William DuPont

por **William DuPont** Miér Feb 22, 2012 12:41 pm

Nombre completo: William DuPont

Edad: 22 años

Profesión: Marino, mercader, cazarecompensas, etc.

Nacionalidad: Francés

Orientación sexual: Homosexual

Descripción física: Es de tez morena y de nariz pequeña. Tiene los ojos color miel y el cabello ondulado, castaño y corto. Todo su rostro es angular, lo cual hace que sus facciones se vean atractivas. Mide 1.75m. Su cuerpo es delgado y esbelto.

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Spoiler:

Descripción psicológica: William podría describirse en estas simples palabras: Cínico, sinvergüenza, astuto, hábil, buen mentiroso, inteligente, listo, atractivo. Suele llamar mucho la atención de las personas por ese carisma tan particular que te provoca odiarlo y quererlo a la vez. Es un amante de la libertad, cree firmemente que hay que enfrentarse a la vida y ganarle, por lo cual cuando quiere algo, nunca se da por vencido. Es un vándalo con estilo, le encanta hacer rabiar a los nobles franceses, despojándolos de sus joyas y de su dinero. En lo que respecta al amor, él no tiene dueño, le pertenece a todos y a la vez a nadie, suele decir con suma franqueza “Si se enamoran, es su problema”.

Historia:

William nació en un matrimonio de gitanos, Kavi y Tasarla DuPont, procedentes de Francia, que se dedicaban a huir de poblado en poblado por medio de un crucero que los franceses usaban para tomarse unas vacaciones relajantes. Era un barco enorme que viajaba entre los países europeos. En uno de esos vertiginosos viajes, fue cuando nació Will.

Sus padres lo bautizaron así en honor al vigía del barco, un valiente y astuto hombre que siempre era bueno con ellos, llamado William LeBlanc. A pesar de ser francés, estaba en contra de la marginación hacia los gitanos, así que se hizo amigo suyo y siempre se aseguraba de encubrirlos para que no fueran descubiertos.

Pero la tragedia se ciñó sobre ellos cuando menos hubiesen querido. William, tenía sólo 3 meses de edad, era un bebé muy inquieto y les costaba mucho trabajo hacerlo dormir. Le daban miedo los truenos, por lo que, una noche tormentosa, no paró de llorar durante horas. Tasarla trató de esconderse bien en el fondo de un pequeño almacén, para no ser escuchada, pero uno de los pasajeros la descubrió. Era un ricachón racista, por lo que hizo un terrible escándalo en todo el barco, hasta que toda la guardia se encontraba buscando a los gitanos fugitivos.

LeBlanc el vigía, no se dio de lo que pasó esa noche, llegó demasiado tarde, por lo cual se lamentó toda su vida. A Kavi lo capturaron los guardias y lo arrojaron al mar, haciéndolo caminar por la plancha. A Tasarla, la encontró herida de muerte, escondida en un camarote, sosteniendo a Will entre sus brazos débiles. Le suplicó al vigía que cuidara de su bebé, y esté por supuesto que aceptó, siempre consideró a Kavi como su hermano, por lo que ese niño era como de su sangre, jamás permitiría que le pasara nada malo.

A partir de entonces él se hizo cargo del niño. Lo adoptó como su hijo y lo crió ahí mismo en el barco. Le enseñó todo lo que sabía y le contagió su pasión por el mar. Pero también tuvo que enseñarlo a defenderse desde temprana edad, debido a que, por ser gitano, no tardó en comenzar a recibir constantes humillaciones y desprecios, viviendo entre tantos franceses nobles, era común que lo trataran así. Pero LeBlanc siempre le enseñó a no dejarse amedrentar por ese tipo de gente, es más, hasta le decía que debía tenerles lastima, por lo estúpidos que eran, “todo ese dinero no puede comprarles un cerebro” le decía muy seguido al menor, el cual se reía con ganas.

Otra cosa importante que le enseñó, fue a enorgullecerse de su raza, a honrar la memoria de sus padres, quienes murieron protegiéndolo. Por esta razón William no se sentía mal de ser el único gitano a bordo de ese barco, al contrario, se sentía valioso y mejor que ellos. LeBlanc era un excelente espadachín, cocinero, un aventurero de corazón, pero también un excelente padre. Para Will siempre fue su héroe. Todas las noches antes de irse a dormir le contaba maravillosas historias de aventuras que había vivido en su juventud libertina, cuando fue un pirata, luego un solitario caza-recompensas, y al final, cuando se volvió un simple vigía, porque decidió que ya estaba satisfecho de su fortuna y de luchar contra el mar.

A los 12 años, William conoció por primera vez su país natal: Paris, Francia, y fue amor a primera vista, supo que sus orígenes habían sido ahí. LeBlanc lo había enviado una tarde, por unos accesorios para el barco. Pero el chico volvió hasta el siguiente día, con las manos vacías y con una disculpa: quería quedarse ahí.

“Ya lo sabía…por eso nunca te traje aquí, eres igual a tu padre…siempre amó Paris…descuida hijo, siempre serás bienvenido aquí a mi lado, en este barco o en cualquier otro, siempre que quieras Will…”

Su corazón siempre le pertenecería al mar, y al rubio viejo LeBlanc, quien lo abrazó en ese puerto, con lágrimas en los ojos, antes de partir sin su chico. Entonces el largo repertorio de locuras y aventuras de William, comenzó. Su propia historia, su propia juventud. Anduvo de aquí para allá por toda la ciudad, rápidamente se adueñó de sus plazas y sus mercados. Era popular entre chicos y chicas, gitanos o parisinas, la guardia lo alucinaba y la inquisición exigía que lo arrestaran, pero nadie le había visto la cara, sólo sabían que era “el chico de la capa azul”, un obsequio que le había dado LeBlanc antes de irse.

Pero no solamente fue en Francia donde ocurrieron todos esos sucesos, tales como: amoríos de una sola noche, vino robado y danzas en fogatas con gitanos fugitivos. Cervezas en las tabernas, con los marinos ebrios que le enseñaban a decir groserias en español. Crímenes impunes donde algún gordo francés aparecía en primera plana por la mañana, quejándose de haber perdido de la noche a la mañana, establos enteros de caballos, bóvedas repletas de reliquias antiguas, o alguna que otra joya muy valiosa Para Will esa ciudad era como su patio de juegos.

A los 15 años decidió que extrañaba el mar y regresó a este. Se volvió un pirata como su padre adoptivo, pero en la vida real, resultó menos genial que en los cuentos que le contaba para que se durmiera. Por lo que a los 17 años, luego de algunas cuantas peleas a muerte y noches enteras fregando pisos, decidió que quería algo menos violento.

Se hizo de su propio barco y se fue a viajar, a investigar, a descubrir por su cuenta. Uno de esos viajes lo trajo de vuelta a Paris, cuando tenía 20 años y otra vez no pudo resistirse a sus encantos, se quedó. Una noche, por casualidad conoció a un par de hermanos gitanos, muy talentosos en el arte de escaparse y sobrevivir, al igual que él: Adrien y Esmeralda Trouillefou. Asistió a un espectáculo que dieron detrás de la catedral y luego se divirtió muchísimo huyendo junto con ellos, cuando la guardia los empezó a perseguir. Ese loco de Adrien le cayó muy bien, quiso conocerlo más y este le habló de la tribu oculta en la Corte de los Milagros y le dijo que era bienvenido a vivir con ellos si quería.

William que había sido un indigente, un vagabundo sin familia y sin un hogar al cual regresar durante todos esos años, tuvo que pensárselo seriamente, pero al final accedió, en fin ¿Qué podría pasar? Era de los que se remitían a probar un poco de todo. La amistad con Adrien creció tanto y tan rápido, que terminó diciéndole “hermano” al igual que a Esmeralda y ahora William es parte de la tribu, y de la familia también.

Familiares:

Tasarla y Kavi DuPont (Padres, fallecidos)

William LeBlanc (Padre adoptivo, vivo)

Adrien Trouillefou (hermano adoptivo)

Esmeralda Trouillefou (hermana adoptiva)

Antecedentes: Un montón de robos y saqueos (de los pocos en los que lo llegaron a descubrirlo) todos menores.

Enfermedades: Ninguna

Fobias, Gustos y Odios: Sigue temiéndole a los truenos. Le encanta el mar, el ron, los barcos y los gitanos. Odia a la gente débil, a la gente cobarde, a los nobles franceses junto con la guardia y la inquisición.

Nivel económico: Medio (Aparentemente)

Otros: Colecciona espadas e historias de sus piratas legendarios preferidos. Tiene un escondite con tesoros en algún rincón de Paris, donde se encuentra la fortuna de todos sus viajes.

por **Esmeralda Trouillefou** Miér Feb 22, 2012 12:45 pm

Ficha Aceptada

Gracias por realizar tus registros y bienvenido ^^!

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