómo había salido a buscar en su casa. Evitó mirar la sangre, no quería perder el control otra vez, no quería morirse de miedo porque seguro que no la contaba, experimentaba un terror indescriptible cuando los recuerdos de aquel día le atacaban de noche. Al verle regresar todas aquellas preocupaciones se detuvieron para escucharle y ampliarle una sonrisa de esas que acostumbraba -Bueno, comparado con muchas cosas estos son los mínimos daños señor ministro...- Le dijo desviando la mirada en una expresión coqueta, casi traviesa para con el ojiazul.
-Pero...¿Cree que pueda hacer algo al respecto?- Le preguntó mirándole bastante convincente para que le ayudara.
- Bueno, viniendo de tí creo que es lo mejor que podía esperar - Admitió, rodando los ojos de nuevo mientras comenzaba a desgarrar las telas para hacerlas tiras con las que pudiera vendarle el pie. Ante su pregunta, se lo pensó un poco antes de responder. - Por lo menos hará que deje de sangrar sino es muy profunda... Sino, en la mañana habrá que coserla - Murmuró - Pero en realidad espero que no sea así porque no soy muy bueno con este tipo de heridas, además de que no podrías salir con los tacones puestos si es que aún pretendes salir de aqui vestido como una mujer...- Comentó como si tal cosa y una vez hubo terminado con todas las tiras, procedió a intentar abrir la botella de vino aunque le estaba resultando bastante dificil. - Es una lastima tener que desperdicia este vino - Le miró, de reojo - Debería hacer que me consigas otra botella - Comentó, observandolo, con una expresión que no permitia saber si realmente lo decía en serio o bromeaba... la verdad era que en el fondo bromeaba pero no se lo diría, quería ver cómo se las ingeniaría el castaño.
-Ah! ¿Lo mejor que puedes esperar? Muy chistosito Ayrton Doyle...- Le dijo divertido mirándole a los ojos con cierta preocupación -Si fuera grave me temo que... tendría que irme ahora que nadie puede verme, no sería lindo intentar hacer acrobacias así, algo podría fallar...- Musitó preocupado por eso desviando la mirada hasta que el otro dijera ese tipo de cosas, amplió una sonrisa detectando en él ese juego que aunque intentaba ocultar era más que obvio para un cómico experimentado como era Adrien, dejó escuchar una risa -Torpe! ¿Estas escuchando? Aparte de ebrio estas sordo! Pero no puedo negar que eres un sordo borracho muy apuesto- Le dijo divertido intentando no reírse mucho de eso pero no podía evitarlo.
- ¿Sordo borracho? ¿Estas seguro de que quieres que te cure? - Inquirió, mirandole con una ceja arqueada por aquel comentario. Si de verdad estuviera borracho estaría haciendo otro tipo de cosas con él, pero al castaño le encnataba tentar a su suerte por lo visto. Suspiró y se volteó a verle una vez logró abrir la botella de vino haciendo uso de bastante de su suerte. - Aunque, bueno, ya se que soy muy apuesto... - Comentó con bastante egocentrismo, tomando las vendas tambien para acercarse a donde el gitano, arrodillandose en el suelo para tratar de ver mejor su pie con la fugaz iluminación lunar. Prefería no encender alguna lampara, eso pondría a cualquiera que estuviera observando sobreaviso. - Pero no puedes irte así en medio de la noche, se levantarían sospechas sobre la "prima Faure" que estuvo aqui - Le recordó al castaño, como si fuera obvio - Así que tendremos que ingeniarnos alguna otra manera de que salgas - Comentó - Ahora, quedate quieto... te va a arder - Advirtió, antes de dejar caer algo de vino sobre el pie ajeno y, por ende, sobre la herida también.
Adrien le amplió una sonrisita traviesa al escucharlo -Esta bien... no te abandonaré esta noche si prometes ayudarme mañana...- Le aseguró mirándole a los ojos -Es malo que lo sepas... porque ahora tendré que cuidarme de los fáciles- Le dijo sonriendo de lado arqueando una ceja como en señal de reto -Pobre del que se acerque a ti Ayrton...- Le musitó cuando este se acercó y besó su mejilla para después intentar quedarse quieto -No lo menciones...- Musitó desviando la mirada mientras se mordía el labio inferior y cerraba los ojos ligeramente al sentir dolor ante el vino derramándose en su pie -Mghm!...- Se quejó apenas audible bajando el rostro para que este no pudiera verlo. Le daba vergüenza ser tan débil frente a él, normalmente no era así pero al estar a su lado no podía evitarlo.
- ¿Pobres? ¿Soy yo o esos me sonaron a celos? - Inquirió, levemente divertido antes de dejar que la gotas deo licor tinto se deslizaran sobre la herida ajena, notando luego como se quejaba bajito y buscaba ocultarle el rostro. Suspiró. Se inclinó y, sin pensar antes siquiera lo que hacía, dejó que sus labios se posaran sobre el dorso de su pie herido, saboreandose de los labios el fuerte vino que dejara caer sobre la herida.- Tranquilo...- Susurró. Nunca antes pensó que pudiera comportarse de ese modo con alguien, pero la verdad era que con Adrien todo cambiaba, todo era más facil. Sino lo hubiera conocido, ¿Que habría sido de su vida? Le gustaba como estaba, a pesar de tener que vivir a escondidas podía ser plenamente feliz mientras estuviera con el castaño y si era así, aquel rencor en su interior se iba desvaneciendo lentamente, como el hielo que de derretía ante la luz cálida del sol... Y su sol, aunque solo fuera a admitirlo para si mismo, era Adrien. Dejó caer un poco más sobre la herida, y esta vez besó no solo el dorso sino tambien el tobillo ajeno con toda delicadeza, como si creyera que se quebraría con ese simple toque, y murmurandole entre sus suaves gestos, que resistiera el ardos y pronto todo estaría bien, él se encargaría de eso.
Ayrton Doyle- Épsilon
- Sexo :
Ocio : Adrien
Mensajes : 448
Fecha de inscripción : 06/12/2010
Ficha técnica
Estado civil: En una relación
Pareja: Adrien C. Trouillefou
Círculo social: Inquisición
Re: Como toda una dama [Ayrton]
-No son celos!- Dijo rápido haciendo un puchero, le gustaría no demostrar que su vida dependía de la del ojiazul pero... ¿Cómo no hacerlo si así era? ¡Estaría mintiendo si no fuera así!
-Ayrton...- Musitó al notar que se inclinaba hacia su pie lastimado, pero le fue inesperadísima tal reacción de su parte. Abrió los ojos muy grandes, sorprendido de que este le tratara así, se puso de mil colores de sólo mirar, nunca nadie le había tratado así ¿Cómo debía reaccionar? Sus mejillas rojas daban a notar todo aquello que sentía en ese momento, su corazón se aceleró a una velocidad que no pensó que pudiera alcanzar y de repente una dicha sin especificación aparente le inundó de tal modo que las lagrimas se deslizaron por sus mejillas involuntariamente.
Continuó tratando con la misma delicadeza aquella piel que era su adoración, vendandole con la tira de tela que había conseguido para atender su tobillo, subiendo su mirada lentamente para encontrarse con su rostro, rojizo y surcado por lagrimas, lo que le sorprendio y asustó a la vez. Sus manos subieron a tomar sus mejillas, limpiando sus lagrimas y acariciandolas suavemente. - No llores... No llores, por favor, que tus ojoos brujos no derramen mas lágrimas - Rogó, besando sus mejillas, bebiendose sus lagrimas entre besos mariposa, sin saber que mas a hacer o como consolarlo pues no era muy demostrativo con sus sentimientos.
Le abrazó contra él con fuerza al sentir que se acercaba, dejándose hacer a pesar de que sus lagrimas rodaban por sus mejillas, cerró los ojos escuchándole y al recargar el rostro contra el hombro ajeno dejó escuchar un sollozo -Te amo...- Musitó bajito, no podía explicarse sus síndromes de locura que ahora le atacaban tan enérgicamente pero sabía que Ayrton seguro que ya estaba entrenado para eso y más. No podía creer que ahora pudiera tratarle así siendo que meses antes se odiaban a muerte... Del odio al amor había un paso y ahora lo entendía a la perfección, aquel sentimiento intensó se transformó con la misma intensidad que poseía y sin perder tales características, onaba aterrador pero ahora se había convertido en lo más importante.
Ayrton dejó que le abrazara y el rodeó el cuerpo menudo ajeno con sus brazos al sentirle aferrarse con tanta necesidad mientras le decía aquellas palabras. Ellas le hicieron sonreír suavemente. Nunca se cansaría de escucharlas en labios ajenos pues era la realidad innegable que ambos compartían; se amaban y, aunque los encontraran justo en ese momento, ni por salvarle lo haría. Ya había sufrido mucho, ambos lo habían hecho mientras sus corazones se añoraban y ahora se encontraban de nuevo de esa forma tan emotiva. Le besó la nuca y el cuello, más que con deseo, con un sentimiento nuevo que le innundaba desde que estaba con el castaño, esa ternura y cariño que con nadie más le había brotado, ni siquiera con su propia familia.- Tambien te amo... mucho... así que no llores más, por favor - Le pidió con suavidad, recargando su cabeza en él.
-Entonces, no seas tan bueno conmigo...me haces sentirme en deuda...tan...frustado de no poder demostrarte lo...mucho que te amo...- Le musitaba intentando dejar de sollozar pero es que era tan tierno haber logrado tanto entre ellos. Le sintió en aquellos contactos que generaban impulsos eléctricos en su cuerpo. Buscó sus labios para arrebatarle un beso lento que le tranquilizara, le necesitaba tanto para recuperar algo de su razón perdida que aquellos contactos tan esporádicos apenas si le eran suficientes.
- ¿Y que otra cosa puedo hacer? ¿Acaso crees que después de tanto, yo mismo no me siento culpable? - Le espetó, pero no pudo continuar, pues los labios ajenos apresaron los propios en un beso profundo, lento, pero lleno de ternura a la vez, o eso le parecía, que provenía de parte del mayor. Subió su mano, enredandola en los cabellos castaños, suaves, que tanto le encantaban igual que todo en él, buscando extender aquel beso, aquel contacto que resultó casi tan íntimo como una caricia durante el sexo. Era una necesidad irrefrenable la que sentía por el gitano, y pese a que no lo entendía del todo, no podía cambiarlo tampoco, no quería hacerlo, así que lo disfrutaba plenamente.
Adrien siguió besándole con aquella lentitud con la que se exploraban, mantenía los ojos cerrados dejándose llevar por tales sensaciones que iban apoderándose de él, en cierto momento sintió la mano de Ayrton enredarse en sus cabellos por lo que dejó escuchar un gemidito entre aquel contacto, el que lo tocara de esa manera le gustaba tanto, conllevaba cierta ternura en aquellas caricias y eso desencadenaba en él una serie de sensaciones nuevas que sólo con el ojiazul podía experimentar, sus manos se enredaron en los cabellos ajenos acariciandolos con lentitud y suavidad, queriendo transmitir lo mismo dentro de aquel beso.
Ayrton sintió sus manos enredarse en sus cabellos y ello provocó que su cuerpo se relajara. Solo a él, a Adrien le hubiera permitido tal acercamiento y un contacto que, a su parecer, era tan profundo. Le delineó los labios con su lengua, sumergiendola en su cavidad, y cuando sintió que el aire le faltaba, le separó suavemente, sin dejar de verle a los ojos a pesar de la respiracion agitada. Besó su frente entonces, la punta de su nariz y sus pómulos, suaves a pesar de la ligera barba que de vez en vez se instalara en estos y que, al roce con sus labios, le hacía reirse internamente. - Mira las cosas que me haces hacer... - Inquirió, como si lo regañara, mas solo jugaba con él, apoyando su frente en la suya mientras suspiraba tranquilamente.
Abrió los ojos para mirarlo una vez se separaron y mantenía aquel color rojo en sus mejillas aún. No estaba acostumbrado a ese tipo de cosas y suponía que debía hacerlo de algún modo, ahora sólo le pertenecía a Ayrton... pero aquello seguro que le quitaba algo de libertad ¿No? "Los gitanos no resisten estar entre murallas" Eso le repetían los ancianos del consejo y quizá lo comprendía por el hecho de que esa casa ya comenzaba a asfixiarle de algún modo, a pesar de lo grande que era, esas paredes delimitando su espacio lo volvían loco. Pero al escuchar su voz nuevamente mientras se dejaba hacer volvió en si dejando de pensar en eso por un instante -Oh perdón, no pensé que le estuviera obligando señor ministro...- Le musitó divertido acercandose a besar su cuello un poco -Vamos a dormir, no quiero que te desveles por mi culpa...- Le pidió en voz bajita.
Suspiró asintiendo a sus palabras suavemente, pero ello no conllevó a que dejara de aferrarlo del modo en que lo hacía, todo lo contrario, lo mantuvo aún sujeto a él mientras, poco a poco, lo recostaba sobre la cama, haciendo caso a sus palabras, acomodandose él mismo sobre las suaves sábanas para que pudieran reposar juntos.- Es imposible no desvelarse a tu lado...- Musitó, en su oido - Pero es algo que disfruto... mucho - Admitió, besando este, luego el punto que unia su mandibula y cuello, besando luego su maxilar.- Si prometes que te quedarás toda la noche... entonces dormiré tranquilo esta vez - Señaló, pensando él mismo que quizá no pudiera hacerlo mucho por el temor de que el gitano huyera al amanecer. No quería eso. Quería, como en aquella cabaña que secretamente ocultó sus sentimientos, despertar con el otro en brazos.
-¿Cuándo te he dejado solo?- Le preguntó al terminar de escucharlo y sobre todo de sentirlo -Aún no me he atrevido a hacerlo...- Le musitó cerca ampliando una sonrisa divertida y besándolo -Además... a menos que quisieras que me fuera... lo haría...- Le musitó mientras le daba besos breves para provocar un beso más profundo en el otro, claro, sólo jugaba con él, ya bastante cansados habían quedado de la reciente diversión como para cometer la locua de exigir más ahora que el sueño comenzaba a atacarle de nuevo.
-Ayrton...- Musitó al notar que se inclinaba hacia su pie lastimado, pero le fue inesperadísima tal reacción de su parte. Abrió los ojos muy grandes, sorprendido de que este le tratara así, se puso de mil colores de sólo mirar, nunca nadie le había tratado así ¿Cómo debía reaccionar? Sus mejillas rojas daban a notar todo aquello que sentía en ese momento, su corazón se aceleró a una velocidad que no pensó que pudiera alcanzar y de repente una dicha sin especificación aparente le inundó de tal modo que las lagrimas se deslizaron por sus mejillas involuntariamente.
Continuó tratando con la misma delicadeza aquella piel que era su adoración, vendandole con la tira de tela que había conseguido para atender su tobillo, subiendo su mirada lentamente para encontrarse con su rostro, rojizo y surcado por lagrimas, lo que le sorprendio y asustó a la vez. Sus manos subieron a tomar sus mejillas, limpiando sus lagrimas y acariciandolas suavemente. - No llores... No llores, por favor, que tus ojoos brujos no derramen mas lágrimas - Rogó, besando sus mejillas, bebiendose sus lagrimas entre besos mariposa, sin saber que mas a hacer o como consolarlo pues no era muy demostrativo con sus sentimientos.
Le abrazó contra él con fuerza al sentir que se acercaba, dejándose hacer a pesar de que sus lagrimas rodaban por sus mejillas, cerró los ojos escuchándole y al recargar el rostro contra el hombro ajeno dejó escuchar un sollozo -Te amo...- Musitó bajito, no podía explicarse sus síndromes de locura que ahora le atacaban tan enérgicamente pero sabía que Ayrton seguro que ya estaba entrenado para eso y más. No podía creer que ahora pudiera tratarle así siendo que meses antes se odiaban a muerte... Del odio al amor había un paso y ahora lo entendía a la perfección, aquel sentimiento intensó se transformó con la misma intensidad que poseía y sin perder tales características, onaba aterrador pero ahora se había convertido en lo más importante.
Ayrton dejó que le abrazara y el rodeó el cuerpo menudo ajeno con sus brazos al sentirle aferrarse con tanta necesidad mientras le decía aquellas palabras. Ellas le hicieron sonreír suavemente. Nunca se cansaría de escucharlas en labios ajenos pues era la realidad innegable que ambos compartían; se amaban y, aunque los encontraran justo en ese momento, ni por salvarle lo haría. Ya había sufrido mucho, ambos lo habían hecho mientras sus corazones se añoraban y ahora se encontraban de nuevo de esa forma tan emotiva. Le besó la nuca y el cuello, más que con deseo, con un sentimiento nuevo que le innundaba desde que estaba con el castaño, esa ternura y cariño que con nadie más le había brotado, ni siquiera con su propia familia.- Tambien te amo... mucho... así que no llores más, por favor - Le pidió con suavidad, recargando su cabeza en él.
-Entonces, no seas tan bueno conmigo...me haces sentirme en deuda...tan...frustado de no poder demostrarte lo...mucho que te amo...- Le musitaba intentando dejar de sollozar pero es que era tan tierno haber logrado tanto entre ellos. Le sintió en aquellos contactos que generaban impulsos eléctricos en su cuerpo. Buscó sus labios para arrebatarle un beso lento que le tranquilizara, le necesitaba tanto para recuperar algo de su razón perdida que aquellos contactos tan esporádicos apenas si le eran suficientes.
- ¿Y que otra cosa puedo hacer? ¿Acaso crees que después de tanto, yo mismo no me siento culpable? - Le espetó, pero no pudo continuar, pues los labios ajenos apresaron los propios en un beso profundo, lento, pero lleno de ternura a la vez, o eso le parecía, que provenía de parte del mayor. Subió su mano, enredandola en los cabellos castaños, suaves, que tanto le encantaban igual que todo en él, buscando extender aquel beso, aquel contacto que resultó casi tan íntimo como una caricia durante el sexo. Era una necesidad irrefrenable la que sentía por el gitano, y pese a que no lo entendía del todo, no podía cambiarlo tampoco, no quería hacerlo, así que lo disfrutaba plenamente.
Adrien siguió besándole con aquella lentitud con la que se exploraban, mantenía los ojos cerrados dejándose llevar por tales sensaciones que iban apoderándose de él, en cierto momento sintió la mano de Ayrton enredarse en sus cabellos por lo que dejó escuchar un gemidito entre aquel contacto, el que lo tocara de esa manera le gustaba tanto, conllevaba cierta ternura en aquellas caricias y eso desencadenaba en él una serie de sensaciones nuevas que sólo con el ojiazul podía experimentar, sus manos se enredaron en los cabellos ajenos acariciandolos con lentitud y suavidad, queriendo transmitir lo mismo dentro de aquel beso.
Ayrton sintió sus manos enredarse en sus cabellos y ello provocó que su cuerpo se relajara. Solo a él, a Adrien le hubiera permitido tal acercamiento y un contacto que, a su parecer, era tan profundo. Le delineó los labios con su lengua, sumergiendola en su cavidad, y cuando sintió que el aire le faltaba, le separó suavemente, sin dejar de verle a los ojos a pesar de la respiracion agitada. Besó su frente entonces, la punta de su nariz y sus pómulos, suaves a pesar de la ligera barba que de vez en vez se instalara en estos y que, al roce con sus labios, le hacía reirse internamente. - Mira las cosas que me haces hacer... - Inquirió, como si lo regañara, mas solo jugaba con él, apoyando su frente en la suya mientras suspiraba tranquilamente.
Abrió los ojos para mirarlo una vez se separaron y mantenía aquel color rojo en sus mejillas aún. No estaba acostumbrado a ese tipo de cosas y suponía que debía hacerlo de algún modo, ahora sólo le pertenecía a Ayrton... pero aquello seguro que le quitaba algo de libertad ¿No? "Los gitanos no resisten estar entre murallas" Eso le repetían los ancianos del consejo y quizá lo comprendía por el hecho de que esa casa ya comenzaba a asfixiarle de algún modo, a pesar de lo grande que era, esas paredes delimitando su espacio lo volvían loco. Pero al escuchar su voz nuevamente mientras se dejaba hacer volvió en si dejando de pensar en eso por un instante -Oh perdón, no pensé que le estuviera obligando señor ministro...- Le musitó divertido acercandose a besar su cuello un poco -Vamos a dormir, no quiero que te desveles por mi culpa...- Le pidió en voz bajita.
Suspiró asintiendo a sus palabras suavemente, pero ello no conllevó a que dejara de aferrarlo del modo en que lo hacía, todo lo contrario, lo mantuvo aún sujeto a él mientras, poco a poco, lo recostaba sobre la cama, haciendo caso a sus palabras, acomodandose él mismo sobre las suaves sábanas para que pudieran reposar juntos.- Es imposible no desvelarse a tu lado...- Musitó, en su oido - Pero es algo que disfruto... mucho - Admitió, besando este, luego el punto que unia su mandibula y cuello, besando luego su maxilar.- Si prometes que te quedarás toda la noche... entonces dormiré tranquilo esta vez - Señaló, pensando él mismo que quizá no pudiera hacerlo mucho por el temor de que el gitano huyera al amanecer. No quería eso. Quería, como en aquella cabaña que secretamente ocultó sus sentimientos, despertar con el otro en brazos.
-¿Cuándo te he dejado solo?- Le preguntó al terminar de escucharlo y sobre todo de sentirlo -Aún no me he atrevido a hacerlo...- Le musitó cerca ampliando una sonrisa divertida y besándolo -Además... a menos que quisieras que me fuera... lo haría...- Le musitó mientras le daba besos breves para provocar un beso más profundo en el otro, claro, sólo jugaba con él, ya bastante cansados habían quedado de la reciente diversión como para cometer la locua de exigir más ahora que el sueño comenzaba a atacarle de nuevo.
Re: Como toda una dama [Ayrton]
- mmmmmm... sabes que no quiero eso...- Murmuró, restregando su nariz contra el cuello del gitano, aspirando su aroma. Hacía rato que el sabor fuerte del vino había desaparecido de sus labios, y ahora lo unico que podía sentir era a Adrien rodeandole por todos lados; no solo porque el cuerpo del castaño gitano estaba en sus brazos, sino porque el aroma de su piel, de su cabello, le llenaba los pulmones sin dejar espacio a nada mas, y el sabor de su piel tan dulce y prohibido, impregnaba la boca del ministro. Y aunque el otro se iba, la sensación siempre quedaba alli y era esa sombra la que le hacía desear a Ayrton que los días pasaran con mayor rapidez para poder verle. Era por eso que no podia resistir tocarlo, besarlo cada vez que lo tenía cerca y menos aún con las tentaciones a las que el castaño le estaba sometiendo justo en ese momento. Sus comisuras apenas se curvaron un poco antes de besarle con mayor intensidad, atrapandole los labios en un beso mas largo, mas apremiante, en el que sus lenguas jugaron reconociendose hasta que el aliento se les extinguió por completo. Al separarse, un bufido que intentaba parecer una risa, se le escapó de los labios, y luego solo pudo quedarse recostado, mirando el cieloraso de la habitación mientras intentaba recuperar el aliento.- Deberiamos dormir un poco antes de que amanezca, ¿No crees? - Le sugirió. Tal vez, solo tal vez, ya era hora de que se durmieran de nuevo.
Ayrton Doyle- Épsilon
- Sexo :
Ocio : Adrien
Mensajes : 448
Fecha de inscripción : 06/12/2010
Ficha técnica
Estado civil: En una relación
Pareja: Adrien C. Trouillefou
Círculo social: Inquisición
Re: Como toda una dama [Ayrton]
Adrien se estremeció al sentirle tan cerca en su cuello y le arrebató un suspiro, esa cercanía... jamás podría reemplazarla, por nada en el mundo. Volteó a mirarle sorprendido al ver que él mismo era el que iniciaba ese contacto y sólo atinó a corresponder desesperado a sus labios, alargó ese momento todo lo que pudo jugando hipnóticamente con la lengua ajena, al separarse él mismo jadeó por aire bajando la cabeza para respirar rápido sonriendo divertido al verle hacerlo también -Al fin dejas de verte tan severo...- Le dijo arrastrándose un poco para acostarse tendido a sus anchas en la cama encimándole al propósito una mano y una pierna al otro para molestar -Tienes razón, vamos a dormir, anda, vete a tu cama- Le dijo riéndose después y girando en la cama para acomodarse recargado en el hombro ajeno y jalar las cobijas para cubrirse cerrando los ojos -Muy bien... vamos a dormir un poco... pero prométeme despertarme a tiempo... no quiero que me vean así tus sirvientes...- Le musitó dándose cuenta al recostarse de nuevo que estaba agotado, sin saber en qué momento se quedó dormido...
---------------------------
A la mañana siguiente Adrien se levantó relativamente temprano, al rededor de las ocho de la mañana escuchó ruído fuera de la puerta y se sentó en la cama como un resorte saliendo fuera de la cama y corriendo lo mejor que pudo con el tobillo herido dentro del baño que tenía la habitación agarrando a su paso la peluca. Cerró la puerta tras él y suspiró con la peluca entre las manos, recordó ver a Ayrton aún acostado en la cama, escuchó que tocaban a la puerta con discreción -¿Desea que le traiga el desayuno, señorita?-
-Sírvanos en el comedor, bajaremos en un momento y pídame un carruaje por favor que me iré en cuanto termine-
-Enseguida señorita- Le dijo la sierva caminando fuera de la habitación apresurada. Adrien se miró en el espejo concluyendo que se le veía muy mal, se repuso lo mejor que pudo allí y se acomodó la peluca en la cabeza con cuidado, después salió con sigilo a la habitación de nuevo y tomó sus otras cosas adentrándose al baño para seguir arreglándose con detalle, acomodándose la vestimenta lo mejor que pudo procediendo a maquillarse bien y finalmente cubrir un poco su rostro con los rizos castaños, el único problema era usar esos tacones del mal ahora que estaba herido, decidió que se iría descalzo. Los tomó con una mano y con la otra guardó su fondito de dormir en su bolso para caminar hasta donde Ayrton ampliando una sonrisa tan propia de él -Caballero...- Le habló fingiendo su tono tan bien como lo hacía -Veo que se hacía el dormido- Le comentó divertido sentándose en la cama con cuidado y recargando su cabeza en el abdomen ajeno para mirarle con atención -¿Vamos a desayunar, ministro?- Le preguntó animado como era costumbre tomando la gran mano ajena y jugando con sus dedos con su manita enguantada. Aún olía a dulce perfume de dama y se le veía exquisito en ese vestido de chica.
---------------------------
A la mañana siguiente Adrien se levantó relativamente temprano, al rededor de las ocho de la mañana escuchó ruído fuera de la puerta y se sentó en la cama como un resorte saliendo fuera de la cama y corriendo lo mejor que pudo con el tobillo herido dentro del baño que tenía la habitación agarrando a su paso la peluca. Cerró la puerta tras él y suspiró con la peluca entre las manos, recordó ver a Ayrton aún acostado en la cama, escuchó que tocaban a la puerta con discreción -¿Desea que le traiga el desayuno, señorita?-
-Sírvanos en el comedor, bajaremos en un momento y pídame un carruaje por favor que me iré en cuanto termine-
-Enseguida señorita- Le dijo la sierva caminando fuera de la habitación apresurada. Adrien se miró en el espejo concluyendo que se le veía muy mal, se repuso lo mejor que pudo allí y se acomodó la peluca en la cabeza con cuidado, después salió con sigilo a la habitación de nuevo y tomó sus otras cosas adentrándose al baño para seguir arreglándose con detalle, acomodándose la vestimenta lo mejor que pudo procediendo a maquillarse bien y finalmente cubrir un poco su rostro con los rizos castaños, el único problema era usar esos tacones del mal ahora que estaba herido, decidió que se iría descalzo. Los tomó con una mano y con la otra guardó su fondito de dormir en su bolso para caminar hasta donde Ayrton ampliando una sonrisa tan propia de él -Caballero...- Le habló fingiendo su tono tan bien como lo hacía -Veo que se hacía el dormido- Le comentó divertido sentándose en la cama con cuidado y recargando su cabeza en el abdomen ajeno para mirarle con atención -¿Vamos a desayunar, ministro?- Le preguntó animado como era costumbre tomando la gran mano ajena y jugando con sus dedos con su manita enguantada. Aún olía a dulce perfume de dama y se le veía exquisito en ese vestido de chica.
Última edición por Adrien C. Trouillefou el Sáb Feb 01, 2014 10:55 pm, editado 1 vez
Re: Como toda una dama [Ayrton]
- Si, si... lo que digas...- Fue la única cosa que medio balbuceó el de ojos hielos antes de finalmente dormirse también. Estar con Adrien siempre eran demasiadas emociones por un día y a veces no estaba acostumbrado a todas ellas. Lidiarlas era demasiado cansino para su persona, misma razón que lo hizo caer rendido más de prisa.
A la mañana siguiente no supo si fue el sol por la ventana, la ausencia del cuerpo que anoche había estado en sus sabanas o la voz de esa inútil sierva lo que le había despertado... pero lo cierto era que no quería levantarse de la cama aunque tuviera que. Se cubrió el rostro con una almohada, bufando con fastidio contra esta. Que tuviera sus momentos de berrinche no significaba que iba a dejar que lo vieran en medio de ellos. Pronto escuchó la voz de Adrien fingiéndose de nuevo la delicada damita y ello le hizo sonreírse bajo las sabanas. Finalmente apartó la almohada al sentirle tomar su mano, jugando con sus dedos con los suyos enguantados.- ¿Te he dicho antes que pareces un payaso cuando te maquillas de mujer? - Le molestó, burlándose de su aspecto pero no lo hacía para hacerle realmente sentir mal. Solo era una broma. Se incorporó un poco y se desperezó con gusto, dejando salir un bostezo que pronto cubrió con su mano libre. Entonces terminó de sentarse en la cama, soltando apenas la mano ajena para refregarse el rostro.- ¿Que van a decir los sirvientes... cuando sepan que una mujer... esta haciendo su voluntad en mi casa? - Bromeó, dejando escapar otro bostezo intercalado mientras se levantaba.- Pero bien, iremos a desayunar en cuanto termine de asearme... a menos que quieras que baje así y escandalice a las siervas - Inquirió, ligeramente desfachatado. Le tomó entonces del mentón, mirándole fijo, acariciándole el labio inferior con su dedo pulgar, haciéndole perderse en sus ojos profundos antes de soltarle de improviso y caminar al baño.- No tardaré...- Aseguró. Había pensado en besarlo... pero debía ser sumamente desagradable con su aliento mañanero.
A la mañana siguiente no supo si fue el sol por la ventana, la ausencia del cuerpo que anoche había estado en sus sabanas o la voz de esa inútil sierva lo que le había despertado... pero lo cierto era que no quería levantarse de la cama aunque tuviera que. Se cubrió el rostro con una almohada, bufando con fastidio contra esta. Que tuviera sus momentos de berrinche no significaba que iba a dejar que lo vieran en medio de ellos. Pronto escuchó la voz de Adrien fingiéndose de nuevo la delicada damita y ello le hizo sonreírse bajo las sabanas. Finalmente apartó la almohada al sentirle tomar su mano, jugando con sus dedos con los suyos enguantados.- ¿Te he dicho antes que pareces un payaso cuando te maquillas de mujer? - Le molestó, burlándose de su aspecto pero no lo hacía para hacerle realmente sentir mal. Solo era una broma. Se incorporó un poco y se desperezó con gusto, dejando salir un bostezo que pronto cubrió con su mano libre. Entonces terminó de sentarse en la cama, soltando apenas la mano ajena para refregarse el rostro.- ¿Que van a decir los sirvientes... cuando sepan que una mujer... esta haciendo su voluntad en mi casa? - Bromeó, dejando escapar otro bostezo intercalado mientras se levantaba.- Pero bien, iremos a desayunar en cuanto termine de asearme... a menos que quieras que baje así y escandalice a las siervas - Inquirió, ligeramente desfachatado. Le tomó entonces del mentón, mirándole fijo, acariciándole el labio inferior con su dedo pulgar, haciéndole perderse en sus ojos profundos antes de soltarle de improviso y caminar al baño.- No tardaré...- Aseguró. Había pensado en besarlo... pero debía ser sumamente desagradable con su aliento mañanero.
Ayrton Doyle- Épsilon
- Sexo :
Ocio : Adrien
Mensajes : 448
Fecha de inscripción : 06/12/2010
Ficha técnica
Estado civil: En una relación
Pareja: Adrien C. Trouillefou
Círculo social: Inquisición
Re: Como toda una dama [Ayrton]
-En realidad parezco un payaso todo el tiempo, de lo contrario no me ganaría el pan de cada día- Le dijo divertido sin poder evitar mantener su gran sonrisa -Sabes que no me ofenden esa clase de términos, ¡Oh eres tan amable!- Comentó llevando el dorso de su mano a su frente para exagerar con ello su diálogo, pero al escuchar lo demás no pudo evitar una carcajada girando con todo y vestido a un lado para que el otro se incorporara -Dirán que al fin alguien te tiene bien agarrado de los... oops, se supone que soy una dama- Le dijo evitando la palabra pero se sonrió divertido todavía. Se sentó en la cama también mirándolo fijo, él también había aprovechado para asearse un poco en el baño, de no hacerlo estaría asesinando gente, no podía permanecer sucio bajo ninguna circunstancia después del gran trauma que fue salir entre cadáveres del tribunal de justicia.
-¿Que bajes así?... No creo que pases de las escaleras, cariño- Le contestó lanzándole una mirada seductora -Bueno, al menos lo intentaría aunque sin desayuno lo más probable es que cayera fulminado por ahí- Comentó con esos tonitos cómicos que utilizaba inconscientemente para hacer sus bromas, pero entonces el otro le hizo mirarle y Adrien se quedó desconcertado mirándolo durante un segundo, claramente ese poder magnético que tenían los ojos azules era muy difícil de ignorar para Adrien pero se quedó estático, no pudo moverse hasta que el otro se apartó, le había gustado esa mirada, quizá era lo más bonito que había visto al despertar, definitivamente. -Vale- Contestó aún sin poder creer lo que había hecho para llegar hasta allí, y todo lo que habían pasado esa noche, había sido una locura, se dejó caer sobre la cama jugando con sus pies en el aire como el hiperactivo que era, moviéndolos de un lado a otro observando la herida, no se veía tan mal en realidad, a veces solía exagerar demasiado quizá... o eso pensó hasta que decidió hacer un movimiento con el pie que casi lo hace llorar, cerró los ojos y suspiró -Diablos...- Musitó abriendo los ojos y mirando su pie de nuevo, está bien, sí le dolía bastante, pero si Ayrton no le hubiera ayudado la noche anterior seguro que la cosa hubiera sido peor. Comenzó a dormidar sobre la cama de nuevo, y bajó los pies para acomodar un poco su falda y acostarse derecho sobre la cama con los brazos a la altura de su cabeza, pese a que no acostumbraba dormir mucho aquella cama era tan suave y seductora como nunca antes en su vida lo había sido un artefacto de esa naturaleza... los ricos tenían buenas camas, ahora entendía porqué se la pasaban durmiendo y follando en ellas. Él con trabajos tenía una triste tienda de campaña en la corte de los milagros, sería peligroso mandar traer una cama así. Poco a poco se quedó dormido mientras lo esperaba, esperaba que le hablara cuando estuviera listo, nunca había tenido el sueño pesado así que estaba seguro que le escucharía salir.
-¿Que bajes así?... No creo que pases de las escaleras, cariño- Le contestó lanzándole una mirada seductora -Bueno, al menos lo intentaría aunque sin desayuno lo más probable es que cayera fulminado por ahí- Comentó con esos tonitos cómicos que utilizaba inconscientemente para hacer sus bromas, pero entonces el otro le hizo mirarle y Adrien se quedó desconcertado mirándolo durante un segundo, claramente ese poder magnético que tenían los ojos azules era muy difícil de ignorar para Adrien pero se quedó estático, no pudo moverse hasta que el otro se apartó, le había gustado esa mirada, quizá era lo más bonito que había visto al despertar, definitivamente. -Vale- Contestó aún sin poder creer lo que había hecho para llegar hasta allí, y todo lo que habían pasado esa noche, había sido una locura, se dejó caer sobre la cama jugando con sus pies en el aire como el hiperactivo que era, moviéndolos de un lado a otro observando la herida, no se veía tan mal en realidad, a veces solía exagerar demasiado quizá... o eso pensó hasta que decidió hacer un movimiento con el pie que casi lo hace llorar, cerró los ojos y suspiró -Diablos...- Musitó abriendo los ojos y mirando su pie de nuevo, está bien, sí le dolía bastante, pero si Ayrton no le hubiera ayudado la noche anterior seguro que la cosa hubiera sido peor. Comenzó a dormidar sobre la cama de nuevo, y bajó los pies para acomodar un poco su falda y acostarse derecho sobre la cama con los brazos a la altura de su cabeza, pese a que no acostumbraba dormir mucho aquella cama era tan suave y seductora como nunca antes en su vida lo había sido un artefacto de esa naturaleza... los ricos tenían buenas camas, ahora entendía porqué se la pasaban durmiendo y follando en ellas. Él con trabajos tenía una triste tienda de campaña en la corte de los milagros, sería peligroso mandar traer una cama así. Poco a poco se quedó dormido mientras lo esperaba, esperaba que le hablara cuando estuviera listo, nunca había tenido el sueño pesado así que estaba seguro que le escucharía salir.
Re: Como toda una dama [Ayrton]
La mirada perdida que le dejó en el rostro a Adrien era suficiente para hacerle despertar de buen humor. En el baño lavó su rostro, su boca e incluso a si mismo. Se había tomado el suficiente tiempo para asearse y por lo mismo, el gitano también había tenido el suficiente como para quedarse dormido. No era un secreto para nadie que el ministro de la inquisición era ligeramente vanidoso de si mismo aunque ya estuviera "entrado en años"; pese a que ya debería, a su edad, a haber tenido una familia, siempre se escudaba en su trabajo, más aún ahora dada la situación en que se encontraba tras haber liberado a Adrien y poner en riesgo su cuello.
Cuando salió del cuarto de baño, encontró al otro rendido sobre el colchón. Rodó los ojos pero sonrió un poco y, moviéndose con mas cuidado que de costumbre, procedió a vestirse a medias... y a medias porque cuando tropezó con los tacones ajenos, no evitó maldecir en voz alta y quitarlos del medio de una patada, dañandolos en el acto, dándole de manera inconsciente al gitano, una excusa perfecta para no usarlos. Bufó mientras terminaba de vestirse frente al espejo y suponiendo a Adrien ya despierto, exclamó.- ¿Entonces ya podemos deshacernos de tus "amigos" -hizo énfasis en aquello, refiriéndose a los tacones- y bajar a comer? Muero de hambre - Protestó - Y no se verá bien si bajo a comer sin mi "invitada"...- Finalizó, rodando los ojos. Le seguía pareciendo demasiado chiste de parte del bufón.
Cuando salió del cuarto de baño, encontró al otro rendido sobre el colchón. Rodó los ojos pero sonrió un poco y, moviéndose con mas cuidado que de costumbre, procedió a vestirse a medias... y a medias porque cuando tropezó con los tacones ajenos, no evitó maldecir en voz alta y quitarlos del medio de una patada, dañandolos en el acto, dándole de manera inconsciente al gitano, una excusa perfecta para no usarlos. Bufó mientras terminaba de vestirse frente al espejo y suponiendo a Adrien ya despierto, exclamó.- ¿Entonces ya podemos deshacernos de tus "amigos" -hizo énfasis en aquello, refiriéndose a los tacones- y bajar a comer? Muero de hambre - Protestó - Y no se verá bien si bajo a comer sin mi "invitada"...- Finalizó, rodando los ojos. Le seguía pareciendo demasiado chiste de parte del bufón.
Ayrton Doyle- Épsilon
- Sexo :
Ocio : Adrien
Mensajes : 448
Fecha de inscripción : 06/12/2010
Ficha técnica
Estado civil: En una relación
Pareja: Adrien C. Trouillefou
Círculo social: Inquisición
Re: Como toda una dama [Ayrton]
Brincó al escuchar el rotundo golpe de los tacones por ahí y ya no digamos las maldiciones del ojiazul, abrió los ojos apenas un poco mirándolo y pintando poco a poco una sonrisita -¿Qué te pasa, amor?- Le preguntó divertido retorciéndose un poco sobre la cama dejando ver su ropa interior femenina y esos ligueros mientras lo hacía, obviamente no lo hacía al propósito, sucede que eso de los vestidos era la primera vez que lo hacía -Aahwwn~- Bostezó cubriéndose la boca y al escucharle se rió sentándose con las piernas abiertas, las plantas de los pies bien situadas en la cama y tendido sostenido por sus codos para poder verle con una carita de ironía que se le veía maravillosa, la verdad es que si de repente decidiera vestirse de chica no le vendría nada mal -Haz lo que quieras con ellos, los dejaré por aquí para que pienses en mí y te duermas con ellos cuando tengas frío- Le dijo arqueando una ceja, obviamente bromeando con él como era su costumbre, después hizo una pausa a sus palabras y escuchó asintiendo un poquito e incorporándose en un movimiento impulsivo para pararse justo frente a él y abrazarlo de la cintura pegándolo a él -¿Porqué no les dices a tus siervos que se larguen y te doy de desayunar?...- Le musitó al oído mordiendo su lóbulo y acariciando su mejilla lentamente -Anda... déjame consentirte un rato...- Le pidió en un tonito meloso -¿Recuerdas ese día en la cabaña?... puedo mejorarlo...- Pronunció a su oído mientras sus manitas se deslizaban por su torso y depositaba un beso en su cuello.
Re: Como toda una dama [Ayrton]
El ministro no evitó rodar los ojos ante aquel mal chiste de los tacones. Ya sabia Adrien que a él no le agradaban especialmente las mujeres... aunque podía hacer una excepción con Adrien, solo por verlo con esos ligueros que se le veían sumamente sexys sobre sus elásticas y marfileñas piernas. Lastima que solo le lucieran con aquel vestido tan molesto de quitar.
Estaba dispuesto a darse la vuelta para que bajaran a comer cuando el otro lo tomó de la cintura "arrinconandolo" con aquella sugerencia tan tentadora. Su voz suave cerca de su oído se le antojaba deliciosa y la idea de Adrien consintiendole un rato no se le antojaba para nada desagradable. No pudo evitar una sonrisilla viciosa cuando el otro aseguró que podría mejorar, puesto que el ministro no estaba pensando precisamente en la comida que le había preparado el gitano, sino en lo que habían hecho después. Sin embargo, no se dio por entendido.
Con las manos ajenas en su torso, apoyó ambas manos a los costados del castaño, moviendo ligeramente su rostro luego de recibir sus deliciosos besos para alcanzarle los labios, dejando que estos se rozaran de manera tentadora.- Sabes jugar bien tus cartas... y sabes que eso me encanta - Añadió, moviéndose para dejar un beso en su maxilar - Te espero abajo entonces...- Le dijo antes de separarse. Aquellos jugueteos tentadores que siempre sostenía con el gitano eran tan prohibidos como satisfactorios, sin embargo, aun con su cabeza en juego, solo podía pensar en que debía aprovechar esos momentos. No sabía cuando podría ser el último. Con esos pensamientos en mente bajó las escaleras y ordenó a los sirvientes retirarse, pues quería desayunar a solas con su invitada, cosa que los sirvientes no renegaron y en seguida obedecieron a su señor, quien se sentó a esperar por el castaño en la cabecera de la mesa del comedor, en una silla de espaldar amplio que, al combinar con la oscura decoración, le daban un aire aún más malicioso y seductor.
Estaba dispuesto a darse la vuelta para que bajaran a comer cuando el otro lo tomó de la cintura "arrinconandolo" con aquella sugerencia tan tentadora. Su voz suave cerca de su oído se le antojaba deliciosa y la idea de Adrien consintiendole un rato no se le antojaba para nada desagradable. No pudo evitar una sonrisilla viciosa cuando el otro aseguró que podría mejorar, puesto que el ministro no estaba pensando precisamente en la comida que le había preparado el gitano, sino en lo que habían hecho después. Sin embargo, no se dio por entendido.
Con las manos ajenas en su torso, apoyó ambas manos a los costados del castaño, moviendo ligeramente su rostro luego de recibir sus deliciosos besos para alcanzarle los labios, dejando que estos se rozaran de manera tentadora.- Sabes jugar bien tus cartas... y sabes que eso me encanta - Añadió, moviéndose para dejar un beso en su maxilar - Te espero abajo entonces...- Le dijo antes de separarse. Aquellos jugueteos tentadores que siempre sostenía con el gitano eran tan prohibidos como satisfactorios, sin embargo, aun con su cabeza en juego, solo podía pensar en que debía aprovechar esos momentos. No sabía cuando podría ser el último. Con esos pensamientos en mente bajó las escaleras y ordenó a los sirvientes retirarse, pues quería desayunar a solas con su invitada, cosa que los sirvientes no renegaron y en seguida obedecieron a su señor, quien se sentó a esperar por el castaño en la cabecera de la mesa del comedor, en una silla de espaldar amplio que, al combinar con la oscura decoración, le daban un aire aún más malicioso y seductor.
Ayrton Doyle- Épsilon
- Sexo :
Ocio : Adrien
Mensajes : 448
Fecha de inscripción : 06/12/2010
Ficha técnica
Estado civil: En una relación
Pareja: Adrien C. Trouillefou
Círculo social: Inquisición
Re: Como toda una dama [Ayrton]
No hubiera pensado en otra cosa, obviamente hablaba de los detalles interesantes de la cabaña... como por ejemplo que lo hicieron muchas e incontables veces y de pensarlo se excitaba, se dejó hacer ampliando una sonrisita complacida y cerró los ojos acariciando la mejilla ajena mientras se apartaba de él, ya estaba tan acostumbrado a sus manos que el no tenerlas pronto al tenerlo cerca era una tortura para él.
Se quitó el vestido para facilitarle el trabajo a Ayrton, lamentablemente los tacones se habían roto, había escuchado que a los hombres les ponía follar a las mujeres dejándoles puestos sólo los tacones, pero aquellos estaban destrozados al igual que la planta de su pie, se quitó el maquillaje observándose en el espejo, le gustaba lo que veía, pero al final decidió quitarse la peluca y acomodarse el cabello como habitualmente dejándose sólo la ropa provocativa de mujer; el corsé, el sostén, los ligueros, aquellas pantaletas sensuales de seda y esas medias que se le veían tan sensuales, ahora sí le gustaba lo que veía del todo. Bajó con sus pies descalzos por las escaleras cubierto por una cobija buscando con la mirada a Ayrton, caminó hasta el comedor y al encontrarse con el ojiazul dejó caer la cobija lentamente por sus hombros y le miró sensual arqueando una ceja y girando a la cocina a paso sensual, aunque llegando a la cocina no pudo evitar ampliar una sonrisa y dirigirle una mirada más antes de meterse a ella y darse cuenta que afortunadamente la bandeja de la comida ya estaba servida, la tomó y caminó todo lo bien que pudo con su pie lastimado hasta el otro y al ponerla en la mesa frente a él le robó un beso sentándose en la pierna sana del ministro -Vaya... pareces inquieto- Le dijo sólo para molestar mientras dejaba el plato de fruta frente a ellos y tomaba un trozo de manzana con un tenedor deslizándolo por los labios ajenos sin quitarle esa mirada hechizante de encima.
Se quitó el vestido para facilitarle el trabajo a Ayrton, lamentablemente los tacones se habían roto, había escuchado que a los hombres les ponía follar a las mujeres dejándoles puestos sólo los tacones, pero aquellos estaban destrozados al igual que la planta de su pie, se quitó el maquillaje observándose en el espejo, le gustaba lo que veía, pero al final decidió quitarse la peluca y acomodarse el cabello como habitualmente dejándose sólo la ropa provocativa de mujer; el corsé, el sostén, los ligueros, aquellas pantaletas sensuales de seda y esas medias que se le veían tan sensuales, ahora sí le gustaba lo que veía del todo. Bajó con sus pies descalzos por las escaleras cubierto por una cobija buscando con la mirada a Ayrton, caminó hasta el comedor y al encontrarse con el ojiazul dejó caer la cobija lentamente por sus hombros y le miró sensual arqueando una ceja y girando a la cocina a paso sensual, aunque llegando a la cocina no pudo evitar ampliar una sonrisa y dirigirle una mirada más antes de meterse a ella y darse cuenta que afortunadamente la bandeja de la comida ya estaba servida, la tomó y caminó todo lo bien que pudo con su pie lastimado hasta el otro y al ponerla en la mesa frente a él le robó un beso sentándose en la pierna sana del ministro -Vaya... pareces inquieto- Le dijo sólo para molestar mientras dejaba el plato de fruta frente a ellos y tomaba un trozo de manzana con un tenedor deslizándolo por los labios ajenos sin quitarle esa mirada hechizante de encima.
Re: Como toda una dama [Ayrton]
Ayrton le esperó tranquilamente en la silla del comedor, suponiendo que llegaría en cualquier momento, pero cuando lo vió llegar envuelto en aquella sabana y luego practicamente "desnudarse" frente a él, no pudo evitar casi quedarse con la boca abierta, al menos internamente, mientras sus ojos no evitaban recorrerle, brillantes y lujuriosos, de arriba a abajo y sin pudor alguno. Su mirada le siguió cuando se fue a la cocina, mirando su delicioso trasero enfundado en la ropa interior de encaje. Nunca creyó que pudiera haber algo más desagradable que las mujeres y por lo mismo, le sorprendia la manera como practicamente se estaba babeando por el gitano en ese instante, enfundado en aquellas prendas de encaje tan eróticas sobre su piel pálida.
Dejó que se sentara en su regazo, y con una mano le rodeó la cintura mientras el otro se acomodaba para alimentarle con tal descaro, haciendole sonreír malicioso. Tomó la manzana que se deslizaba por sus labios, comiendola de un bocado, para luego mirarle. - Pero tu tambien tienes que comer... sino, no es divertido...- Señaló, moviendo sus dientes a mordisquear deliciosamente su maxilar y disfrutar de su cercanía, que apenas con unos instantes, comenzaba a excitarle bastante.- ¿Que tal unas uvas ahora? - Sugirió, sonriendole malicioso y travieso. Tal cual sabía que podía provocarle.
Dejó que se sentara en su regazo, y con una mano le rodeó la cintura mientras el otro se acomodaba para alimentarle con tal descaro, haciendole sonreír malicioso. Tomó la manzana que se deslizaba por sus labios, comiendola de un bocado, para luego mirarle. - Pero tu tambien tienes que comer... sino, no es divertido...- Señaló, moviendo sus dientes a mordisquear deliciosamente su maxilar y disfrutar de su cercanía, que apenas con unos instantes, comenzaba a excitarle bastante.- ¿Que tal unas uvas ahora? - Sugirió, sonriendole malicioso y travieso. Tal cual sabía que podía provocarle.
Ayrton Doyle- Épsilon
- Sexo :
Ocio : Adrien
Mensajes : 448
Fecha de inscripción : 06/12/2010
Ficha técnica
Estado civil: En una relación
Pareja: Adrien C. Trouillefou
Círculo social: Inquisición
Re: Como toda una dama [Ayrton]
Se rió dejándose hacer por el otro y tomando una uva para morderla sin dejar de mirarlo, esa química entre ellos jamás se esfumaría, sentía un impulso loco por él, después le dio la otra mitad de la uva tranquilamente poniéndola en sus labios y plantando un beso meloso en ellos, apenas una pequeña presión -Cierra la boca, amor- Le dijo tanteando una de las comisuras de sus labios -Creo que estás babeando- Bromeó con él divertido, esa expresión embobada del otro se lo decía todo, tomó una manzana más con el tenedor y se la comió mientras se acomodaba recargándose en el hombro del otro y dándole una manzana a él -¿Tiene mucho qué hacer hoy, señor ministo?- Preguntó fingiendo plena normalidad intentando que la química entre ellos no dominara sus impulsos aún, iba a torturarlo con provocaciones hasta que terminaran de desayunar.
Re: Como toda una dama [Ayrton]
Siguió el juego del castaño. ¿Para que negar que le encantaba? Tomó la uva con sus labios mientras le causaba sincera gracia lo que el otro decía de estarse babeando, pues la verdad era que si se encontraba bastante impresionado y seducido por la apariencia del gitano en ese instante, todo provocador, como la misma imagen de la lujuria. Sin embargo, aquel juego podía jugarse de dos así que, mientras el otro se hacía el inocente, él buscaba responderle con total normalidad, como si aquellas costumbres al tomar los alimentos fuera la cosa más común del mundo en esa casa y entre ellos dos.- Oh si, muchísimo trabajo - Exclamó, dramatizando, siguiendo la corriente ajena como si fuera algo gravisimo luego de comer la manzana que le daba - Pero creo que después de un desayuno como este, quizá podría tener más fuerzas de continuar el día...- Tomó un pedazo de melocotón en almíbar, pasándolo por los labios ajenos, dejándolos impregnados del jarabe azucarado, antes de tomarlos con los propios, con intensidad, mordisqueandolos un poco antes de separarse, dejando que sus manos se perdieran entre los muslos blancos y tersos del otro, tocando con descaro innato en él.
Ayrton Doyle- Épsilon
- Sexo :
Ocio : Adrien
Mensajes : 448
Fecha de inscripción : 06/12/2010
Ficha técnica
Estado civil: En una relación
Pareja: Adrien C. Trouillefou
Círculo social: Inquisición
Re: Como toda una dama [Ayrton]
Adrien se rió como niño cuando el otro le siguió el juego y se abrazó a él dándole un beso en el maxilar y acariciando sus cabellos castaños -Ohh eres un bobo- Le dijo tomando su mentón con cariño y atrayéndolo a él para mirar sus ojos de forma perdida mientras continuaba hablando el ojiazul, se dejó hacer suspirando al sentir una punzada de deseo en su interior y una vez que sus labios tocaron los ajenos sintió que no podría contenerse en seguir provocándolo cuando él mismo era incapaz de controlarse, mucho menos con las manos que se deslizaron por su piel haciéndolo temblar y arquearse contra Ayrton aferrando su cuello con ambos brazos pegando su cuerpo al suyo siguiendo ese contacto, sus labios se deslizaron por su piel poco a poquito, besó su mentón y se desplazó por su mejilla hasta uno de los oídos en un besito húmedo, después bajando por su cuello mientras su mano se colaba apenas levantando un poco la ropa del otro para rozar con las yemas de sus dedos el abdomen perfecto -Ohh te amo, te amo...- Le dijo enloquecido buscando su mirada para pronunciarlo, con una mirada perdida por el otro -Ayrton, no sé qué hacer cuando siento esto, yo quiero detenerme pero mi... cuerpo me lo impide- Le dijo sincero tomando una de sus manos y posándola en su torso justo para que el otro sintiera su corazón agitado. -Sólo por ti me pasa esto...- Le dijo avergonzado bajando la mirada y pintando una sonrisa recargando su frente en el hombro ajeno -Me vuelves loco... más de lo que ya estoy... no sé qué hacer con eso Ayrton, quiero poder verte de nuevo, una y otra vez, jamás tengo suficiente...- Musitó avergonzado -Siento que puedo ser capaz de cualquier cosa... sólo obsérvame ahora...- Obviamente refiriéndose a la ropa de dama que llevaba para verlo. -Pídeme lo que quieras...- Le musitó buscando sus labios de nuevo para plantar un beso y después tender su mano a tomar una fruta más, un trozo de manzana que puso entre los labios del otro antes de que pudiera pronunciar cualquier cosa, se rió al ver su expresión y colocó entre sus labios una uva succionándola un poco contra sus labios para no dejarla caer cólo para juguetear con ella un poco.
Re: Como toda una dama [Ayrton]
Pese a que Ayrton no fuera conocido precisamente por tener una excesiva paciencia, había unas pocas personas a las que podía aguantarles impertinencias, entre ellas aquel bufón al cual, si no estuviera de buen humor, habría espetado algo al decirle bobo. Sin embargo, le dejó hacer al sentir como correspondía su deseoso beso y como su cuerpo se estremecía, pegandose más contra el propio al sentir las caricias que le daba. ¿Que tenía el cuerpo ajeno que no podía dejar de tocarlo? ¿Que tenia aquella voz que no quería dejar de oirla? ¿Que tenían aquellos ojos que sentía que podía mirar eternamente? Sintió sus labios deslizarse a su oido, despertandole sensaciones que habían sido relegadas al fondo de su mente, de momento. Pero los "te amo" ajenos atrajeron toda su atención, simplemente porque nunca los habia sentido tan intensos como en ese momento, tan espontaneos y verdaderos como cuando sentía el corazón que mantenía vivo al dueño de sus fantasias, moviendose debajo de su mano, golpeteandola con fuerza.
Ayrton no era un hombre de mucho sentimentalismo, menos fuera de la cama y menos aún a plena luz del día. Sin embargo, hizo un esfuerzo para corresponder a estos que el gitano estaba entregandole en ese momento, en medio de aquel mundo delirante que se creaba cada vez que sus bocas se juntaban, ese donde se decían que estarían juntos hasta sus últimas consecuencias. Sin embargo, no pudo contestarle como hubiera deseado ante el nuevo beso ajeno y como le cubría la boca con la manzana de un solo bocado. Y por supuesto, el ministro sabía (de haber podido) que es lo que le habría pedido. Que lo escogiera a él; a él por encima de los gitanos, de las obligaciones que cada uno tenia para con el resto... y era entonces cuando recordaba que los gitanos no resistían estar entre murallas y que probablemente en esas condiciones ninguno de los dos soportaría mucho, por mas amor que se tuvieran.
Una ceja arqueada le siguió a aquella manzana en sus labios y antes de que el bufón pudiera darse cuenta, sus manos estaban en la cintura del gitano y ya lo habia pegado a su cuerpo, sin que existiera un milímetro de distancia entre estos, para tener un beso intenso, arrebatador, como si con estos pudiera transmitirle al otro el verdadero sentir que su lengua no se atrevía a confesar. Le besó hasta que ambos quedaron completamente sin aliento, hasta que los labios de ambos quedaron rojos e hinchados, mancillados por toda su pasión. Ayrton apoyo entonces su frente en la del otro mientras ambos jadeaban, solo observandose. ¿Que más intensidad que aquella?- Siempre logras convertirme... en alguien que no soy...- Susurró entonces jadeante sobre sus labios. Adrien, pese a sus discusiones y celos, siempre sacaba lo mejor de si. Y lo peor era que no sabía si eso debía agradarle o gustarle menos, porque jamás admitiría la verdadera influencia que ese gitano tenía para con él.
Ayrton no era un hombre de mucho sentimentalismo, menos fuera de la cama y menos aún a plena luz del día. Sin embargo, hizo un esfuerzo para corresponder a estos que el gitano estaba entregandole en ese momento, en medio de aquel mundo delirante que se creaba cada vez que sus bocas se juntaban, ese donde se decían que estarían juntos hasta sus últimas consecuencias. Sin embargo, no pudo contestarle como hubiera deseado ante el nuevo beso ajeno y como le cubría la boca con la manzana de un solo bocado. Y por supuesto, el ministro sabía (de haber podido) que es lo que le habría pedido. Que lo escogiera a él; a él por encima de los gitanos, de las obligaciones que cada uno tenia para con el resto... y era entonces cuando recordaba que los gitanos no resistían estar entre murallas y que probablemente en esas condiciones ninguno de los dos soportaría mucho, por mas amor que se tuvieran.
Una ceja arqueada le siguió a aquella manzana en sus labios y antes de que el bufón pudiera darse cuenta, sus manos estaban en la cintura del gitano y ya lo habia pegado a su cuerpo, sin que existiera un milímetro de distancia entre estos, para tener un beso intenso, arrebatador, como si con estos pudiera transmitirle al otro el verdadero sentir que su lengua no se atrevía a confesar. Le besó hasta que ambos quedaron completamente sin aliento, hasta que los labios de ambos quedaron rojos e hinchados, mancillados por toda su pasión. Ayrton apoyo entonces su frente en la del otro mientras ambos jadeaban, solo observandose. ¿Que más intensidad que aquella?- Siempre logras convertirme... en alguien que no soy...- Susurró entonces jadeante sobre sus labios. Adrien, pese a sus discusiones y celos, siempre sacaba lo mejor de si. Y lo peor era que no sabía si eso debía agradarle o gustarle menos, porque jamás admitiría la verdadera influencia que ese gitano tenía para con él.
Ayrton Doyle- Épsilon
- Sexo :
Ocio : Adrien
Mensajes : 448
Fecha de inscripción : 06/12/2010
Ficha técnica
Estado civil: En una relación
Pareja: Adrien C. Trouillefou
Círculo social: Inquisición
Página 4 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Temas similares
» ¡¿Son hermanos?! [priv. Ayrton & Katherine]
» Depresión de la dama Domecq
» Ayrton Doyle
» Para mi Ayrton
» Ayrton Doyle
» Depresión de la dama Domecq
» Ayrton Doyle
» Para mi Ayrton
» Ayrton Doyle
Página 4 de 5.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Dom Nov 04, 2018 12:16 pm por Adrien C. Trouillefou
» Despedida </3
Vie Ago 24, 2018 1:14 am por Arthur Hunter
» Donatello Prince
Lun Jul 10, 2017 12:45 am por Adrien C. Trouillefou
» Registro de apellidos
Lun Jul 10, 2017 12:29 am por Adrien C. Trouillefou
» Registro de físicos (RPG)
Lun Jul 10, 2017 12:22 am por Adrien C. Trouillefou
» *Bitácora Donatello Prince*
Vie Jun 02, 2017 11:52 pm por Donatello Prince
» El nuevo rico -Amour priv-
Jue Jun 01, 2017 3:04 am por Edgar Bofill
» Golpea-Besa-Abraza
Miér Mayo 31, 2017 1:26 pm por Isabella Martin
» Uno o dos...
Mar Mayo 30, 2017 11:08 pm por Amour Brice